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Favorecer la circulación de patinetes y bicicletas es el objetivo del nuevo plan puesto en marcha por el Ayuntamiento de Segovia, que incluye la instalación de nuevos carriles bici en varios tramos de la ciudad. Pero el proyecto, que comenzará en próximas semanas su segunda ... fase de ejecución, no ha sido recibido por todos los segovianos de la misma manera.
De hecho, la implantación de este nuevo plan ha causado un notable revuelo entre la población segoviana. Algunos ciudadanos critican que, al dedicar más espacio a los usuarios de patinetes y los ciclistas, se van a perder plazas de aparcamiento. Otros se quejan de que la señalización no es fácil de comprender.
Por su parte, los usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP), entre los que se incluyen los patinetes, consideran que esto supone un paso hacia delante en la construcción de una circulación más segura y fluida, no solo para este tipo de vehículos sino para el tráfico en general.
Para los usuarios de patinetes, este tipo de iniciativas promueven una movilidad sostenible que se hace necesaria, según apunta Jesús Chamorro, uno de los más conocidos defensores de los derechos de este grupo en Segovia. Chamorro valora «positivamente» este proyecto y cree que la apertura de nuevos carriles bici no va a perjudicar a los usuarios de otros vehículos; al contrario, va a hacer que el tráfico de la ciudad sea más fluido puesto que los vehículos a motor como coches y motos ya no tendrán que circular a la velocidad de los VMP o las bicicletas, que es mucho más lenta.
Los VMP pueden circular por todas las vías destinadas la circulación de bicicletas. El proyecto contempla 27,6 kilómetros de carriles en los que podrán convivir los VMP, las bicicletas y el resto de vehículos. Este recorrido se divide en varios tipos de carriles: los itinerarios recomendados, el ciclocarril, el ciclocarril reforzado y el carril bici.
Hasta ahora, Segovia contaba con 600 metros de ciclocarril y este plan va a aumentar la distancia hasta los 9,1 kilómetros, principalmente en los barrios de Nueva Segovia, La Albuera o el barrio de Ciudad y Tierra. Los tramos de ciclocarril reforzado aumentarán a hasta los 6,5 kilómetros y los carriles bici alcanzarán los 4,6 kilómetros en total.
«Si no existieran este tipo de infraestructuras, se ralentizaría totalmente el tráfico. Lo que se ha hecho es hacer unos carriles de desaceleración para que, cuando no podamos mantener la velocidad del tráfico, nos incorporemos al carril bici y el resto de vehículos continúen con fluidez», explica Chamorro. «Hay que entender que estamos limitados en potencia», dice refiriéndose tanto a patinetes eléctricos como a bicicletas.
Este usuario insiste en que favorecer la circulación de los VMP es más necesario que nunca, dadas las circunstancias actuales de crisis energética global y subida del precio de los combustibles. Pese a que el Ayuntamiento no ha consultado al colectivo de usuarios de VMP, Chamorro cree que es un proyecto adecuado a la ciudad porque está realizado por expertos en movilidad y apunta que los usuarios de las bicicletas, que son un colectivo más grande, han estado muy atentos a los planes del gobierno municipal y han luchado por defender los espacios para los VPM en Segovia.
Este tipo de carriles están separados en los tramos más peligrosos por barreras físicas, como pueden ser bolardos u otros obstáculos. Para el colectivo de usuarios de patinetes, este tipo de elementos va a dificultar el mantenimiento de la calzada, dado que ni las barredoras ni las máquinas quitanieves podrán acceder a estos carriles para limpiarlos.
Jesús Chamorro hace hincapié en que, en caso de que un conductor tenga la necesidad de salir de ese carril bici por cualquier impedimento en la carretera, estas barreras hacen «imposible» que los usuarios cambien de carril y eviten el obstáculo, lo que resulta peligroso para todos finalmente. «Si te vas a lanzar contra un peatón, podrías cambiarte de carril, pero la barrera, aunque no haga daño, te echa para atrás», apostilla.
«La mayor promoción del patinete eléctrico es haber pintado el símbolo en la calzada», comenta con respecto a la señalización. Con eso, no cabe duda de que los coches van a compartir espacio con los patinetes», dice y añade: «El respeto es la mayor protección que existe», añade.
Otro de los segovianos que coge habitualmente el patinete y forma parte activa de este colectivo en la ciudad es Daniel Lázaro. Coincide con su compañero Chamorro al valorar «bastante bien» el nuevo plan de circulación. «Si te habilitan un carril ya vas un poco más seguro. Los patinetes no podemos coger más de 25 km/h y cuando vamos cuesta arriba perdemos potencia», explica, argumentando que es una buena idea liberar las calles ascendentes para evitar que se forme tráfico.
También añade que una de las ventajas es que «vela por la seguridad» de los usuarios al permitir a las bicicletas y los patinetes conducir por el carril central en algunos tramos, sin obligarles a desplazarse al arcén como antes. «Es mucho mejor, yo lo veo ideal», apostilla.
No obstante, pone alguna que otra objeción al proyecto municipal. Por un lado, Lázaro cuenta que añadiría más carriles bici en la ciudad. Por ejemplo, pondría uno en la calle de subida desde la rotonda del Pastor (está previsto en su tramo final durante la segunda fase). Aunque también hay algunos tramos que, a su juicio, se deberían quitar debido a su peligrosidad, como es el caso de la zona de los carriles en la plaza de Somorrostro, que ni siquiera tienen barreras físicas que separen los carriles. «Si no ponen bolardos, yo no me meto», dice.
Este segoviano utiliza los VMP para desplazarse en su trayecto al trabajo desde hace casi dos años. Ya ha recorrido 4.450 kilómetros en tres patinetes diferentes, una distancia que, de haber sido recorrida con un vehículo a motor, hubiera sido «muchísimo más cara» en comparación con los vehículos de movilidad personal.
Mejor integración
En cuanto al comportamiento de los conductores de vehículos a motor, Jesús Chamorro cree que ha habido un cambio en los últimos años. Si bien hace un tiempo presionaban e incluso llegaban a insultar a los usuarios de los VMP, ahora la población en general «respeta más» a todos los vehículos, según cuenta.
También así lo piensa Daniel Lázaro, quien considera que el resto de conductores están «más familiarizados» con los VMP. Además, indica que «se ven más patinetes por Segovia y hay más convivencia» entre vehículos.
Aun así y pese a la mejora de la armonía en la carretera, la concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Segovia ha puesto 16 sanciones en lo que va de año a estos vehículos: 14 a usuarios de patinetes y 2 a ciclistas. Las razones más frecuentes han sido circular por zona peatonal (aceras o zonas peatonales amplias), manejar un patinete con un pasajero detrás y superar la tasa de alcohol permitida, que es la misma que para el resto de conductores.
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