Cuéllar

Los vecinos de San Gil se manifiestan para pedir el arreglo integral de sus calles

Lo hicieron tras varias «chapuzas» que se han desarrollado en las calles Rufino de Benito, Moisés Magdaleno y Benito Llorente a lo largo de los años, como varios hormigonados que subieron el nivel de la calle, donde se encuentran viviendas que se construyeron sin forjado de saneamiento y que se encuentran desde entonces a ras de la vía. En uno de los asfaltados, además, se dejó un canal para la recogida de las aguas pluviales entre la acera y la calzada, por lo que se añadió una barrera arquitectónica a los vecinos. La última obra, en 2018, fue la renovación de las aceras, instalando el saneamiento y las rejillas necesarias para la evacuación del agua de lluvia.

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Mónica Rico

Como el nivel de la calle ya había subido por encima del de las viviendas en varios puntos se realizaron unas aceras con altibajos, rejillas en las puertas de las viviendas, pendientes superiores a la normativa y varias incomodidades, además de «una estética más que discutible, con constantes subidas y bajadas en el plano de las aceras».

El Procurador del Común se ha dirigido al Ayuntamiento de Cuéllar para que efectúe «a la mayor brevedad la reparación de las deficiencias que resulten probadas conforme a la valoración de la prueba practicada en el expediente».

Para los vecinos, la lógica es realizar una reforma integral de la vía que incluya el cambio de acometidas y las reparaciones necesarias en una única actuación. Las obras de la calle Moisés Magdaleno, que solo prevén nuevas redes, ya han comenzado, por lo que piden su paralización.