Zamarramala alza su voz contra la violencia machista

Los autores agradecieron el gesto y aseguraron estar «encantados» de poder disfrutar de la fiesta de Santa Águeda en Zamarramala, lugar que no conocían. Las alcaldesas les hicieron entrega del galardón, el alfiler con el que las mujeres zamarriegas se quitaban de encima a los hombres que intentaban 'arrimarse' más de lo debido durante el baile o sencillamente propasarse.

Díaz, Fernández y Mercero fueron elegidos por el Concejo de Aguederas de Zamarramala por tratarse de tres hombres que firman sus novelas con un nombre de mujer. «Se armó un pequeño escándalo cuando lo desvelamos, pero después todo se ha ido colocando y le hemos cogido cariño al nombre de Carmen Mola», confesó Antonio Mercero.

No fueron los únicos premiados de la jornada. La periodista segoviana Macarena Bartolomé, encargada de la crónica parlamentaria para los Servicios Informativos de Televisión Española, recibió el título de Ome Bueno e Leal. Bartolomé, que conoce la fiesta de Santa Águeda desde niña, subrayó el «honor» que le supone «ser profeta» en su tierra. La periodista dijo que la celebración de las zamarriegas le «conecta» con la tradición, con las raíces, «con las mujeres de mi tierra, de mi familia», y destacó el protagonismo que las féminas de Zamarramala han tenido siempre como «pioneras» en la lucha por la igualdad, por los derechos de las mujeres. «El mérito de las mujeres de Zamarramala va mucho más allá, porque durante siglos, de generación a generación, de madres a hijas, de abuelas a nietas, han sabido transmitir el amor por esta tradición y conseguir que año tras año se siga celebrando una fiesta que pone en el centro a las mujeres. ¡Por muchos siglos más! ¡Gracias!», concluyó.La lectura del pregón recayó en la «chefa» Samantha Vallejo-Nájera, rostro muy popular del jurado del exitoso programa televisvo 'Masterchef'. Con pocas palabras, la también empresaria hizo referencia a su «pasión» por Segovia y sus tradiciones, su folclore, su fiesta y «su alegría».

Las zamarriegas completaron el cuadro de honor distinguiendo a varias mujeres con el título de Aguederas Honorarias y Perpetuas, entre ellas, la alcaldesa de Segovia, Clara Martín, que el pasado jueves cedía simbólicamente el bastón de mando a las regidoras de Zamarramala. «Afortunadamente, las mujeres ya no mandan un solo día al año, porque las cosas han cambiado y podemos gobernar todo el año», dijo Martín. Idéntica distinción recibió la vicepresidenta de la Diputación de Segovia, Sara Dueñas, que tuvo un recuerdo muy especial para las mujeres del mundo rural, donde la lucha por la igualdad es aún más difícil. «Pese a ello sacan adelante a sus familias y sus negocios día a día», señaló.

La mañana festiva (la diversión continuó durante toda la jornada) culminó con la quema del pelele, en el centro de la plaza de las Alcaldesas, gesto que simboliza una denuncia en toda regla contra el machismo. Las regidoras prendieron la llama y el muñeco de paja se deshizo en pocos minutos al son de la dulzaina y el tamboril.

Fue una matinal de domingo soleada y plena. Cientos de personas llenaron Zamarramala, como en los años anteriores a la pandemia. Los integrantes del grupo de danzas Emperador Teodosio fueron los encargados de amenizar la espera del público durante la misa, en la que intervino el coro Lux Música, pues la iglesia se encontraba abarrotada.

El acto central de la fiesta zamarriega de Santa Águeda también contó con una nutrida concurrencia de cargos políticos. Es año electoral. Todos los grupos con representación municipal enviaron representantes. Junto a la alcaldesa, Clara Martín, distinguida con el título de Honoraria y Perpetua, estaba la subdelegada del Gobierno, Lirio Martín, el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, José Mazarías, y la vicepresidenta de la Diputación, Sara Dueñas.