Fiestas de Cuéllar

Más de tres minutos empinando el codo

Se trata de una iniciativa de la peña La Plaga, que además estas fiestas celebra su 60 aniversario, y que tiene una mecánica muy sencilla. Consiste en que cada concursante bebe de una bota llena de limonada el máximo tiempo posible, sin que los brazos rocen el cuerpo. El odre se llena con ocho litros de la bebida para la categoría masculina y de cuatro litros en el caso de las féminas.

Uno a uno, los participantes van pasando por el escenario instalado en la Plaza Mayor mientras los miembros de La Plaga van cronometrando y anotando su tiempo. El público, mientras, no para de animar a los participantes, que no solo son cuellaranos. El concurso de Bebedores de Bota atrae cada agosto a personas llegadas de distintos puntos del país, que se acercan a disfrutar de las fiestas de la villa y a participar en esta curiosa tradición que une la diversión con la difícil técnica de aguantar la bota en alto mientras se acompasa cada trago.

El récord de aguante se sitúa por encima de los seis minutos y no se pudo vencer en esta trigésima edición. David Fernández revalidó el triunfo que consiguió el año pasado, en esta ocasión con 3 minutos y 16 segundos. El segundo puesto fue para Tomique, quien más veces ha ganado el certamen, que aguantó bebiendo 2 minutos y 47 segundos. El tercer puesto fue para Álvaro Garrido, con un minuto y medio.

En el caso de las féminas, la ganadora fue Miriam Gil, con 2 minutos y 7 segundos, seguida de Nuria Minguela, que bebió durante un minuto y 47 segundos; y María Expósito, que aguantó un minuto y 18 segundos.

El concurso de Bebedores en Bota nació en 1970 el domingo de toros, con el fin de cubrir el vacío que dejó el primer concurso de Jota Castellana, que la Peña La Plaga puso en marcha en 1969 y cuya organización se quedó el Ayuntamiento, incluyéndolo en su programación de 1970. De este concurso se hicieron seis ediciones, y, tras un parón, se retomó en 1992, ya con las variaciones actuales, pues en sus inicios la bota tenía doce litros y se llenaba de vino tinto en lugar de limonada.