
Las inmobiliarias regresan a la actividad tras casi tres meses sin realizar ninguna gestión, por lo que estos días se centran en retomar las peticiones que quedaron paralizadas con la declaración del estado de alarma. «Todavía es pronto para saber si la gente ha cambiado de opinión», afirma Tomás Rivilla, de la inmobiliaria Quarzo Real Estate. «Estos días trabajo no nos falta, pero ahora hay que ver si se cierran las operaciones», añade.
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Rivilla calcula que dentro de un mes se podrá aventurar de una manera más precisa si la crisis sanitaria ha cambiado los hábitos o las preferencias de los segovianos a la hora de alquilar o comprar viviendas. «Esto es una cuestión de oferta y demanda. El que quiere vender quiere mantener los precios y el que quiere comprar ofrece algo menos», comenta. Aunque estima que las visitas a viviendas se han reducido un 20% con respecto a las semanas previas a la crisis, indica que ya se han retomado siguiendo todas las medidas de seguridad. A la espera de qué ocurrirá con los estudiantes, espera un incremento de los pisos de herencias.
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