Dos perros que esperaban ser adoptados, en las instalaciones de Animalejos. Antonio Tanarro

La triste vuelta a la antigua normalidad

Con el fin de las restricciones, asociaciones como Animalejos han recogido al triple de animales abandonados que durante el mismo periodo de 2020

Berta Jiménez

Segovia

Lunes, 6 de septiembre 2021, 08:45

En lo que va de año, la Asociación para la Defensa de los Animales de Segovia ha recogido unos 30 perros abandonados, de los cuales, siete tenían microchip identificativo y se ha contactado con los propietarios para su entrega. María Jesús Serrano, presidenta de ... la asociación, cuenta que el número de animales residentes en la protectora suele aumentar «un poco» por estas fechas, porque la gente «vuelve a no adoptar» en época de vacaciones, por lo que el balance entre animales recogidos y adoptados es algo mayor que durante el invierno. Asegura que tras el fin de las restricciones el número de adopciones ha descendido, y pone el ejemplo de seis gatitos que en otro momento «hubieran salido muy rápido» pero ahora llevan ya más de un mes en la protectora.

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Aun así, la asociación ha dado en adopción 17 perros y 7 gatos este 2021. «Seguimos contentos con la tendencia», señala Serrano, quien explica que en estas últimas semanas han recibido numerosas llamadas de familias diciendo que «ya no se pueden ocupar de los animales». Para la presidenta de la protectora, son siempre las mismas «excusas» (alergias, mudanzas, cambios en el lugar de residencia), pero insiste en que la asociación no recoge animales que tengan propietario. «Si no, sería muy fácil», argumenta. En caso de fuerza mayor, explica, tendrían que ser los propios dueños quienes se encargasen de buscarle un nuevo hogar al animal si no pueden cuidarlo. «Abogamos por la tenencia responsable, y eso es ocuparse del animal durante toda su vida», sostiene Serrano.

Coincide con ella Beatriz Touriñán, directora de la asociación Animalejos, quien señala irónicamente que con las vacaciones de verano «han aparecido un montón de alergias que antes no existían e hijos que antes no había», lo que lleva a que muchos animales estén siendo abandonados o cedidos a protectoras. «En los últimos meses está siendo una barbaridad, ha sido espectacular cómo se ha notado el abandono», explica.

Esta asociación ha recogido entre 60 y 70 animales abandonados en esta primera mitad de año, una cifra que «se ha triplicado» con respecto al mismo periodo en 2020. «No tiene nada que ver. Se nota un montón que ya la gente pasa otra vez de los animales», subraya la directora de la protectora, que asegura que ellos sí recogen animales con chip si los dueños les llaman, dado que les parece una mejor solución que el abandono. «Siempre que tengamos sitio y económicamente estemos bien, los cogemos, no me importa que tengan chip», dice. Eso sí, insiste en que le parece un abandono «más grave» el que viene de una familia que el de los animales callejeros.

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Por su parte, las adopciones en esta asociación están siendo muy escasas, cuenta Touriñán, quien calcula que se han adoptado este 2021 alrededor de una treintena de animales. Los perros se adoptan más que los gatos, pero refiriéndose a las últimas semanas, lamenta: «No hay ni una sola llamada». De hecho, tienen actualmente en la protectora 18 bebés de gatos, que no cree que vayan a salir pronto.

Ambas asociaciones sostienen que la irresponsabilidad y el egoísmo de ciertas personas causan sufrimiento a los animales. El último episodio vivido por los integrantes de la Asociación para la Defensa de los Animales de Segovia ocurrió este verano cuando la protectora empezó a recibir llamadas de gente que aseguraba haber visto a un galgo deambulando por diferentes zonas de la ciudad buscando comida. Se enteraron también de que otras dos galgas se habían escapado. Como eran muy miedosos, colocaron jaulas-trampa para capturarlos a los tres, sin éxito. Hasta que el 31 de julio, la protectora recibió una llamada de la Guardia Civil: había dos perros atropellados en la circunvalación de Segovia. El galgo estaba malherido, tenía fracturadas las patas traseras y «no se podía mover»; la galga, desgraciadamente, había fallecido.

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«Nos ha dolido bastante y estamos muy afectados», lamentaba Serrano en un viaje de camino a Madrid con el galgo herido. Se dirigían a un hospital de la capital donde le dejarán en observación a la espera de que le operen, tras haberle llevado a las urgencias veterinarias de Segovia. El coste total será de unos 3.000 euros, o quizá algo más. «Vamos a hacer todo lo que podamos por él», asegura, pero la protectora no cuenta con un presupuesto tan alto, por lo que esperan poder recaudar fondos mediante donativos u otras vías y poder financiar la operación.

Según apunta Serrano, este galgo y las otras dos galgas abandonadas tenían microchip. Aparentemente, se escaparon de un «zulo» de Segovia, «conocido por todo el mundo», donde los perros están llenos de pulgas y garrapatas, dice. «Es la historia de siempre», afirma refiriéndose al mal trato que les dan muchos particulares a estos animales, que en ocasiones se escapan y acaban en la calle. «A los que podemos coger antes porque lo conseguimos, les evitamos esto», señala. Serrano cuenta, además, que los dueños de estos animales acusaron a la protectora de habérselos llevado sin permiso. «Vinieron a nosotros a preguntarnos si os habíamos robado», comenta la presidenta de la asociación, que asegura que los que recoge la protectora son únicamente «los que están en la vía pública».

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Esta protectora normalmente da los animales en adopción a gente de Segovia, Madrid, Valladolid o alrededores. «Más lejos es complicado», dice su presidenta, dado que uno de los requisitos para ellos es «conocer a los adoptantes». Las excepciones son los animales adoptados en el extranjero, a los que se encuentra hogar con ayudar de asociaciones europeas con las que mantienen relación y saben cómo trabajan. «Nunca les mandamos sin saber a dónde van», zanja Serrano.

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