Tráfico deja de poner más de 24.300 multas en Segovia en el año de la covid

Es una barbaridad. Y es que no hay que perder de vista que durante muchas semanas del ejercicio pasado estuvieron en vigor duras medidas de contención impuestas para frenar la expansión de la pandemia, que contemplaban, entre otras actuaciones, la limitación de la movilidad geográfica, ya fuera mediante el cierre perimetral de la comunidad autónoma, sin que pudieran entrar viajeros procedentes de otras regiones, lo que en Segovia se notó sobre todo por la prácticamente nula conexión con la vecina Madrid; o bien a través de la prohibición de desplazarse entre provincias. Solo se salvaban las excepciones de los trabajadores que tenían que cruzar fronteras para acudir a su puesto laboral diario, los estudiantes que se labran su carrera allende de los límites segovianos, las citas médicas o los viajes para atender a personas dependientes.

Pese a lo abultado del volumen de sanciones de tráfico en 2020, el año pandemia se dejó por el camino 24.367 denuncias, si se compara con el curso anterior al de la irrupción del coronavirus en el que reinó la normalidad en los desplazamientos. En 2019, la DGT contabilizó casi 70.000 multas por infracciones del código de circulación y por atentar contra seguridad vial, que a su vez fueron cerca de 16.000 más que las denuncias tramitadas por las autoridades un año antes, pero unas 50.000 que las denuncias interpuestas en 2017, que se alza como el ejercicio más 'multón' en las vías segovianas, ya que se alcanzaron las 119.469 infracciones detectadas.

Si se acerca la lupa a las irregularidades más sancionadas durante el año de la movilidad limitada por las medidas contra la pandemia, los excesos de velocidad siguen siendo los más abundantes. Los interceptados mediante radar móvil incluso experimentaron un ascenso, ya que en 2019 se 'cazaron' 8.878 infracciones por pisar el acelerador más de lo debido y estipulado para un determinado tramo de carretera, y en 2020 subieron las multas acreditadas por este sistema de medición de la velocidad hasta las 9.909, lo que equivale a un 11% de aumento.

Pero los excesos más frecuentes son los que determinan los radares fijos. El año pasado, la Dirección General de Tráfico tiene registradas en la provincia 19.786 denuncias por este tipo de ilegalidad, o lo que es lo mismo, el 43% de todas las multas que se gestionaron en 2020 en la provincia se encuadran en esta categoría. Aun así, la disminución de los trayectos por la movilidad reducida implantada por las autoridades para contener la transmitió del virus tiene su reflejo en la reducción de las sanciones aplicadas a partir de los excesos de velocidad retratados por el sistema de radar fijo, ya que el curso pasado cayeron un 52% en comparación con 2019, cuando se tramitaron casi 42.000 denuncias.

La tercera infracción más frecuente el año de la pandemia fue la de circular sin tener en orden la Inspección Técnica del Vehículo (ITV). A pesar de haberse puesto 3.326 multas por esta razón, fueron 878 menos que en 2019.

Aunque se hayan hecho menos desplazamientos a raíz de las restricciones impuestas a la movilidad, todavía la cantidad de sanciones tramitadas por no llevar puesto el cinturón de seguridad es demasiado alta, por no hablar del riesgo vital que entraña para quienes infringen esta norma. La sujección salva vidas, recuerdan las autoridades. Pese al aviso, a lo largo de 2020 se denunciaron 1.227 incumplimientos, que son 435 menos que las registradas doce meses antes.

El curso pasado, el de la pandemia y las limitaciones a los trayectos por carretera, fue en el que menos multas se pusieron en la provincia de Segovia por no llevar el cinturón de seguridad, que sigue siendo la cuarta infracción más frecuente en la red viaria.

Y hablando de protección de los conductores y pasajeros, destaca no tanto por su volumen de denuncias, sino porque es uno de los pocos apartados que durante los meses de pandemia vio cómo se tramitaban más sanciones que en el curso previo, la interceptación por parte de los servicios que controlan el tráfico de morociclistas que viajaban sin el casco puesto o sin los obligatorios elementos de protección recogidos en la normativa. 'Solo' fueron 69 multas, pero el aumento fue del 24% con respecto a 2019.

Las distracciones al volante continúan. Es otra de las conclusiones que se extraen de las estadísticas de la DGT a la actividad sancionadora llevada a cabo en la provincia durante el año pasado. Para muestra, el botón del uso del teléfono móvil mientras se conducce. A pesar del interés de los responsables de la Administración central en atajar estos comportamientos de riesgo al volante y de las campañas especiales de vigilancia que se desarrollan de forma periódica, las multas gestionadas por esta razón en las carreteras de Segovia aumentaron en 2020 con respecto a 2019. Y eso a pesar de la disminución de la presencia de vehículos en circulación.

La subida, eso sí, es muy leve. Cuatro sanciones más que en el curso anterior al de la irrupción del coronavirus, pasando de 985 a 989, según la información recabada por la Dirección General de Tráfico.

Tras los excesos de velocidad 'retratados' por los radares fijos y móviles, la circulación sin la ITV pasada y el no usar el cinturón de seguridad cuando se va al volante, el cuarto incumplimiento más común de la norma de tráfico en la provincia en el año marcado por el coronavirus se refiere a las infracciones por estacionar o aparcar indebidamente. La DGT pone de relieve en su recuento un cierto estancamiento con respecto al ejercico anterior -de 1.030 a 1.023 multas-. Como ocurre con el cinturón de seguridad, esta cifra supone el menor número de sanciones por esta causa registradas en la provincia en los últimos seis años, periodo de tiempo en los que estos comportamientos se han reducido en más de la mitad

El menor uso de la red viaria interurbana de la provincia durante buena parte del periodo de estado de alarma también se ha notado en la reducción de las infracciones de la norma de circulación relacionadas con conductas de riesgo y penalizadas. Un ejemplo, los adelantamientos en tramos donde no están permitidos. Este tipo de denuncias experimentó el año pasado un descenso del 34%. De las 323 gestionadas por las autoridades en 2019 se pasó a 213.

La Asociación de Automovilistas Europeos (AEA) ha elaborado estudio que analiza la litigiosidad de los conductores españoles frente a las multas de tráfico. Una de las conclusiones es que «cada vez son más numerosas las resoluciones judiciales que anulan total o parcialmente» las sanciones impuestas por la Dirección General de Tráfico. El informe, hecho público a finales de julio, también recoge una mayor frecuencia de las resoluciones judiciales que condenan al organismo de la administración al pago de las costas «por apreciar temeridad o mala fe». La asociación se refiere en especial a las sanciones por exceso de velocidad «porque no se aplica correctamente el margen de error de los radares».

En los últimos tres años, el número de sentencias judiciales favorables a los conductores sancionados ha subido catorce puntos porcentuales, lo que equivale a la anulación actualmente de casi la mitad de estas multas, indica AEA. La asociación que preside Mario Arnaldo asevera en el estudio que Tráfico ha formulado 70 millones de denuncias en las carreteras de su competencia durante los últimos veinte años, con una recaudación que ronda los 6.500 millones de euros en todo el país. El volumen de sanciones circulatorias creció un 122% en dicho periodo.

A raíz de la reforma de 2009 en la Ley de Seguridad Vial, que aumentó la rebaja por pronto pago del 30% al 50% del importe de las multas a aquellos conductores que no recurrían, en la actualidad «el 64% de los conductores prefieran pagar con descuento a recurrir, aunque consideren injusta la denuncia», señala el estudio.