Varios grupos de personas en algunas de las terrazas situadas en la avenida del Acueducto. Antonio de Torre

Entre el 20% y el 30% de los trabajadores de la hostelería seguirán en ERTE en julio

Los bares sin terraza y los restaurantes con grandes comedores son los que más problemas tienen para reincorporar a sus plantillas

Quique Yuste

Segovia

Miércoles, 1 de julio 2020, 10:45

La Agrupación Industrial de Hosteleros Segovianos (Aihs) confía en que a partir de hoy, con el inicio del mes de julio, los bares y restaurantes rescaten a buena parte de los trabajadores que continuaban en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE). Sin embargo, un porcentaje importante de los empleados del sector hostelero de la provincia, entre el 20% y el 30% según el vicepresidente de la Aihs, Jesús Castellanos, continuará sin trabajar al menos durante el mes de julio debido a la posibilidad de prorrogar los ERTE hasta septiembre y a la baja afluencia de turistas que por el momento recibe Segovia.

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Para Castellanos, seguirán en ERTE los trabajadores de los establecimientos hosteleros que no disponen de terrazas –o cuentan con unas pequeñas–, a los que augura un difícil verano debido al temor de buena parte de la población a consumir en el interior de un bar o restaurante. El mismo motivo es el que influirá en que los grandes restaurantes de la provincia – con comedores para varios centenares de comensales– funcionen durante las próximas semanas con menos de la mitad de sus plantillas al prever que en verano tanto los segovianos como los turistas van a recelar de realizar comidas o cenas en el interior. «La gente acepta las terrazas pero le cuesta más en los comedores. Esos bares o restaurantes no pueden trabajar así ni con la mitad de su plantilla. Es imposible. En principio calculamos que entre un 20% y un 30% de los trabajadores va a seguir en ERTE durante julio», afirma.

Donde el vicepresidente de la Aihs sí prevé un repunte de la actividad a partir de hoy es en las zonas industriales de la provincia, donde se ubican bares que ofrecen menús diarios a los trabajadores. Castellanos considera que con la llegada de julio serán muchas las empresas tanto de Segovia como de otras provincias que vuelvan a trabajar con relativa normalidad, lo que supondrá un mayor consumo de sus empleados en este tipo de establecimientos. «Ahora mismo Segovia está escasa de trabajadores de Madrid, gente que venía a la provincia para realizar trabajos puntuales de cinco o seis días. Esa gente esperamos que empieza a llegar ya», declara.

Más habrá que esperar según las previsiones de la Aihs para que el turismo vuelva a llenar los bares y restaurantes de la provincia. Aunque Castellanos confía en que con la llegada del verano y el inicio de las vacaciones de muchos trabajadores que no han cesado su actividad durante la crisis sanitaria el número de visitantes aumente, apunta que el incremento se va a producir de una manera paulatina y que hasta el segundo fin de semana de julio no se apreciará una mayor afluencia de turistas a la ciudad. «Esperamos cada vez más, aunque somos conscientes de que es un julio atípico. Aún así hay gente que va a coger vacaciones y que quiere salir fuera, por lo que esperamos que empiece a notarse la mejora», subraya Jesús Castellanos tras un fin de semana, el último de junio, que tradicionalmente es de los mejores para el sector debido a las fiestas de San Juan y San Pedro. «Las hemos echado de menos pero ya es algo que tenemos descontado. No podemos contar con algo que no va a pasar, por lo que ya estábamos mentalizados», lamenta Castellanos de unos días «fabulosos», similares a otros puentes o Semana Santa, que se han quedado con una afluencia de turistas «media o baja».

Según las expectativas

La primera semana de la 'nueva normalidad' ha transcurrido en Segovia según las expectativas que manejaban los hosteleros, «Ha sido floja. La gente todavía esta reticente. Aunque se ven las terrazas llenas por la tarde, a la hora de dar de comer o cenar en los comedores a la gente le cuesta más. No se tiene miedo para tomar un refresco o una cerveza, pero sí para entrar a comer o cenar en un restaurante», advierte Castellanos. Por todo ello, estima que en la actualidad la afluencia de turistas en Segovia ni siquiera alcanza el 40% de lo habitual otros años en estas mismas fechas.

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La baja afluencia de visitantes encuentra su contrapeso en la positiva respuesta que desde hace un mes han tenido los segovianos ante el regreso de la hostelería tras tres meses de confinamiento. «Estamos encantados. Teníamos mucha precaución porque no sabíamos cómo iba a responder la gente tras tres meses en sus casas, pero lo ha hecho de una manera fantástica y respetando las normas de seguridad», celebra el vicepresidente de la Aihs. Tras unos primeros días que reconoce fueron un tanto «caóticos», señala que los días posteriores al fin del estado de alarma han sido «muy tranquilos», sin problemas con los aforos o con las distancias de seguridad. «Tenemos mucho que agradecer a los segovianos. Es una maravilla ver las terrazas llenas por las tardes. Su respuesta es muy buena, mientras que el turismo va más despacio», resume Castellanos, que ya echa la vista a un otoño lleno de incertidumbre en el que no sabe cuál será la respuesta de los segovianos cuando bajen las temperaturas.

Lo que sí tienen claro los hosteleros es que, a falta de turistas, es el momento de cuidar más que nunca a la gente de Segovia. «Debemos tener una oferta que sirva tanto para segovianos como para turistas, pero este verano tenemos acciones culturales realizadas con el Ayuntamiento, con cerca de 500 conciertos repartidos por toda la ciudad, que están dirigidas a incentivar la calle y dirigidas a los segovianos», subraya sobre unas actuaciones de música y magia que comenzarán esta misma semana.

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Como Palencia

Al hablar de la afluencia de turistas, Castellanos de nuevo diferencia entre los establecimientos que disponen de amplias terrazas, y que tendrán menos problemas durante los próximos meses, y aquellos que no tienen o que disponen de poco espacio para colocar mesas y sillas. «Los turistas que llegan a Segovia se quedan en las terrazas. Lo que hay que hacer entonces es apoyar a los que no la tienen porque lo van a pasar muy mal este verano», asevera el directivo de la Aihs, quien aunque valora y agradece el esfuerzo del Ayuntamiento al aprobar una línea de ayudas por valor de 110.000 euros para esos establecimientos, considera que es algo «insuficiente», motivo por el que seguirán peleando por obtener más apoyos para los 113 bares de la ciudad sin terrazas. «Va a ser complicado. La ayuda está basada en proveer a los establecimientos sin terrazas de los gastos derivados de la crisis sanitaria, como geles, mamparas o termómetros. Tendrán que presentar a la Aihs una factura con esos gastos y se les abonará lo que corresponda, con un máximo de unos 1.000 euros por establecimiento».

Un apoyo escaso para un problema cuya solución, según Castellanos, pasa por buscar la manera de que los bares que no tienen terrazas puedan disponer de una. «Hay que darle una vuelta y buscar soluciones para hacer posible lo imposible», comenta. En este sentido pone como ejemplo Palencia, ciudad en la que los directivos de la Aihs han observado que se han habilitado plazas de aparcamiento para que los bares y restaurantes pudieran instalar sus terrazas y cuyo espacio está delimitado por palés. «Estoy seguro de que en Segovia se va a haber lo mismo. Aquí el problema es en la zona ORA, pero creo y espero que se podrá realizar», afirma. «Para muchos bares poder instalar una terraza con cuatro o cinco mesas puede suponer evitar la ruina», añade Castellanos, consciente de que aún así habrá establecimientos en los que será imposible habilitar terrazas. «Tampoco pedimos imposibles».

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Cambio de hábitos

Por último, considera que entra dentro de lo previsible que buena parte de los visitantes de otras provincias haya preferido acudir durante estos días a zonas rurales o de la sierra en lugar de a Segovia capital. «Es verdad que la sierra está a tope. Esa búsqueda de las zonas rurales más pequeñas sabíamos que se iba a producir. El problema es que esas zonas también se acaban llenando», asevera. Así, afirma que el último fin de semana había más gente en estas zonas que en Segovia capital, «donde se ha podido disfrutar mejor de la ciudad, con espacio de sobra para pasear o comer». Por ello, advierte a los turistas que consideran que en las zonas rurales van a estar más tranquilos que «ahora en Segovia se ofrece un turismo de diez porque no hay tanta afluencia de gente».

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