El Ministerio de Fomento anunció ayer que la velocidad para circular por las travesías de las carreteras N-VI y N-603, a su paso por la localidad de San Rafael, será de 40 kilómetros por hora, en vez de 50. Esta es una de las medidas adoptadas para garantizar la seguridad de los peatones, además de la renovación de la señalización vertical o la adecuación de señales de radar luminosas con indicador de velocidad.
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Fuentes del Ministerio de Fomento explicaron que se ha procedido a la colocación de señales de advertencia de peligro por proximidad de pasos de peatones en los inicios de la travesía. También está prevista la ampliación de tramos de barandillas con el propósito de canalizar el cruce de peatones por los pasos habilitados y se ensancharán determinados tramos del acerado con el objetivo de mejorar la visibilidad de los pasos de peatones, informó Ical. El anuncio de estas medidas coincide con las declaraciones del consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, que en su visita a Segovia reiteró que, además de tomarse medidas provisionales por parte del Gobierno de España, hay que ejecutar «la medida definitiva» e «imprescindible»que es la variante. El consejero de Fomento reiteró el llamamiento a los grupos parlamentarios para que aprueben los Presupuestos Generales del Estado para 2018 por su importancia para Castilla y León «en esto y en tantas cosas».
Suárez-Quiñones recordó que la asignación presupuestaria prevista de un millón y medio de euros permitirá «dar el pistoletazo de salida»a una obra que es «imprescindible para Segovia y para Castilla y León». Aprobar los PGE de 2018 es «capital», remarcó el consejero de Fomento de Castilla y León, para que cada vez estén más cerca las máquinas y las obras de construcción de la variante de San Rafael al poderse acometer la redacción del proyecto sobre «la base del estudio informativo y de las alternativas que ya existe».
El tramo urbano que atraviesa San Rafael, por el que circulan más de 12.000 vehículos a diario, de los que cerca de 2.000 son de tráfico pesado, aguarda desde más de doce años una solución, que todavía se vislumbra lejana.
El Ministerio de Fomento cerró en febrero la puerta a la alternativa del desvío bonificado del tráfico pesado con el argumento de que la medida resulta demasiado cara –está cuantificada entre 12 y 19 millones–, mientras que la alcaldesa, Alicia Palomo, calcula que la construcción de la variante se alargará no menos de cuatro o seis años. No es fácil vivir entre dos carreteras nacionales, en un municipio atravesado por la N-VI y la N-603 por el que los camiones pasan continuamente. Los vecinos afirman que los peatones se juegan el tipo cada vez que tienen que cruzar. El pasado septiembre, el ciclista Manuel Gea, vecino de la localidad perdía la vida atropellado por un camión. Una vez más, demasiadas ya, la localidad se vistió de luto y lloró otra muerte en la travesía.
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Hace doce años, vecinos del núcleo de San Rafael entregaron al Gobierno central 1.500 firmas reclamando una alternativa al paso del tráfico de la N-VI, a la altura de la travesía. El pasado 25 de febrero, cientos de personas participaron ayer en la protesta para reclamar «solución urgente, no diferida en el tiempo» sobre esta carretera. Bajo el lema 'Queremos una travesía para vivir, no para llorar', la manifestación mantuvo cortada la travesía durante una hora.
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