Tierra de Pinares visibiliza el comercio de proximidad para salvar los pequeños negocios

A través de esta campaña, que se está desarrollando bajo el lema 'Yo consumo en mi tierra, yo compro en mi comarca', se dan a conocer los productos y servicios que se ofrecen en la comarca como herramienta para el desarrollo económico, social y medioambiental, con el finde contribuir a la sostenibilidad de los municipios de la zona.

«Tenemos tanto empresas grandes como pequeñas y de diferentes sectores. Son un mosaico que muestra buena parte de la realidad de la zona», afirma Mayte Ferreiro, gerente de Honorse, que valora la campaña como positiva, especialmente por la participación de los implicados y la representación tan variada. En breve se espera alguna colaboración del comercio de Cantalejo, donde se está promoviendo una asociación de comerciantes que se está impulsando también a través del Ayuntamiento. La intención de Honorse es mantener la campaña algún mes más, aunque entienden que ahora que los comercios ya han empezado a trabajar, les resulta más costoso tener tiempo para preparar el vídeo que se sube a las redes. Algunos de los participantes pusieron en marcha sus negocios con parte de financiación de programas Leader.

Juan Antonio Vicente regenta un pequeño negocio de reparación de calzado, afilado de cuchillos y duplicado de llaves en Cuéllar, con una amplia oferta, tal y como explica en el vídeo. En reparación de calzado, por ejemplo, su trabajo se centra en un mantenimiento eficaz y duradero, con materias primas lo más ecológicas posibles y de primera calidad.

Según afirma, «ahora más que nunca, el pequeño comercio necesita el apoyo de los vecinos» para que «familias sencillas como la nuestra puedan seguir adelante y la comarca de Cuéllar siga con vida». Reconoce que las primeras semanas de confinamiento las pasó «con un poco de angustia y deseando empezar a trabajar, pero teniendo en cuenta que lo más importante es la salud para todos». Ahora, con el negocio nuevamente en marcha, ha acondicionado el local con todas las medidas de seguridad e higiene oportunas para evitar problemas de salud. Así, en el momento en el que recoge el calzado «lo primero que hago es desinfectarlo, rociarlo por dentro y por fuera», para después comenzar a trabajar. La mascarilla y el gel hidroalcohólico son otros de sus aliados. Aunque aún no se trabaja al 100%, Juan Antonio Vicente apunta que ve a la gente «con ganas de apostar por la zona».

Naranjo Hogar y Decoración es una empresa familiar instalada en Cuéllar con 65 años de andadura. La campaña le ha permitido dar a conocer las tres líneas comerciales con las que trabajan, que se complementan entre sí:venta en tienda de artículos textiles para el hogar; decoración textil, con la confección e instalación de cortinas, paneles y estores; y protección solar, con la instalación de toldos manuales y motorizados.

Afirma que durante el confinamiento, con la tienda cerrada y la actividad suspendida, se encontraban «un poco impotentes. No sabíamos cómo iba a acabar todo, si cuando abriéramos la gente iba a tener ganas de consumir, si nos recordaban», por lo que le pareció interesante participar en la campaña, y más en un lugar «donde nos conocemos todos y todos dependemos de todos». «Si yo no consumo aquí, el pescadero no puede funcionar, el carnicero tampoco. Somos una cadena», afirma. «Lo único que nos puede salvar a los pequeños negocios es que todos consumamos en la cercanía».

Durante el confinamiento han atendido a sus clientes a través del teléfono y el correo electrónico, resolviendo sus dudas, ofreciendo asesoramiento sin compromiso, presupuestos aproximados... Ahora, tras comenzar de nuevo a trabajar, lo han hecho de diferentes maneras. Es temporada alta en la instalación de toldos, por lo que en ese aspecto las ventas son buenas, pero la campaña suele comenzar en marzo, por lo que esta temporada se ha retrasado. Sin embargo, «la venta de mostrador está lenta».

Han notado algún cambio, como que «casi el 100% del que entra a la tienda es porque tiene claro lo que necesita y lo compra, al menos en mi caso». También se han adaptado a las nuevas medidas de seguridad, que han implementado en tienda, y al mismo tiempo ofrecen algunas soluciones, como la adaptación de las cortinas enrollables a un material como el PVC. Se hacen transparentes y se instalan en mostradores a modo de mampara, con la posibilidad de recogerlo en cualquier momento. Este y otros productos los están promocionando también en redes «gracias a mis hijos, para que esto, que es una empresa familiar, salga adelante».

En Carbonero el Mayor sesitúa la Policlínica Pilar Criado, un centro en el que trabajan más de una quincena de especialistas y que ofrece servicios de traumatología, médico rehabilitador, fisioterapia, hidroterapia, fisioterapia osteopática, podología, preparador físico, psicología, terapia ocupacional, logopedia, nutrición y dietética, alergias y migrañas. Al frente se encuentra Pilar Criado, directora y fisioterapeuta, que también ha decidido sumarse al proyecto de Honorse.

Su negocio surgió en el año 2012 con el objetivo de descentralizar los servicios sanitarios y acercarlos al medio rural. Fue uno de los proyectos que fue subvencionado por Honorse a través de sus programas Leadercal. Criado aboga por «mentalizarnos de que tenemos que colaborar con los negocios locales para que tampoco haya una gran pérdida de puestos de trabajo», lo que, además, «va a redundar en toda la economía, no solo a nivel provincial y comarcal». En su apuesta por el comercio local, explica que «hay sectores que se han tenido que sacrificar en pro de la prevención, y ahora hay que devolver un poco la moneda», apuntando que la gente está siendo «bastante responsable a nivel usuario».

En su caso, comenzaron a trabajar el 6 de abril con servicios esenciales, «porque tenemos pacientes neurológicos y geriátricos con los que no podíamos perder el trabajo que se había hecho durante todo este tiempo». La atención en esa etapa, en la que el trabajo se redujo un 95%, era domiciliaria. El 4 de mayo ya se abrieron las puertas de la clínica, pero «aún estamos arrancando. Han empezado a venir los especialistas y, como es un equipo multidisciplinar, hay especialidades que van mejor y otras más lentas». Ella prefiere «ir tranquila. Sobre todo, es una decisión personal de primar la seguridad frente a un mayor volumen».

En su caso, como fisioterapeuta, lleva cuatro guantes por cada actuación, pantalla, bata impermeable, gorro para cubrir el pelo… «Tratamos a los pacientes pensando que podemos ser portadores», afirma.

Desde Olombrada también se ha sumado a la campaña Rosa Arranz, ganadera y muy vinculada en los últimos años a Honorse, puesto que durante más de una década ha formado parte de su directiva. A su juicio, este tipo de iniciativas «nos tienen que hacer ver que si consumimos cerca, estamos ayudándonos a nosotros mismos y a nuestros vecinos». Arranz apela al sentido de comunidad y recuerda que se trata de todo tipo de consumo, no solo de productos agrícolas y ganaderos, porque «no hubieran cerrado tiendas de textil, calzado o cualquier otra, si como consumidores pensamos que si compramos una camiseta de tres euros que viene de Bangladesh, hay algo detrás que no puede ser muy decente».

En lo que respecta a alimentación, apunta que a los productores les han seguido pagando igual, mientras el precio «se ha incrementado bastante en supermercados», por lo que «está habiendo una clara especulación y el mercado y la distribución se aprovechan de estos tiempos». Por ello, anima a los consumidores a pensar en lo que van a comprar y a adquirir en tiendas pequeñas aunque cueste un poco más, porque favoreciendo a los pequeños comerciantes «los voy a tener ahí, y a lo mejor una gran empresa, si no le interesa, pues se va».