El sector del transporte ha dejado de ser atractivo para los jóvenes, que no ofrecen relevo generacional a una flota segoviana que supera los 50 años de edad media. Hacen falta nuevos conductores, pero es difícil crear vocaciones. La consecuencia es que muchas empresas tienen ... camiones parados porque no hay quien se suba a la cabina y tome al volante. La reactivación económica tras la pandemia del coronavirus ha elevado la presión –tanto en viajeros como en mercancías– y el presidente de la Agrupación Segoviana de Empresarios de Transporte (Asetra), Juan Andrés Saiz, utiliza la metáfora del cuello de botella mientras asume la necesidad de hacer más atractiva la profesión para evitar su colapso.
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La patronal regional está en conversaciones con la Junta de Castilla y León para que subvencione al cien por cien su formación como una de las fórmulas que desbloquee el problema. Y es que el carné de camión C y el curso CAP le cuestan a un buen estudiante unos 1.000 euros. «Un conductor se crea muchas veces por vocación y otras por tradición familiar; pero llevar un camión o un autocar no es conducir un utilitario», advierte el matiz el presidente de Asetra.
El linaje y la tradición familiar llevan a algunos vástagos a seguir el camino de los mayores, pero no hay una continuidad generalizada, por eso el relevo es la excepción que confirma la regla. «No porque el padre sea conductor de autobuses lo va a ser el hijo o el nieto. Hay una ruptura», hace hincapié Juan Andrés Saiz Garrido.
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El representante de las empresas en la provinca segoviana aborda las causas por las que el transporte ha dejado de ser atractivo. Habla de un perfil de trabajo, dedicación y esfuerzo en declive. «Las nuevas generaciones quieren calidad de vida, tiempo para el gimnasio o para divertirse con los amigos; por eso buscan trabajos más lúdicos, con mayor grado de libertad», reflexiona en voz alta. No solo hay empresas con camiones parados, sino otras que podrían aumentar su flota y no lo hacen porque no hay personal.
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El dilema es dónde encontrar nuevos conductores. «Ahora hay que buscarlos en la inmigración», resume Saiz, quien compara la situación con la de la hostelería. «Los conductores no se pueden improvisar, no le puedes poner una chaquetilla y que sirva una terraza. Es un trabajo muy especializado», afirma.
Por su parte, la incorporación de la mujer a esta actividad es mayor en el transporte de viajeros que en el de mercancías, que sigue siendo eminentemente masculino pese a sus intentos de apertura. Otro problema está en homologar los permisos de conductores latinoamericanos, una de las principales fuentes para surtir de nuevos conductores. «Pero en Segovia sigue habiendo paro y emigración. Muchísimos jóvenes podrían encontrar trabajo en este canal», anima el presidente de la patronal provincial de empresas del transporte.
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Dadas las circunstancias, Saiz Garrido asume el reto de atraer vocaciones. «Tendremos que ser más atractivos y que los sueldos sean más altos; pero para eso los servicios tienen que estar pagados de distinta manera, tiene que haber un incremento en los ingresos para subir notablemente los sueldos», explica el responsable de Asetra.
No hay recetas mágicas, habla de la ley de la oferta y la demanda. «La competencia tiene que existir en una economía de libre mercado; pero si rebajamos los precios lo que se hace es administrar la miseria», matiza. Asimismo, reconoce los problemas para negociar los convenios colectivos y el dilema que afrontan las empresas. ¿Es rentable ofrecer más dinero al transportista o salen mejor las cuentas teniendo el camión parado?
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1.000 euros
aproximadamente es el coste por le sale a un buen estudiante sacarse el carné de camión C y el curso CAP
El problema se agudiza porque el sector ha recuperado cuotas previas a la pandemia y en algunos casos ha superado los datos anteriores a la irrupción de la covid-19. «El crecimiento se palpa», asegura Saiz. Habla del turismo como gran motor de la actividad económica nacional, con previsiones de más de 70 millones de visitantes que quieren moverse. «Ahora mismo no hay autocares de transporte discrecional para poder atender la demanda a nivel nacional de muchos servicios turísticos», llama la atención el representante segoviano.
Lo mismo ocurre en el transporte de mercancías debido al auge del turismo. «Hay comercios en crisis y está la Segovia vaciada, pero el movimiento entre las grandes ciudades, no solo de España, cada vez es mayor. La prueba es que hay empresas segovianas trabajando en Europa con un alto nivel de funcionamiento», apunta Saiz Garrido.
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Jesús Saiz Garrido
Presidente de Asetra
Jesús Saiz Garrido
Presidente de Asetra
El sector sale de la pandemia reforzado. «Ha sido un test de esfuerzo, las empresas que han sobrevivido ahora se encuentran en mejores circunstancias para afrontar una etapa de normalidad», señala el presidente de Asetra. El transporte de mercancías fue un servicio esencial, pero el de viajeros se vio bajo mínimos, lo que llevó al límite las cuentas de resultados de muchas empresas.
Lo que sigue son, subraya, tiempos cambiantes, de incertidumbre, por la guerra de Ucrania o el suministro de materias primas. Define una transición permanente que obliga a las empresas segovianas, tanto en el transporte de mercancías como en el de pasajeros, a «ponerse al día». Con todo, el coronavirus no ha dejado a muchas empresas por el camino. «No han caído demasiadas, el segoviano tiene una capacidad de aguante grande. Las empresas pequeñas tienen otros recursos, ya sean agropecuarios o de servicios. Han sabido soportarlo con cintura y con despensa», se felicita Saiz.
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