Arahuetes, el origen y final de la familia Alcántara

La familia Alcántara se despide esta noche de los españoles tras veintitrés años de aventuras que han servido para repasar la historia de España de la segunda mitad del siglo XX. El final de 'Cuéntame cómo pasó' significa también la despedida de Sagrillas, el pueblo ficticio con el que numerosas generaciones han recordado y aprendido cómo era la vida en el medio rural español antes de que la despoblación vaciase las calles de miles de localidades castellanas. El pueblo de los Alcántara – Fernández se ha convertido en un símbolo que tiene en Arahuetes, un municipio de apenas 30 habitantes situado a menos de 40 kilómetros de Segovia, el origen y el final de una de las series más recordadas del panorama nacional.

Arahuetes ya nunca podrá desligar su nombre del de Sagrillas. El pueblo en la ficción está ubicado en la provincia de Albacete, pero en la realidad está en plena comarca de Sepúlveda (Segovia). En su plaza y sus calles han rodado la mayor parte de las escenas que narran las aventuras de los Alcántara lejos de San Genaro, su barrio en Madrid capital. De hecho, la vivienda más próxima a la Plaza Mayor de Arahuetes es la casa del pueblo de la familia. Aunque fue utilizada durante las primeras temporadas, pronto las escenas de interior se trasladaron a los estudios de la productora en Pinto.

La propia plaza o la iglesia han sido los escenarios más recurrentes de la ficción. Serán protagonistas también en el último capítulo, con la celebración de las fiestas patronales de Sagrillas. Pero también han sido utilizados otros lugares de Arahuetes. Detrás de la iglesia murió fusilado el padre de Antonio Alcántara, en el pilón del pueblo acabó Carlitos, quien montó una casa rural en una de las viviendas que se pueden observar en el pequeño municipio segoviano.

Pero no solo las calles y edificios del pueblo enamoraron a la productora de Cuéntame. También sus propios vecinos. Y los de los pueblos de alrededor. Prácticamente todos han aparecido en la serie como figurantes.

La lástima, según el alcalde de Arahuetes, es que la serie apenas ha tenido repercusión económica en las arcas municipales. «Si echamos cuentas ha sido deficitario», afirma Pedro Francisco Blanco. Aficionados a la serie sí que han acudido a Arahuetes para conocer el pueblo de los Alcántara, pero «luego no hay ningún sitio para que tomen algo o se puedan quedar a comer». Una de las consecuencias de la despoblación de la España vaciada. Pero esa historia pertenece a otra serie.

Las calles de Arahuetes han aparecido en 'Cuéntame cómo pasó' en quince de las veintitrés temporadas de la serie. La elección del pueblo segoviano como Sagrillas fue sencilla. «Arahuetes lo reunía todo», comenta Cristina Lago, jefa de prensa de Grupo Ganga producciones. Una iglesia y una Plaza Mayor emblemática, nido de cigüeñas incluido, con una casa al lado que tenía todas las características para ser la residencia de los Alcántara.

Los rodajes solían durar dos días y se desarrollaban en verano, ya que en invierno hay poca luz natural y para grabar en exteriores es «imprescindible» la luz solar. En total, participaron entre 70 y 150 personas en cada rodaje, contando con la figuración.

Sagrillas no aparece por primera vez en la serie hasta la tercera temporada, en el capítulo 54. Desde entonces, ha sido recurrente y «fundamental» en el desarrollo de los distintos personajes. «El barrio de San Genaro es la ciudad, la actualidad y el presente; pero en el origen de todo está en Sagrillas, en el pueblo». Hasta en esa encina que elige Herminia para morir.

La importancia de Sagrillas en la serie es consecuencia también de la relevancia que tienen los orígenes en cada familia. La historia de Antonio y Merche es la miles de españoles que dejaron su pueblo en los 50 o 60 del siglo XX para asentarse en las ciudades. Pero no perdieron sus vínculos con sus raíces y regresaron al pueblo. Lo hicieron para descansar, para disfrutar o incluso para sanar, como hace Merche durante la serie.

Pero es una historia que también tiene sus matices. Pedro Francisco Blanco, alcalde de Arahuetes, reconoce que la vida que se refleja en Cuéntame no es exactamente igual a la que había en su pueblo hace medio siglo. «En aquellos años no lo pasábamos tan mal como viene en la serie. En Arahuetes nunca se ha pasado hambre, porque todo el mundo tenía sus huertas y su ganado. En la serie se reflejaba otra cosa. Nos vestían con harapos», comenta. Nada que emborrone en la localidad el recuerdo de haber dado vida a Sagrillas durante quince años y de haber servido a contar parte de la historia de España.

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