La terna de rejones sale a hombros en el festejo aplazado en Cuéllar

Andy Cartagena bien en el primer tercio clavando dos de castigo donde ya el toro marco desde el inicio su falta de bravura. En banderillas, el de Benidorm hizo un esfuerzo más que notable para hacer una faena clavando bien a la grupa y ajustando en los embroques. Poco puso el toro de su parte por lo que la actuación resultó alto descafeinada. Finalizó con dos cortas y haciendo una exhibición de doma con su cabalgadura. Mató de manera muy efectiva obteniendo una oreja. Con su segundo, el cual también resultó parado, planteó una faena de similares características a la primera, dos de castigo y tercio de banderillas con entrega y tirando de oficio, lo más aplaudido y vibrante fue con un caballo albino desde los medios a la barrera cabalgando de manos. Estocada fulminante, recibió dos orejas.

Sergio Galán colocó dos de castigo en muy buen sitio, pero no consiguieron avivar las embestidas del cornúpeta. En banderillas, interesante actuación del madrileño, que, teniendo que tirar de garra y doma, colocó un total de tres y sendas cortas. Mal con el de muerte, lo que le impidió conseguir trofeo, recibió palmas. A su segundo, que también salió distraído, le colocó dos de castigo. En banderillas, intermitente actuación. Galán practica un rejoneo clásico que tarda en conectar en los tendidos. Lo más aplaudido, las galopadas de costado y piruetas. Bien con las cortas y dos rosas pisando terrenos comprometidos. Mató de manera muy efectiva, consiguiendo dos orejas.

Mario Pérez Langa colocó dos de castigo a su primero, que salió algo distraído, para después acudir pronto a los embroques. En banderillas, el zaragozano evidenció su aún corta trayectoria. Aun así, estuvo dispuesto, intentando agradar al respetable, clavando en algunas ocasiones de manera correcta, pese a ser tocada en ocasiones su montura. Finalizó con dos cortas y dos rosas, mal con el de muerte recibió una más que generosa oreja. Con su segundo, un animal que resultó difícil y encastado, al cual colocó tres de castigo. En banderillas, faena de altibajos, notándose carencias en el oficio ya que sus monturas fueron golpeadas en numerosas ocasiones. Aun así, el respetable reconoció la faena y aplaudió con efusividad las cortas a dos manos. Mató de estocada caída recibiendo una generosa oreja.