Segovia

«Nos van a hundir la vida a medio pueblo»

Vanesa López, diecisiete multas, 1.700 euros, pérdida de carné; Concepción Ramos, nueve multas, 900 euros, pérdida de carné; Elena Mateos, seis multas, 600 euros; pérdida de carné. Esto, siempre y cuando paguen en un plazo de veinte días; si lo exceden, la cuantía de las multas se multiplicará por dos.

Vanesa, Concepción y Elena son tres de las muchas personas que han caído en el semáforo foto-rojo de San Rafael, situado en la N-603, a muy pocos metros de la estación de autobuses, sentido Segovia. Lo están sabiendo ahora, según les llegan las notificaciones de la Dirección General de Tráfico (DGT), pese a que la mayoría corresponden a infracciones cometidas en los meses de mayo y junio. El número desproporcionado de multas les ha puesto en pie de guerra.

«Bajé el buzón y había cinco multas; al día siguiente, miré y habían llegado seis; ayer, otras seis; ya tengo diecisiete. Y me han llegado tres meses y medio después, porque todas son de mayo. Es sorprendente y surrealista. Llevamos un montón de tiempo pasando por aquí y nunca ha pasado nada, nunca este semáforo ha funcionado como radar. Ni hay señalización ni se nos ha avisado de ello», explica Vanesa López mientras muestra las diecisiete notificaciones que, «de momento,», tiene en su poder.

Su caso es el mismo que el de Concepción Ramos, también vecina de San Rafael. A ella le han llegado nueve notificaciones de infracciones cometidas entre mayo y junio. Y no entiende la tardanza. «Me han multado por exceso de velocidad, por radar, la notificación ha llegado en quince días y he pagado religiosamente. En este caso, han tardado tres meses, con el agravante de que la multa conlleva pérdida de puntos. Es absurda la demora, porque no puedes corregir una actitud teóricamente errónea cuando avisas tres meses después. Estoy esperando a que me notifique la compañía de seguros si hay posibilidad de recurso. Si pierdo el carné, perderé mi puesto de trabajo, pues trabajo en Segovia», apunta.

Estos semáforos foto-rojo están equipados con cámaras y tienen como objetivo sancionar a aquellos conductores que se saltan el disco en rojo. La multa no es precisamente baja: 200 euros y pérdida de cuatro puntos en el carné de conducir. «La multa se te queda en la mitad si pagas antes de veinte días. Si sobrepasas ese plazo sin pagar ni identificarte, tienes que pagarla entera. Y la multa por no identificarse son 900 euros... En mi caso, son 600 euros si pago a tiempo, más los puntos del carné. Todavía no he pagado porque cuando me identifique perderé el carné. Tenemos que esperar lo que podamos y ver si solucionamos algo, porque nos van a hundir la vida a medio pueblo», afirma Elena Mateos.

Detrás de ellas hay otros treinta vecinos de San Rafael que muestran sus multas con indignación. Se sienten desamparados y en cierto modo engañados. «Ni hay señalización previa ni nos queda claro el funcionamiento del semáforo, del disco», añade Vanesa. «Yo no puedo asegurar, y tampoco lo puede hacer la DGT, que me haya saltado este semáforo por encima de la velocidad permitida, que son 40 kilómetros por hora, porque en la multa no pone los kilómetros a los que yo iba, con lo cual puedo haber pasado casi parada», interviene Concepción.

Muchos de los afectados han acudido al Ayuntamiento. El alcalde asegura que poco puede hacer porque la competencia es de Tráfico. Al propio regidor, Javier Figueredo, también le han notificado una multa. «Al recibir tantas quejas, hablé con el jefe provincial de Tráfico y han venido a comprobar el funcionamiento del semáforo. El dispositivo está homologado y no tiene ningún problema, me han dicho. Las multas llegan cuando te lo saltas en rojo. Que no haya funcionado antes no quiere decir nada. Precisamente, este semáforo se puso para acabar con el exceso de velocidad que había en esta vía, motivo de queja de muchos vecinos», explica Figueredo.

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