¡Qué viva el carnaval!

Hasta una docena de características señalaron los miembros de la comparsa Apadefim de aquellos que quieran atesorar el título de buen carnavalero segoviano. Todas ellas las cumplen a rajatabla Esther, Andrea, Álvaro o Verónica, cuatro de los integrantes de la comparsa encargados de pronunciar ayer el pregón de los carnavales de 2022. Con un «¡Viva Segovia y viva el carnaval!» concluyeron un discurso cargado de pasión por una fiesta que este año tienen que disfrutar en un segundo plano. Porque aunque la pandemia parece que remite, han preferido guardar sus disfraces en el armario por precaución. Los de 2023, cuando prometieron regresar a las calles, ya los tienen decididos.

La ilusión de Andrea al pronunciar el pregón fue lo mejor la mañana carnavalera en Segovia. Porque si para muchos de los presentes ayer en la Plaza Mayor el carnaval es una fiesta más, para esta joven integrante de Apadefim es un oportunidad de trabajar por la inclusión de las personas con discapacidad intelectual. «Para nosotros no es una simple fiesta. Aumenta la autoestima y favorece las relaciones sociales», dijeron sobre algunos de los beneficios del carnaval. Por eso, ser pregoneros supuso «un gran honor e ilusión».

El pregón, sin duda, fue lo mejor de una mañana con gran ambiente en la Plaza Mayor. Aunque la mayoría acudió para disfrutar del vermú en una jornada en la que el turismo volvió a llenar la ciudad, los disfraces de niños y algún que otro mayor dieron colorido a una jornada en la que Matías Daniel Rengifo y Amelia Santa Engracia, de la comparsa El club de los Viernes, fueron escogidos príncipe y princesa del carnaval. El canto de las coplas carnavaleras, con la covid-19 y la crisis del Partido Popular como protagonistas, cerraron la mañana del domingo en Segovia.

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