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Sepúlveda era ayer por la mañana un pueblo marcado por una contagiosa alegría, la de sus vecinos, la de los encargados de los negocios y establecimientos, la de las personas agraciadas y por supuesto, la de Marisa Lobo y Domingo Sanz, al frente de la administración de loterías situada en la plaza de España del municipio, que en el sorteo del pasado domingo 1 de mayo vendieron cuarenta décimos del segundo premio del sorteo extraordinario celebrado con motivo del Día de la Madre.
En total, 1.003.600 euros. Cada uno de los cuarenta décimos agraciados será premiado con 25.090 euros. Poco importaba que lloviera;ya había llovido también un día antes, pero una buena cantidad de dinero gracias al 80097, número agraciado. A primera vista, no parece el número más bonito del mundo o el que más llame la atención, pero más de uno hubiera deseado tenerlo en su bolsillo. De hecho, en la jornada del sábado vendieron los últimos que les quedaban.
Las felicitaciones eran constantes en los pocos metros que separan la administración de loterías de los establecimientos que hay enfrente, desde el vendedor de cupones de la Once hasta la gente que entra en la administración, abierta para seguir atendiendo a los clientes y con el cartel que indicaba el premio, aunque ayer era un día festivo. «La verdad es que se siente una alegría inmensa, de hecho ha pasado tiempo y todavía estoy nerviosa», comentó Marisa Lobo.
FABIO MIGUEL
BAR LA QUEDA
Su teléfono no ha parado de sonar. «Me ha llamado mucha gente, pero no sabemos exactamente a quién hemos vendido los décimos. Ojalá que hayamos vendido a mucha gente de por aquí, del pueblo, pero si algún turista, que esta semana ha habido mucho visitante en el pueblo, ha resultado agraciado, pues mira que recuerdo más bueno se lleva de Sepúlveda. Quién sabe, a lo mejor vuelven», manifestó, resaltando su alegría.
Y además se da otra circunstancia. Este sorteo correspondía al sorteo especial del Día de la Madre;una fecha señalada en el calendario y que será difícil de olvidar. «Seguro que alguna madre recibirá un regalo estupendo», añadió Marisa Lobo. Yestán en racha. Hace poco dieron un premio correspondiente a una Bonoloto de más de 300.000 euros, también de quiniela, más algún que otro premio de la lotería. «La verdad es que estamos dando muchos premios, estamos muy contentos y felices». Para ellos ese era el mejor regalo.
Yes que repartir esa alegría colma las aspiraciones de los dueños de la administración, aunque no lleven el décimo premiado. «Lo bonito de este trabajo es que permite dar muchas alegrías; nos gustaría que tocase a todo el mundo, pero eso es imposible, sobre todo a todo el mundo que conocemos», dijo, para añadir también que era posible que alguno todavía no se haya enterado de que le ha tocado la lotería aunque las noticias corren a la velocidad de la luz.
gabriel garcía
Pastelería El Castillo
Ese sentimiento de alegría era compartido por los vecinos de Sepúlveda y algunos, haciendo gala de su buen humor, como Fabio Miguel, del restaurante bar La Queda. «Nosotros hemos felicitado a todo el que entraba, por si acaso les había tocado», manifestó con una sonrisa. Desde luego era el comentario de la mañana, más allá de temas deportivos o políticos, tan de actualidad hoy en día. «Se ha vivido con ilusión que se haya vendido aquí; siempre es bien recibido haya tocado o no, así que mucha alegría por todo el mundo; decimos que nos toca, pero ya se sabe, para reírnos un poco».
Contentos estaban también los clientes que a esa hora de la mañana se encontraban tomando un café o un pincho, entre bromas y risas. «Si es que es perfecto, es para estar contento;es una maravilla para el pueblo más bonito de España», comentó Miguel Ángel Revilla.
Cerca, en la pastelería de enfrente a la administración, confesaron no tener noticia del feliz acontecimiento, pero cuando se pusieron al tanto, no ocultaron también su satisfacción. «En definitiva, es bueno para todo el pueblo», comentó Gabriel García, de la pastelería El Castillo. Quién sabe, puede que alguno compre una tarta o unos cuantos pasteles para celebrarlo. «Siempre es bueno, también para el lotero, para su prestigio y reputación... Todo es bueno, para todos», concluyó,
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
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