Los vecinos de Santa María la Real de Nieva se movilizan para que se abra la piscina

Los vecinos aluden a otros servicios que sí permanecen abiertos en el municipio, algunos de titularidad municipal, como el propio bar de la piscina: «Si el mercado municipal puede celebrarse adoptando las medidas de seguridad que marca la Junta de Castilla y León, entendemos que del mismo modo podría hacerse con la piscina. Las medidas de seguridad exigidas en las piscinas son mucho más restrictivas que para otro tipo de servicios o actividades. No creemos que sea un riesgo mayor la estancia en la piscina con la distancia de seguridad que en una terraza junto a otras 25 personas en la misma agrupación de mesas, o bien en la plaza o el parque donde esas distancias de seguridad no están delimitadas como podría estarlo en la piscina con la división en parcelas».

La decisión final de no abrir la piscina municipal se puso en conocimiento del vecindario a través de un bando municipal que fue fuertemente contestado por los vecinos en las redes sociales, ya que el equipo de gobierno había autorizado días atrás la apertura tras someterlo a votación. En un primer momento, tan solo dos concejales se mostraron en contra de su apertura, por lo que la alcaldesa decidió abrir las instalaciones.

«Mi voto fue afirmativo, pero no convencida del todo, quizás fue un poco por la presión de la gente. Estaba previsto abrirla el 10 de julio, pero viendo cómo están las cosas, se decidió no hacerlo por prevención, precaución y salud pública. Santa María ha sido una comarca muy machacada por la covid, hemos perdido más de un 3% de población y creemos que podemos aportar un granito de arena para que no haya un posible punto de contagio. Hay muchas otras piscinas de los alrededores que no han abierto y entendíamos que se iba a producir un efecto llamada a la gente de otros municipios y tampoco eso es favorable» señala la alcaldesa, Pilar Ares. La regidora entiende el malestar pero asegura haber recibido apoyo en la calle de gente que ha visto normal la decisión de no abrir este año las instalaciones. «Estuvimos hasta primeros de julio preparando su apertura, se hicieron las parcelas y tengo hasta las entradas. Además, Sanidad llegó a visitarlas a vaso vacío. Decidimos abrir, pero siempre con la condición de poder dar un paso atrás si la situación sanitaria lo requería» destaca, mientras recuerda que se ha permitido «abrir los bares de titularidad municipal porque tienen un contrato y porque se reunieron con los servicios sanitarios de la zona para que lo hicieran correctamente. Si este año el ayuntamiento hubiera tenido que sacar la licitación quizás no se habrían abierto».

Aunque la alcaldesa dice contar con el apoyo de su equipo de gobierno, es precisamente una de sus concejales, Saleta López Cachorro, quien más se ha sorprendido por el cambio de opinión de la regidora. «Se dijo que se iba a abrir y así debería hacerse. Yo soy la primera que votaría que no hubiera fiestas para evitar aglomeraciones exageradas sin sentido, pero es que llevábamos dos meses preparando la piscina, uno de los pocos servicios que da el Ayuntamiento en verano y un lugar seguro tanto de ocio como deportivamente. Mucha gente ahora no sabe dónde ir y acaban marchándose a otras piscinas de los pueblos de alrededor», afirma la edil, que tras mostrar su firme rechazo a la medida ha puesto su cargo a disposición de la Alcaldía: «Le dije que no estaba para nada de acuerdo con esta medida y que, si no le parecía bien que apoyara al pueblo, que no me importaría irme y dejar de ser concejal».

La alcaldesa cree que las opiniones diferentes en el equipo de gobierno no son malas. «Simplemente son discrepancias, la relación no es mala, hemos sido claros desde el principio. Ella no lo comparte, pero nos dijo que lo respetaba. Lo fácil para evitar protestas o el malestar habría sido abrir. La decisión no es porque no estuviéramos preparados, es por salud pública. Los vecinos que se han puesto en contacto conmigo, tanto por teléfono como en persona, ha sido de forma cordial y me he comprometido con ellos que lo volveríamos a mirar. En el bando dijimos que lo veríamos dependiendo de cómo se fuese desarrollando la crisis sanitaria. Ojalá pudiera abrirla, porque significaría que vamos mejor, pero viendo las noticias soy pesimista. No estamos como cuando se dijo el sí», concluye la regidora.