Tras las huellas de los habitantes del Cega

La formación, que se ha desarrollado en Cuéllar, ha corrido a cargo de Juan José Cebrián, que impartió la formación teórica, mientras la parte práctica se realizó con una salida al río. En ambas iniciativas han participado personas de perfil muy variado, con edades comprendidas entre los 7 y los 70 años.

En la jornada de teoría se entregó a todos ellos un pequeño libro impreso sobre los mamíferos carnívoros ibéricos de la península, con el fin de conocer un poco más a fondo cuestiones como la época de reproducción, el celo, el tema del trampeo y del territorio. Todo ello se detalló en esa primera sesión, con explicaciones sobre los mamíferos y su funcionamiento, especialmente en la zona cuellarana, donde la mayoría son de bosque, pero también de río, en especial junto al Cega, donde los más importantes son los de ribera, como la nutria, la garduña, la gineta o el tejón, que vive entre el bosque y la ribera.

Antes de la formación práctica, los participantes recibieron un cuaderno de campo con huellas de carnívoros, con los que aprendieron a reconocer un poco más los rastros de los animales. La salida comenzó en la zona de la toma de las aguas de la Mancomunidad Las Lomas y continuó río arriba, entre la ribera y el pinar, localizando variedad de rastros. En esa primera zona se detectaron huellas y excrementos de nutria, huellas de garduña y de gineta e incluso un probable excremento de garduña de hace varios días.

Los participantes continuaron su práctica ascendiendo aguas arriba por el margen derecho del río, por la ribera y algunos tramos por el pinar, dado que la ribera es muy agreste. La caminata se detuvo en una zona donde existe una tejonera, que en otro curso similar celebrado hace tres años estaba habitada. En esa ocasión se vio que se encontraba en uso porque en las letrinas se vieron excrementos recientes. En esta ocasión se ha visto que la tejonera se encuentra abandonada, lo que no significa que no haya ejemplares de tejón en la zona, sino que es época de cría y ésta puede estar desarrollándose en otra tejonera. Además, durante todo el trayecto, las huellas de jabalí y corzo fueron frecuentes, así como las de zorro.