Las urbanizaciones de Palazuelos de Eresma en torno a la CL-601 aspiran a alcanzar los 7.000 vecinos

El regidor piensa que la oficialización del abastecimiento puede traer consigo «un aumento del 60% sobre el urbanismo que ya está aprobado». Jesús Nieto matiza que «los distintos desarrollos se están reflejando en las normas urbanísticas», sobre las que empezaron a trabajar a principios de este año. De cara al futuro, esa potencial expansión urbanística en torno a la CL-601 ha de ejecutarse dentro del marco de las Directrices de Ordenación del Territorio de Segovia y su Entorno (DOTSE), que son de obligado cumplimiento.

El convenio del Ayuntamiento con la CHD por el que se establece una nueva concesión para el consumo de agua abre la puerta a un incremento de la población en las urbanizaciones del cordón de la citada carretera, que entre todas podrían llegar a los 7.000 habitantes, sin contar los residentes en los núcleos de Palazuelos y de Tabanera del Monte, matiza el alcalde. Serían unos cinco mil vecinos más que los que hay en la actualidad, calcula Nieto.

«Nos han dado 16 litros por segundo», un volumen acordado con el organismo regulador de cuenca que satisface y cubre esas expectativas demográficas. De ese aprovechamiento, si todos los edificios estuvieran habitados ahora mismo, se estaría en torno a un consumo de 10 litros por segundo, por lo que hay margen de crecimiento. Calculadora en mano, y con el padrón de Palazuelos de Eresma a 1 de enero de 2020, que era 5.538, el crecimiento que se atisba ascendería a la localidad como la segunda más poblada de la provincia, por detrás de la capital, superando a Cuéllar y a El Espinar.

Estas perspectivas se abren tras un largo conflicto, recuerda el alcalde. El Ayuntamiento «lleva peleando dieciocho años, pero sobre todo los cuatro últimos», en los que los contactos con la CHD, el Ministerio y con el Consistorio de la capital se han intensificado para intentar legalizar el agua en esta zona.

Al final, la constitución de la comunidad de usuarios de Rancho el Feo, acordada por ambos ayuntamientos, despejó el camino de la regularización. A grandes rasgos, el aprovechamiento del agua cambia Puente Alta por Rancho el Feo, y lo que ha hecho la CHD es «poner en papel una resolución de algo que se venía haciendo veinte años»