«Cuando el turismo se come a una ciudad»

Su planteamiento resume una charla multitudinaria en el centro cívico de San José. «No sé si alegrarme o preocuparme de la acogida porque muchas personas sienten la temática como un problema real de la ciudad», subrayó la moderadora, Raffaela Galante. Bajo el lema 'Segovia no se vende', explicó el objetivo de un foro con cuatro encuentros –con expertos, vecinos y concejales de otras ciudades– y un paseo por los puntos críticos de turistificación. Con el mensaje de 'Derecho a la ciudad', plantea las diferencias entre el actual modelo y el que, a su juicio, la ciudad merece. «Nosotros hablamos de derecho, de un modelo participativo; otros tratan la ciudad como si fuese un bien comercial».

El periodista Jorge Dioni, profesor de la Escuela de Escritores y autor de 'El malestar de las ciudades', fue el primer invitado. Su relato es que la gente se va de las ciudades porque la echan, bien sea por los precios, el ruido o la falta de comercios. «Aquí esto ya no es para que vivas, sino para que lo pases bien». Explicó el modelo de ciudades industriales de Estados Unidos como Pittsburgh o Baltimore, que respondieron a su declive en los 80 cambiando su modelo a ciudades de servicios: centros comerciales, teatros, casinos. Una oferta vinculada al turismo. «Ya no hacemos frigoríficos, puede usted venir». Este modelo se trasladó después a Europa. «Aproveche un edificio o un acontecimiento para atraer a la gente y se pondrá en el mapa». En España se concreta en Barcelona, que aprovechó los Juegos Olímpicos del 1992, y Bilbao, que creció aprovechando el atractivo del Guggenheim. «A partir de ahí, toda ciudad española quería un Guggenheim, aunque no tenga utilidad. No hay arte contemporáneo para todos».

San Juan definió su función en la charla como «segovianizar» el mensaje global de Dioni. Habló de la paradoja de cómo un «flujo turístico sostenible» ha dificultado la vida en la ciudad. La riqueza patrimonial ha puesto a la ciudad en el mapa, aunque tildó el CIDE del Guggenheim segoviano: «20 millones de euros que se ha traducido en falta de inversiones en los barrios». Lamentó una falta de una política pública de vivienda «que hubiera garantizado un desarrollo sostenible en muchos de los barrios de la ciudad» y la ruptura del «juego de equilibrios» que ha hecho de Segovia la provincia en la que más ha subido el precio del alquiler en el último año, un 25%.

El periodista definió el 'muchismo' como uno de los términos claves de su libro. «Que venga mucha gente, cada vez más, no hay límite». San Juan habla de la competición de los equipos de gobierno local para traer cada vez más turistas en los puentes señalados. La cantidad como éxito. «¿Para qué? Ese modelo no está generando riqueza compartida, se está concentrado. Los chavales del IE no le pagan el alquiler a un hombre de Boceguillas que tiene un piso en San José, sino a un fondo de inversión». Que el aumento de visitantes no se traduce en más salarios para las 'kellys'. Un razonamiento que apoyó Dioni: «A partir de un segundo escalón, un hotel solo tiene salarios bajos».

Uno de los hilos del encuentro estuvo en la incidencia de IE University. «¿Pueden 2.400 personas impactar tanto en la ciudad?», planteó la moderadora, que habló de una universidad «muy privada» para enfatizar el poder adquisitivo de sus estudiantes, provocando una sonora carcajada. «En el casco histórico asumimos que no haya supermercados y tengamos que alimentarnos de almendras garrapiñadas, pero se va extendiendo a otros puntos». San Juan expuso consecuencias urbanísticas. «Piso de 120 metros cuadrados, rehabilitación integral, tres miniapartamentos alquilados a 1.600 euros». Y alertó de la tendencia a utilizar locales comerciales para actividad residencial. «Detrás de ese proyecto de corte de tráfico en Blanca de Silos hay intereses inmobiliarios. Es una inversión pequeña con una gran rentabilidad».