Los trabajadores mayores de sesenta años se duplican en Segovia desde 2012

Este contexto deduce que los segovianos cada vez estiran su desempeño más allá del momento de retirarse. Permanecen en sus puestos a pesar de cumplir la edad de jubilación, bien porque se sienten aún útiles; porque la salud les ha respetado y cuentan con las fuerzas, las destrezas y los conocimientos suficientes para continuar, o bien por la necesidad de sumar unos meses de cotización para acceder a una mejor pensión. Por eso postergan el punto y aparte a la trayectoria laboral antes de abrir las puertas a una nueva etapa vital. En Segovia, según el Ministerio, en enero había más de 1.600 trabajadores que habían dejado atrás los 65 años, cuando en 2012 eran aproximadamente 640.

El colectivo de mayores de 60 años que continúan al pie de cañón no solo se ha duplicado en los últimos doce años, sino que además este grupo etario ha llegado a su máximo de 'miembros' desde 2012. Es, además, más numeroso que el de los jóvenes dados de alta en la Seguridad Social, lo que evidencia el déficit de relevo generacional. Por debajo de la treintena, este reciente enero, el sistema público tenía registrados 7.751 afiliados, 750 menos que las vidas laborales con más experiencia acumulada.

En concreto, el aumento que ha experimentado este segmento de veteranos en el tajo es del 93% desde 2012, que es el año que significó un punto de inflexión a la hora de marcar nuevos horizontes temporales a quienes estuvieran en capilla para jubilarse. A partir de aquel ejercicio empezaron a encadenarse los sucesivos retrasos en el establecimiento de la edad oficial del retiro. También paulatinamente han ido cambiando las condiciones para cruzar el umbral que separa el desempeño laboral del acogimiento a la jubilación con un pleno en la cotización. En 2013, para percibir el 100% de la pensión, se pasó de los 65 años (que era lo estipulado a tener que haber cumplido 65 y un mes.

La reforma introducida hace trece años por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha ido atrasando la edad legal del licenciamiento con la finalidad de garantizar la sostenibilidad de las nóminas de una sociedad con una esperanza vida más larga. Segovia es una de las provincias de cabecera en España por su longevidad. Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2022 era de 84,4 años, ocho meses más que cuando la Administración central decidió postergar la edad del retiro laboral.

El presidente de la Federación Empresarial Segoviana (Fes), Andrés Ortega, define el fenómeno como «nuevo y curioso». Al buscar explicaciones, el responsable de la patronal provincial lo asocia al propio «desarrollo de la curva demográfica», con una sociedad que «ha envejecido mejor, lo que ayuda a que se quiera estar más activo».

Ortega añade a los motivos del progresivo envejecimiento de las plantillas «la dificultad de los jóvenes para acceder al mercado laboral». Sobre atrasar o adelantar la jubilación, opina que puede aplicarse en función del sector de actividad en el que se desarrollen las atribuciones. Por ejemplo, aquellas tareas que requieren un mayor esfuerzo físico son más susceptibles de que no se alargue la vida laboral; por otra parte, hay profesiones en las que el trabajador puede demorar el retiro porque «se siente necesario y se encuentra bien de salud».

«Es importante valorar el talento sénior», llama la atención el presidente de la federación sobre la importancia de los mayores en las empresas. Su incorporación cotiza al alza frente a lo que se pensaba hace unos años, cuando se menospreciaban las capacidades de los más veteranos, los cuales «tenían más dificultades para ser contratados».

El secretario general de la Unión Provincial de Comisiones Obreras (CC OO) en Segovia, Álex Blázquez, piensa que el progresivo envejecimiento de la masa laboral es «negativo» porque equivale a decir que los jóvenes no están en encontrando hueco en el mercado. La juventud -explica- «no encuentra la estabilidad de un trabajo y termina yéndose». La falta de empleo a esas edades les hace «altamente vulnerables». Por otro lado, los más veteranos que continúan en el tajo poseen un mayor equilibrio en sus vidas.

Blázquez deduce que la mayoría de los trabajadores más mayores desempeñan sus tareas en las administraciones públicas. Por su parte, el sector servicios, que engloba fundamentalmente al comercio y la hostelería, es en el que muchos jóvenes tienen su primer contacto con el mundo laboral. Son trabajos normalmente «de fin de semana, a turnos y con remuneraciones bajas». Para revertir este escenario, el secretario provincial de CC OO aboga por ofrecer «empleo de calidad». La diversificación en la que ganase peso la industria sería un punto a favor de «la estabilidad que tanta falta hace».