De Vicente asume el reto de favorecer el empleo y fijar población en el medio rural

«Durante los últimos cuatro años -dijo- hemos hecho de un lema, 'Nuestros pueblos, nuestra fortaleza', un himno que repetimos allí donde vamos, con el convencimiento de que cada uno de los 208 municipios a los que representamos tiene su propia capacidad, su propia identidad, sus propias virtudes y potenciales. Por ello estamos aquí -estoy aquí- dispuesto a tomar posesión de nuevo. Porque nuestros vecinos han decidido aprobar nuestra capacidad para dar sentido a la palabra compromiso y aplaudir nuestra valía para dar respuesta a la palabra confianza», dijo De Vicente.

El presidente provincial aseguró ser consciente de que el aumento de votos conlleva, inevitablemente, un aumento de responsabilidad. De ahí la oportunidad de convertir la «ilusión» en «gestión», de no defraudar las expectativas generadas y de hacer de las personas el «centro» de las políticas provinciales y de los ayuntamientos, el «centro» de las inversiones. «Más de 38.600 segovianos han dado la oportunidad al grupo popular de seguir garantizando los recursos para que nadie que no quiera se vea obligado a salir de la provincia», señaló.

Continuidad y progreso fueron dos de las palabras escogidas por el presidente de la Diputación para definir su acción de gobierno durante los próximos cuatro años. Por ello, promete seguir manteniendo un contacto muy estrecho con los alcaldes: «Mi intención no es otra que seguir en esa línea, que continuar sobre el terreno, recorriendo cada calle de cada pueblo. No entiendo otra manera de hacer política que escuchando a quienes saben, mejor que nadie, qué es lo que pide su población. Como alcalde de Collado Hermoso, una localidad de poco más de un centenar de habitantes, siempre he entendido el municipalismo y mi función como una conversación con mis vecinos. El intercambio de opiniones, experiencias y vías de actuación es fundamental».

El discurso de De Vicente, emotivo en muchos momentos, dejó al descubierto los ejes de la política que el Partido Popular desplegará en los próximos cuatro años. Los servicios sociales son uno de ellos. El presidente continuará siendo el titular del área. «Los servicios sociales seguirán ofreciendo recursos a la población más vulnerable para integrarla en la comunidad, sumando cuidados personalizados, servicios de asistencia, compañía y apoyo», dijo Miguel Ángel de Vicente, que subrayó la necesidad de concienciar a la población en la igualdad y contra la violencia de género».

El empleo es otro de los vectores señalados por De Vicente, que se comprometió a seguir ampliando la gama de apoyos a autónomos, empresas e industria, mediante el impulso del emprendimiento, el asentamiento en el medio rural y la fijación de población. «Podemos marcarnos el desafío de hacer de nuestros municipios auténticos viveros de empresas en los que brote el empleo y las posibilidades laborales», subrayó. En el reto demográfico, la creación de empleo es fundamental, pero también la conectividad. De Vicente señaló la intención de su gobierno de garantizar una conectividad plena mediante la estrecha colaboración con los operadores de telefonía. «Si algo aprendimos de los escenarios que nos dejó la pandemia es que cualquier casa, en cualquier pueblo provisto de buenas telecomunicaciones, puede ser la mejor oficina».

De Vicente habló también de turismo, de eficiencia en la gestión de los ayuntamientos y del nuevo servicio de extinción de incendios. Este fue uno de los grandes proyectos que el presidente provincial se marcó al comienzo del anterior mandato. Actualmente se construyen los dos parques previstos en Palazuelos de Eresma y Boceguillas y es intención de la Diputación poner en marcha el servicio en los próximos meses.

En lo personal, Miguel Ángel de Vicente se definió como una persona dialogante, dispuesta «a crear lazos, sinergias y colaboraciones que tengan como fin la mejora de las posibilidades y recursos que ofrecer a los segovianos». En este sentido, el presidente provincial se mostró comprometido a trabajar con otras entidades, públicas o privadas, en beneficio del desarrollo local. También tuvo palabras para los diputados de la oposición, ocho del PSOE, uno de Vox y otro de Izquierda Unida, consciente de que dispondrá de una mayoría absolutísima para gobernar: «Cuento con vuestras opiniones, con vuestras aportaciones y con vuestras discrepancias para construir una provincia mejor. Confío en que, por encima de cualquier ideología, el respeto, la tolerancia, el civismo y la responsabilidad con el bienestar de los segovianos imperen».

De Vicente dará a conocer la composición de su equipo de gobierno los próximos días. De momento, solo ha desvelado que él, además de ostentar la presidencia, seguirá siendo el titular de Asuntos Sociales. A sus catorce diputados les pidió «respeto, tolerancia, civismo y responsabilidad», pero también «lealtad e implicación». «Los vecinos de nuestra provincia nos han dado una mayoría amplia y suficiente. Absoluta tiene que ser nuestra dedicación a trabajar por y para ellos», añadió. Sus últimas palabras fueron para su equipo de confianza, que seguirá intacto, con su jefe de gabinete, Alberto Orejas, al frente; Isabel Casado como secretaria, y Elena Gutiérrez y Ana Vázquez en Comunicación.

La corporación provincial para el mandato 2023-2027 quedó constituida con la toma de posesión de los veinticinco concejales (faltó Samuel Alonso, diputado socialista y alcalde del Real Sitio de San Ildefonso) y la elección y proclamación del presidente.

El acto solemne estuvo presidido por Basilio del Olmo, diputado de mayor edad, y Elísabet Lázaro, la más joven, ambos del Partido Popular. El protocolo optó por simplificar la fórmula del juramento o promesa, de manera que los diputados electos solo tenían que pronunciar dos palabras: «Sí, juro» o «sí, prometo». Después, se procedió a la votación. Los diputados fueron depositando las papeletas en una urna. El resultado fue el esperado: el candidato popular, Miguel Ángel de Vicente, consiguió 15 votos; el socialista, Máximo San Macario, 7 (faltaba el de Samuel Alonso, que justificó su ausencia por motivos personales); el de Vox, Pedro María Varela de Segarra, 1, y la de Izquierda Unida, Ana Peñalosa, 1.

La mayoría popular entregó, pues, la presidencia a Miguel Ángel de Vicente, que lleva treinta y dos años como alcalde de Collado Hermoso y cuatro como presidente de la Diputación. Fue el propio diputado Basilio del Olmo el encargado de entregar el bastón de mando a De Vicente, que lo recogió con emoción y agradecimiento.