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Con un olé y olé, como dice la Salve Rociera, el barrio de San Lorenzo despidió, hasta el próximo año, uno de los eventos más esperados para cientos de segovianos. Fueron muchos los que no dudaron vestir sus botas, chalecos, trajes de volantes y lunares y tocados florales para ser protagonista de un aclamado pase de sevillanas. La Feria Andaluza llenó de emoción y diversión las carpas instaladas en el recinto que alberga la plaza de toros de San Lorenzo, que recibieron a numerosos visitantes este sábado.
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Fue una jornada llena de música, baile, gastronomía y reencuentros entre vecinos. A las ya arraigadas actividades de la feria, como la paella popular, los castillos hinchables o la ruta a caballo, en la que participaron casi medio centenar de jinetes, se sumaron otras nuevas. En concreto, se celebró un pase especial para que los pequeños 'bailaores' pudieran subir al escenario a mostrar su talento, se llevó a cabo una muestra de cajón y, finalmente, un DJ se encargó de poner el broche de oro al evento festivo en la madrugada.
Una carpa, que ocupaba gran parte de la parcela de norte a sur, resguardó a los asistentes tanto de las horas más crudas del calor a mediodía como de la tormenta de la tarde. También se habilitaron dos techados para que los comensales pudieran degustar la paella y las tapas dispensadas sin alteraciones. Los rebujitos y calimochos se pedían por pares en las dos barras centrales, lo que se hacía necesario después del cansancio tras los espontáneos bailes, como si de la auténtica feria de abril en Sevilla se tratase.
Los segovianos conocen el arte de las sevillanas. Y aunque todos no interpretaron los pasos, sí disfrutaron de ellos con la exhibición de danzas, que tuvo lugar a las 18:00 horas. Un total de ocho grupos de baile se subieron al escenario habilitado y durante varios minutos desataron los aplausos en el público. Los más pequeños imitaban los movimientos a la vez que sus padres, orgullosos, capturaban la escena.
Sin ninguna duda, fue uno de los actos principales de la feria. Pero no fue la única melodía que sonó en el espacio lleno de banderines, pompones, linternas y banderas verdiblancas. Los visitantes presenciaron las actuaciones de los grupos Cambalache y Rumbaterapia.
Esta feria también fue precursora de las fiestas de agosto del barrio.Como es habitual, fueron elegidos el Rey y la Reina, cuyo anuncio precedió los vitoreos. La jornada, organizada por la Comisión deFestejos del Barrio deSan Lorenzo, contribuyó a la recaudación económica para los próximos eventos con la venta de pulseras, llaveros, mecheros, vasos, camisetas y abanicos.
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Sara I. Belled y Leticia Aróstegui
Doménico Chiappe | Madrid
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