La localidad pinariega de Villaverde de Íscar ha vuelto a celebrar la festividad de San Sebastián en una jornada de viernes fresca y soleada, pero que era muy esperada por los vecinos y feligreses. El fervor latente ha estallado tras el paréntesis dos años al ... que obligaron las medidas de contención de la pandemia del coronavirus. El municipio segoviano se ha reecontrado con la tradición, por fin, y recuperó la liturgia popular que acumula siglos de arraigo cada vez que el calendario voltea la hoja del 20 de enero.
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Las conmemoraciones comenzaron al mediodía con una misa solemne, presidida por el alcalde, así como por otros miembros de la corporación municipal y las reinas de las fiestas del pasado año ataviadas con el traje tradicional de la comarca pinariega. Tras la eucaristía, ha tenido lugar la procesión de la imagen del santo mártir. La talla fue trasladada sobre un artilugio provisto de ruedas para facilitar su desplazamiento y ha estado arropada en su recorrido por los sones de la jota segoviana interpretada por un grupo de dulzaineros. El cortejo ha pasado por las principales calles de Villaverde de Íscar y ha danzado en honor a San Sebastián.
Ya por la noche, la celebración se trasladó al salón polivalente del Ayuntamiento, donde ha tenido lugar la actuación infantil del grupo Mueve el Esqueleto. Este sábado la fiesta proseguirá con una animada velada musical de Grupo Cero, que continuará hasta altas de la madrugada al ritmo que marque la discomovida.
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