Los premios De Pura Cepa nacieron en el complejo año pasado con el objetivo de reconocer todo lo bueno de esta tierra a la que tan íntimamente está ligada El Norte de Castilla. Su creación obedeció a la necesidad de llevar alegría en un tiempo extraño y complicado y su reto, en esta segunda edición, es consolidarse como unos galardones que sirvan para incentivar a la sociedad segoviana.
Publicidad
Cinco son las categorías del certamen. La primera, que da nombre a los galardones, es el premio Segoviano de Pura Cepa, que persigue reconocer la labor de impulso sostenida en el tiempo en favor del desarrollo de Segovia, con la distinción a la persona física o jurídica que sea referente en su entorno y ejemplo de vida, dedicación, trabajo o acción. Pablo Martín, presidente nacional de los sumilleres, aglutina todas esas condiciones para hacerse merecedor de un premio que lo es también para todo el sector del turismo, motor de la vida social y económica segoviana. El galardonado ha sido durante casi medio siglo la cara amable de la ciudad, desde los salones del viejo y emblemático Mesón de Cándido, a los pies del Acueducto.
En la categoría de empresa se ha buscado premiar la actividad industrial o comercial que favorezca el desarrollo económico y social de Segovia. Bioammo es el nombre de una compañía rompedora en todos los aspectos, desde su original producto, con la fabricación de munición de caza biodegradable, hasta su ubicación, en el castigado mundo rural, donde ha instalado una fábrica en la histórica localidad de Santa María la Real de Nieva.
El premio sociocultural, que valora las acciones de organizaciones o personas que acrediten un notable compromiso social o cultural, ha recaído en un grupo musical más segoviano que el Acueducto. La inmensa y larga trayectoria de más de cincuenta años del Nuevo Mester de Juglaría sería razón suficiente, pero en esta ocasión el argumentario se ve reforzado con el hito de la celebración del quinto centenario de la batalla de Villalar. Ellos popularizaron la figura de Padilla, Bravo y Maldonado al poner música y pasión al romance Los Comuneros del poeta Luis López Álvarez.
Sonrisa
El deporte segoviano tiene una sonrisa permanente en el atleta Javier Guerra. En unos días toda Segovia estará pendiente de su participación en la maratón de los Juegos de Tokio. Correr y correr para demostrar que esta es una tierra de gente aguerrida.
Publicidad
Como lo han demostrado los vecinos de Lastras de Cuéllar, esforzados en la reivindicación de agua potable. Su unión, su lucha y sus movilizaciones durante años le hace acreedor del premio Pueblo del Año. Entre 208 municipios, bien representa el espíritu de una provincia, de una tierra que no se rinde.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.