![El AVE cumple 15 años en Segovia con tareas pendientes](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/202212/27/media/cortadas/ave-detorre3-kAJH-U19085758786h8B-1248x770@El%20Norte.jpg)
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Hace 15 años la provincia dio un paso adelante que cambiaría la vida de cientos de personas. Aún sin saberlo, la llegada del AVE que une Valladolid, Segovia y Madrid se convirtió en una alternativa de transporte diario de muchos segovianos que trabajaban en la ... capital del país pero querían mantener su residencia en la provincia. Desde la puesta en marcha de la línea de alta velocidad en 2007, Renfe ha contabilizado más de 64 millones de viajeros. Los usuarios reclaman a día de hoy mejoras en el servicio ante el notable incremento de la demanda.
La inauguración de la línea de alta velocidad en Segovia tuvo lugar el 22 de diciembre de 2007. Los primeros días apenas había movimiento de pasajeros en la estación. Todo cambió con la entrada en servicio de los trenes lanzadera Avant en 2009, que llamaron la atención de numerosas personas que cada día acudían a trabajar a Valladolid o Madrid. Gracias a ello, a finales de ese mismo año la línea alcanzó el millón de pasajeros y en 2022 se han superado los 64 millones, según Renfe.
54 frecuencias diarias conforman la actual oferta de Renfe entre Valladolid, Segovia y Madrid.
26 minutos es el tiempo que tarda un segoviano en llegar a la capital de España con el AVE.
Las previsiones eran buenas y poco a poco los datos que arrojaba el servicio de transporte confirmaban esta disposición. En 2005, el alcalde de la capital segoviana Pedro Arahuetes aseguró que los pronósticos «más pesimistas» situaban en 15.000 personas el incremento de población en la ciudad y en un periodo de veinte años con motivo de la llegada del AVE.
A día de hoy, este deseo no se ha cumplido. De hecho, el censo ha disminuido, aunque la plataforma de usuarios segovianos de los trenes Avant matiza que más de 3.000 personas de la provincia hacen uso de este medio de transporte diariamente y se superan los 22 millones de usuarios desde su puesta en funcionamiento en 2009.
22 de diciembre de 2007. Inauguración de la línea de alta velocidad entre Madrid, Segovia y Valladolid.
26 de enero de 2009. Renfe pone en marcha los trenes lanzadera Avant entre las tres capitales citadas.
14 de noviembre de 2009. Apertura del vial de acceso a la Estación Segovia-Guiomar.
13 de diciembre de 2009. La línea de alta velocidad alcanza el millón de pasajeros.
16 de agosto de 2010. Finaliza la ampliación del aparcamiento de la estación segoviana al sumar 196 nuevas plazas, 590 en total.
22 de diciembre de 2022. El servicio de alta velocidad supera los 64 millones de viajeros.
La puesta en marcha de la línea de alta velocidad disminuyó en casi 70 kilómetros la distancia del recorrido entre Madrid y Valladolid. De hecho, rebajó el tiempo de viaje en 90 minutos desde Segovia a la capital del país. Al principio, la duración era de 33 minutos pero en los últimos años se ha acortado hasta los 26. Este es el principal motivo por el que muchas personas se han decantado por hacer uso del AVE en vez del coche y el autobús, una decisión que se ha extendido aún más tras el reciente anuncio de los descuentos en los trenes de alta velocidad.
sylvia garcía
Portavoz plataforma usuarios Avant
«El AVE es un aliciente para que muchas personas se queden en Segovia y otras que actualmente viven en Madrid se replanteen volver a sus orígenes», explica la portavoz de los viajeros de Avant en Segovia, Sylvia García. Su principal deseo es que estas cifras vayan en aumento, «pero siempre que se adapten las frecuencias al incremento de la demanda de los servicios», defiende. La situación actual dista en gran medida de los inicios, cuando en 2007 solo había 26 horarios al día para hacer uso de un tren AVE o Alvia; y seis en lo que respecta a las lanzaderas. A día de hoy, la oferta diaria suma 54 servicios y, además, un total de 32 que se corresponden con los trenes Avant.
Aún así, «las frecuencias no son suficientes», remarca Sylvia García. «El precio ahora es muy competitivo y la demanda ha crecido», añade. Muestra de ello es que este martes y miércoles apenas quedaban plazas en trenes Avant para viajar de Segovia a Madrid disponibles. El Gobierno ha aprobado la prórroga de un año de los descuentos al 50% en la adquisición de títulos Avant que, sumados a la bonificación del 25% de la Junta de Castilla y León, permitirán viajar en 2023 por tan solo 55 euros al mes a la capital del país, cuando «antes ir y venir todos los días estaba en torno a los 220 euros», determina la portavoz de los usuarios segovianos de Avant.
Esto ha repercutido en gran medida en la prestación del servicio de los últimos meses. «Tenemos que reservar las plazas con mucha antelación», lamenta. Pero también se percibe en los aparcamientos para vehículos en la estación. Según critica Sylvia García, es necesaria una ampliación, ya que cifra en 45 personas los que se mantenían a la espera para ser abonados hace dos meses. «Tenemos una estación en medio de la nada a a que no se puede ir en coche, solo hay un vial de acceso y en hora punta se desata el caos», afirma.
«La estación se ha quedado pequeña», lamenta. De ahí las recurrentes demandas que en los últimos meses han trasladado a las instituciones, como es el Ayuntamiento de Segovia, al que piden rendir cuentas sobre las inversiones realizadas en los últimos 15 años para mejorar las infraestructuras que conectan la estación de AVE y la ciudad. «Hay que acercar el tren a Segovia», advierte Sylvia García.
Los comienzos nunca son fáciles. Así recuerda el segoviano Juan Francisco García la llegada de la alta velocidad a la provincia. Fue uno de los primeros usuarios recurrentes del servicio Avant . Cuando volvió de Chile, optó por instalarse en su ciudad natal en vez de trasladarse a Madrid, donde trabaja como ingeniero. «Si no hubiera llegado el AVE, no hubiera vivido en Segovia; no podía ir todos los días en coche», sostiene.
Durante su juventud viajó diariamente a la capital del país para acudir a la universidad. «Iba y venía en autobús con Horizonte Cultural», declara. Sin embargo, no podía permitirse regresar a este medio de transporte por la dificultad en las combinaciones con su lugar de trabajo. Por tanto, la puesta en marcha de la línea directa de alta velocidad fue su salvación.
«Empecé a usar este medio de transporte cuando entraron en servicio los Avant», detalla. El ingeniero recuerda que en un primer momento solo había tres frecuencias de ida y tres de vuelta. «En su primer mes de funcionamiento éramos tan solo quince viajeros», explica, a la vez que incide en que los aparcamientos apenas registraban diez usuarios al día. Todo cambió a finales del año, cuando «las plazas se llenaban y la gente tenía que estacionar sus vehículos en las tierras», ya que la demanda creció «como la pólvora».
Juan Francisco García acudía cada cierto tiempo a las taquillas para formalizar los billetes, una práctica ya olvidada, pues al poco tiempo Renfe presentó su página web. «Si perdías el primer tren no te penalizaban, éramos tan pocos que reclamabas y te daban otra localidad», sostiene. Asimismo, «los trenes no iban tan rápido como ahora», explica. Aún recuerda las pantallas del vagón que avisaban de que se estaban realizando pruebas del sistema de seguridad en diferentes tramos. Al principio, la velocidad marcaba 90 kilómetros por hora, luego 120, después 200 y «hasta ahora», concluye.
Muchos segovianos esperaron durante años la llegada de la línea de alta velocidad como agua de mayo. Es el caso de Elena Barquilla, quien diariamente viajaba en autobús de Segovia a Madrid para estudiar y, posteriormente, a trabajar como personal administrativo en una empresa de seguros. En 2006, un problema médico le impidió continuar con este hábito cotidiano de traslado, por lo que tuvo que mudarse a la capital del país de forma temporal.
«Tomé esa decisión a la espera de que llegara la alta velocidad a mi lugar de origen, al que quería regresar», explica. Nada más ponerse en marcha, se dio de alta como usuaria habitual. En 2008, el catálogo de frecuencias no era amplio, por lo que tuvo que negociar sus horarios laborales con la empresa. «Mi jornada acababa sobre las 18:30 horas y no me daba tiempo a llegar al tren de las 6:45; tenía que esperar al último de las 21:30», recuerda.
Sin embargo, con la ampliación de las frecuencias encontró solución de forma progresiva. «Ha sido un beneficio muy grande», determina. De hecho, detalla que cuando tenía que asistir al hospital y luego viajar en autobús «se me hacía eterno». «Era horroroso; llegabas a San Rafael y todavía quedaba la mitad del camino, cuando en el AVE ya estaría en Madrid», afirma.
Elena Barquilla también fue partícipe de los primeros cambios e inquietudes compartidos por los usuarios. Es el caso del primer vial provisional de acceso a la estación del AVE, que transcurría por el polígono de Hontoria y subía la cuesta de la ermita de San Antonio de Juarrillos. «El autobús urbano siempre estaba lleno y cada vez que nevaba daba miedo, era un tramo peligroso», señala la segoviana, a la vez que matiza que «hubo que esperar a la previsión de una gran borrasca para la apertura del vial definitivo». Y aunque a día de hoy queden algunos aspectos por pulir, «la llegada del AVE ha sido una gran ventaja para Segovia», concluye.
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