Turégano: la cabecerade la comarca presume de castillo

Turégano esgrime una ubicación privilegiada, en el centro de la provincia, con casi todos los núcleos importantes (Segovia, Cuéllar, Sepúlveda o Pedraza) a una distancia de media hora. Es una ventaja turística, además de sus monumentos, con dos iglesias y el castillo, la joya de la corona. Eso se traduce en una oferta amplísima de plazas hoteleras, una por cada cinco habitantes. Es decir, más de 200 entre casas u hoteles rurales para un pueblo que no llega al millar de vecinos.

El turismo es el motor económico reciente para un pueblo agrícola y ganadero, el que hace que la población no se venga abajo, razona su alcalde, Juan Montes: «Llevamos 15 años en torno a los mil habitantes mientras otros pueblos están perdiendo». Es una población envejecida y es difícil renovar generaciones entre los establecimientos.

El envejecimiento llega al sector primario. «Con la mitad de gente se hace lo mismo que antes», resume Montes. «Es verdad que hay varios jóvenes que se están quedando en el pueblo, ahí sí que están funcionando las nuevas generaciones. Pero con la mitad de personal». Con todo, sigue siendo uno de los motores de un pueblo especialmente ganadero entre el porcino y el vacuno. El pueblo cuenta también con talleres mecánicos y cuatro sucursales bancarias. Como cabecera de su comarca, no solo asiste a sus vecinos sino a los municipios de la zona.

El proyecto de los últimos años es el castillo, en el que el Ayuntamiento ha invertido más de un millón de euros, con otro medio millón pendiente. Los pilares son la accesibilidad y la rehabilitación para ampliar el abanico de áreas visitables. La intervención lleva ya año y medio en marcha, con los parones obligados por los descubrimientos arqueológicos. «En estos edificios tan igual, en el momento que te pones a excavar empiezan a salir cosas».

Es la responsabilidad que acarrea tener entre manos un tesoro histórico. Por ejemplo, ha aparecido un alcazarejo en la entrada, todo un tesoro difícil de encontrar. Su elemento diferencial es que es una iglesia encastillada porque Turégano era el feudo del obispo, su lugar de protección cuando se ponían las cosas feas con el rey. Dentro alberga la iglesia, su residencia.

El entorno del castillo es otra de las prioridades del Ayuntamiento. Eso incluye el asfaltado de las calles cercanas. Este último año se ha renovado con adoquines una de estas vías, además de poner a punto otras.

E n las instalaciones deportivas destaca el campo de fútbol de El Burgo ante el auge del club local, que ha pasado de la liga provincial a participar en la Copa del Rey y ser un candidato al ascenso a Tercera División, ya consolidado como el tercer club de la provincia. Entre las inversiones para mejorar la instalación se encuentra incorporar el riego automático, gradas portátiles o se ha acondicionado el bar. «Colaboramos mucho con el club. Son del pueblo, casi todos somos socios». Un club cabecera para un pueblo cabecera.

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