Secciones
Servicios
Destacamos
Víctor y Eduardo Fernández Canales son los propietarios de la empresa Segotransfer, con sede en el polígono industrial de Hontoria. Se dedican al transporte de mercancías por carretera y están sufriendo en sus propias carnes el incremento de los precios de los carburantes. Los ... vehículos que integran su flota utilizan gasoil y gas. La preocupación es mayúscula, en vista de que esa escalada no parece encontrar techo. «El gasoil ha subido mucho, hasta un 25% durante los últimos meses, e incluso más. Además, vemos que sigue subiendo gradualmente y repercutiendo mucho en los costes. Cualquier usuario que tenga un vehículo a gasoil puede corroborar que esto es así», afirma. Sin embargo, la inflación está siendo más acusada en el caso del gas. «Hasta el verano, el precio del gas estuvo contenido. Después subió mucho, pero del 31 de diciembre al 1 de enero, de un día para otro, se incrementó un 230%. Naturgy, uno de los proveedores, nos avisó el mismo 31 de diciembre a las siete de la tarde y tuvimos que hablar con muchos clientes comunicándoles que igual teníamos que paralizar los camiones de gas porque era absolutamente inviable trabajar con ellos. En la mayoría de los casos ya teníamos cerrada con los clientes una subida de tarifas para el 1 de enero y eso nos exigía incrementar esa tarifa un 40% de lo pactado. Con muchos hemos estado negociando y algunos nos han dicho que algo nos podía repercutir, pero es muy complicado», relata Víctor.
La marcada subida de combustibles alternativos al petróleo extiende un manto de incertidumbre en las empresas, que empiezan a no fiarse de los cantos de sirena ecológicos. «Un camión de gas supone una inversión inicial del 40% a mayores de lo que supone su equivalente en gasoil. Antes, el gas era un 25% más barato que el gasoil, pero ahora es un 50% más caro. ¿Consecuencia? Cualquier empresa que esté pensando en incorporar un vehículo de gas se va a echar atrás y, al final, los transportistas vamos a acordarnos de lo que ha pasado con el gas y va a ser muy difícil decidirse a invertir en una energía alternativa cuando te puede volver a pasar eso. Un vehículo eléctrico va a ser mucho más caro que uno de gas porque tiene unos costes de mantenimiento mayores. Será inasumible si el Gobierno no ayuda a que esto sea sostenible».
Entre costes de personas y de combustible, las empresas de transporte están ahora mismo en una situación muy delicada. «Para una empresa que trabaja de manera directa con sus clientes, sin intermediarios, como es nuestro caso, el gasto en combustible puede suponer entre el 33% o el 35% del gasto total. Con esta subida de precios nos estamos acercando mucho al 40%. Para las empresas que trabajan con intermediarios, el combustible representa cerca del 50% de sus gastos», desvela Víctor Fernández.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.