Los vecinos del Recinto Amurallado de Segovia rechazan una peatonalización «drástica»

Entre los organismos y servicios públicos que han trasladado a otros lugares enumeran los representantes de los vecinos la biblioteca, el Hospital Policlínico, las instalaciones de la Seguridad Social, los colegios de las Jesutinas y, próximamente, el de las Concepcionistas, la universidad, los cines y, «en un futuro próximo», los Juzgados.

La obra de la calle San Juan han sido la gota que ha colmado el vaso para los vecinos aunque subrayan que los problemas de la zona ya existían antes. Aun así denuncia Montarelo que el corte de tráfico «ha agudizado determinados problemas y ha hecho ver qué pasará si la situación se alarga». Los vecinos se han cansado de esperar y tras mantener conversaciones con la alcaldesa y varios concejales, y después de mandar un escrito antes de verano planteando algunas medidas con motivo de las obras, «la única contestación ha sido para salir del paso». Además, hace alrededor de 20 días pidieron una nueva entrevista con la alcaldesa y hasta el día de hoy no les han contestado.

Ante la falta de respuesta, AVRAS exige abiertamente al gobierno local adoptar una serie de medidas para solucionar los problemas del barrio. Entre ellas, consideran que cualquier restricción de tráfico, como las iniciativa políticas para peatonalizar el recinto amurallado, «deben ser consensuadas con residentes y profesionales» explica Alfonso Álvarez, y además «estudiando no a quién prohibir el acceso, sino a quien hay que permitírselo sin restricción». En este sentido, Montarelo indica que hay que establecer aparcamientos disuasorios para aquellos a los que se les prohiba el acceso al casco histórico y reitera que uno puede ser el Velódromo. La posibilidad de peatonalizar el casco de manera «drástica» supondría «la muerte definitiva del barrio» declara Álvarez, y reclama que no solo se permita el paso a los residentes y comerciantes, sino también puedan acceder de alguna manera los familiares, clientes, proveedores o funcionarios de las administraciones.

A pesar de estar en contra de la peatonalización total, en AVRAS sí consideran necesario establecer medidas en una traza de calles «medieval» que «no está preparada para un volumen intenso de tráfico». En este sentido se refiere Álvarez al uso que dan los vecinos del recinto amurallado como «muy limitado de vehículo, priorizando siempre los traslados peatonales y en transporte público». Los vecinos lamentan que no se les tenga en cuenta a la hora de tomar medidas de reorganización del tráfico, rechazando todas las propuestas que han realizado.

En cuanto al corte del tráfico la calle San Juan, ha causado «un grave perjuicio» a conductores, viandantes, residentes y negocios, «sin que se hayan estudiado ni acordado posibles medidas alternativas». En este sentido urgen al Ayuntamiento a reparar la calle San Agustín mientras está cortado San Juan para evitar otro corte de tráfico más adelante. «Un nuevo corte para continuar las obras en la calle SanAgustín sería la puntilla definitiva al barrio», declaran. Además enumeran varias calles que debido al crecimiento de tráfico «sufren continuos atascos, ruidos, y peligro para peatones con movilidad reducida». AVRAS exige también que se haga «al menos como prueba» de dos direcciones el tramo de la calle Cronista Lecea que une la Plaza Mayor y la Calle Colón. Otra petición de la asociación, en referencia a una reunión en la que se les comunicó de forma verbal que los residentes tendrían acceso por el Arco del Socorro y la calle San Frutos, es permitir esta vez de la misma manera el paso por Cronista Lecea.