El universo simbólico de Luis Moro

«Vivimos siempre acotando un lugar, creando esferas, buscando la calidez del círculo que nos resguarda y nos ampara. La esfera puede definirse como ese espacio interior animado y vivido donde encontramos cobijo y nos protege del exterior, del afuera. Ella marca los límites de nuestra intimidad». Estas palabras de Mercedes Gómez-Blesa escriben la tarjeta de visita de la exposición que el creador segoviano Luis Moro ha inaugurado este sábado en el Museo Tecnológico del Vidrio de la Real Fábrica de Cristales de La Granja.

La muestra, bautizada como 'La esfera invisible', baja el telón de las actividades que se han llevado a cabo para conmemorar el Año Internacional del Vidrio en la que es la referencia nacional e internacional de este poderoso y al mismo frágil elemento inspirador y conductor de manifestaciones artísticas como la que propone Moro. La exposición se podrá visitar hasta el 26 de febrero del año que viene.

El reconocido y renombrado creador segoviano diversifica su proyecto y lo reviste y desnuda al mismo tiempo a partir de varias disciplinas hasta componer el todo. Pinturas, grabados, arte sonoro, instalaciones y esculturas en vidrio creadas en colaboración con los maestros vidrieros de la Real Fábrica de Cristales integran la aventura en la que Luis Moro toma la esfera, la sugiere y la carga de sentidos hasta hacerla «uno de los tres símbolos centrales en torno a los cuales gira esta nueva exposición del artista», explica Gómez-Blesa.

Ese cariz multidisciplinar se aprecia en la división que el artista brinda al espectador. Distribuye el conjunto entre tres espacios y continentes. El primero acapara las salas 1 y 2. En este eje, Moro recrea, a través de tres lienzos, silla intervenida, dos esferas de cristal y un juego de miradas «la esfera íntima delirante de Felipe V en su palacio», explica el autor. Además, el artista contrapone la racionalidad y despotismo ilustrado de Carlos III por medio de un molde de metal con el que se elaboran las piezas de vidrio, como símbolo de «la normatividad férrea del oren social y político cerrado».

En el pasillo de atizaderos, Luis Moro sitúa la segunda esfera de las tres que componen la muestra. El creador modifica el espacio donde la oscuridad del recinto y la letanía de fondo, con la composición sonora de otros segovianos de renombre internacional como son Four Hands Project, condicionan la mirada estética del espectador. El vidrio es el hilo central en esta parte, ya que Luis Moro realiza «un homenaje a esta tarea artesana del soplado a través del cual el aire insuflado, en nupcias con el fuego, va dando forma al líquido ardiente, sumergido en el agua, hasta que adquiere la textura frágil de una esfera de cristal».

El tercer eje -o la tercera esfera- se desarrolla en una sala de paredes negras que hacen destacar el vivo colorido de las acuarelas inspiradas en 'Mitos y fuentes', una carpeta de grabados que realizó ea artista con el premiado escritor Luis Javier Moreno, sobre los Jardines de La Granja de San Ildefonso, y de los grabados 'Dorados sueños de plomo', con diferentes elementos mitológicos de las fuentes de jardín palaciego. Dos potentes videoinstalaciones, con música compuesta para la ocasión por Four Hand Project, «pone el punto final a este universo simbólico» creado por Moro a partir de la figura geométrica.

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