Los vándalos continúan con la oleada de pintadas en Segovia

«Los operarios ya han empezado con las labores de limpieza», afirma la alcaldesa, Clara Martín. Con ello, se refiere a las pintadas que amanecieron en la Calle Real y zonas aledañas tras la noche de Halloween. Según detalla, se ha podido actuar con pistolas de agua a presión sobre los frentes de granito y se ha vuelto a tapar con pintura en algunos revocos donde ya se habían producido actos vandálicos anteriormente.

«Nos gustaría haber podido haberlas podido eliminar al completo, pero una limpieza agresiva puede dañar las fachadas en muchas ocasiones», lamenta la regidora. Han prestado especial atención a las paredes de propiedades privadas, «no hemos podido actuar con una mayor intensidad», afirma. Precisamente, propietarios de edificios afectados de la Calle Real han presentado ya denuncias en los últimos días con motivo de los grafitis.

Clara Martín también se muestra preocupada por la oleada de estos comportamientos incívicos, pues las pintadas se han extendido a otras zonas de la ciudad, como el lago Alonso -reacondicionado hace menos de un mes- y la avenida Padre Claret. «Hemos visto que las pintadas se han extendido también a la fachada del hotel Acueducto», precisa. En concreto, un grafiti de amplias dimensiones apareció a comienzos de esta semana en la pared del establecimiento hotelero anexa a la gasolinera, donde los autores incluso han tenido que escalar su tejado para realizar la pintada. Los propietarios del inmueble ya han presentado denuncia por este hecho.

Por ello, se hace necesaria la colaboración entre la Policía Local y Nacional para dar con los responsables de estos actos vandálicos. «Están trabajando para identificar a estas personas y poder actuar», garantiza la alcaldesa. Por el momento, se han puesto en marcha las labores de contraste y comprobación de imágenes de videovigilancia de algunos comercios y los relatos de testigos para identificar a los autores del conjunto de pintadas sucedidas estas semanas en la ciudad. Todo ello dado que los comportamientos no se sancionaron in situ.

Para incorporar un sistema de videovigilancia en la vía pública es necesario solicitar el permiso a un juez. Por ello, Clara Martín apela a que los ciudadanos actúen con civismo. «Si se hubiese actuado de forma cívica, no habríamos tenido este tipo de incidentes», subraya, a la vez que aprovecha para condenarlos de forma rotunda. La regidora da cuenta de que estas acciones no solo dañan a los propietarios de las fachadas afectadas por las pintadas, sino a todos los vecinos, ya que «es un daño común». Por ello, pide colaboración a los ciudadanos para alertar a los cuerpos de seguridad en caso de que presencien algún tipo de acto vandálico, que permitirá dar con los infractores e interponer sanciones.

El Ayuntamiento, que considera intolerable esta oleada de grafitis que ya tuvo antecedentes en el pasado verano, pretende endurecer las multas por estos comportamientos. Así, la próxima Ordenanda de Convivencia Ciudadana, cuya aprobación está prevista en el pleno correspondiente al mes de diciembre, contemplan que pasen de 750 euros actuales a 3.000 las sanciones previstas por pintadas en el área protegida por la Unesco.