Torrecaballeros reparte medio millar de huevos solidarios

Cuando la solidaridad es la protagonista, no importa ni el viento ni el extremo calor. Torrecaballeros cumplió este miércoles con la cita anual de la merienda solidaria, que tiene como plato principal los huevos fritos, y cuya recaudación se destina de forma íntegra a la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Los vecinos de la localidad y de municipios aledaños reservan esta fecha en el calendario, que cumple más de cinco años desde que se puso en marcha por primera vez.

Una ración de huevos con chorizo puede parecer una receta simple. Sin embargo, en Torrecaballeros salva vidas. A falta de un recuento final, estaba previsto que se vendieran en torno a 550 boletos, aseguró el alcalde, Rubén García. La anterior edición «hubo una afluencia enorme», hasta el punto de que los tiques se agotaron y el cupo se tuvo que ampliar en el último momento. En total, se repartieron 500 platos, lo que supone más de un tercio de la población total del municipio.

«La gente es muy solidaria, vienen a la merienda desde otros pueblos cercanos, incluso de la ciudad de Segovia», especificó. El motivo principal de su visita no es solo degustar este plato, sino colaborar en la lucha contra el cáncer. «Hay personas a las que no les gusta el huevo que colaboran con una donación», sostuvo. Cada boleto tiene un precio de tres euros. Asimismo, «algunos vecinos compran dos o tres raciones y solo comen una para contribuir a la causa», explicó García.

El encuentro se celebró en el entorno del complejo deportivo 'Pirata Olivia', ya que el origen de esta iniciativa parte de dos vecinos que hace años regentaban el chiringuito existente en este espacio. En la actualidad, el evento cuenta con la colaboración de la Asociación local de Empresarios, la piscina municipal y el Consistorio, además de la empresa Ruta 3.

Minutos antes de las 21:00 horas, decenas de voluntarios vistieron su mandil y se pusieron al frente de los fogones para freír más de medio millar de huevos. No tardaron en llegar los comensales, pese a las altas temperaturas, que acudieron en fila para poner «su granito de arena», declara García. «Es una buena opción para pasar un rato agradable», concluye.

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