El temporal causa daños en más de 200 viviendas de El Espinar

Los espinariegos no han tenido tiempo para el descanso. Muchos de ellos ya estaban acostados en sus camas cuando se desató una tormenta sobre las 22:00 horas que les llevó a pasar la noche en vela. El agua empezó a entrar a sus viviendas, jardines y garajes sin tregua. A últimas horas de la mañana de este lunes, el Ayuntamiento todavía evaluaba desperfectos. «Es imposible cuantificarlos porque cada cinco minutos salen cosas nuevas que no habíamos visto», lamentó este lunes el alcalde, Javier Figueredo.

Las primeras cifras arrojan centenares de inmuebles inundados y más de 80 vehículos anegados por el agua. «Estoy seguro de que se sumarán más», refirió el regidor. El arroyo desbordado en su tramo sin canalizar, que comienza en la calle Molinillo y desemboca en la calle Petunias, se abrió cauce sin importar los obstáculos. Este suceso desencadenó en situaciones de «auténtica catástrofe». Es el caso de coches apilados unos encima de otros en un garaje de la calle arroyo Merlero o sótanos con agua «hasta el techo», especificó Figueredo.

El área en que el arroyo discurre soterrado, por debajo de la localidad, ha corrido una suerte parecida. «La tubería es muy grande, pero no dio abasto para recoger tanta agua que salió por arriba. Cedió el terreno, se abrió el asfalto e inundó todos los chalés y viviendas cercanas», explicó el alcalde. La fuerza del agua también se tradujo en la apertura de dos socavones de grandes dimensiones.

Uno de ellos se encuentra en la calle Yecla, cortada al tráfico. «Entre las 22:00 y 23:00 horas empezó a salir agua del suelo como si fuera una tubería a presión recién pinchada», subrayó un vecino. «Menos mal que los coches estaban aparcados en el lado opuesto; podría haber sucedido una desgracia», añadió.

El otro hundimiento ocurrido en El Espinar está situado bajo un vehículo y en la calle Arroyo Merlero, que se ha llevado una de las peores partes del temporal al funcionar como un cuello de embudo para la riada. En este lugar el agua comenzó a entrar en las casas más bajas en apenas unos segundos desde el inicio de la escorrentía y los vecinos no «tuvieron ninguna capacidad de reacción», insistió el delegado territorial de la Junta en Segovia, José Luis Sanz Merino.

Entre las 21:00 y 1:30 horas, las llamadas colapsaron el número de la Policía Local y el teléfono de emergencias 1-1-2 registró 30, del total de 40 que se notificaron en el conjunto provincial. La mayoría de ellas procedían de los habitantes de la citada calle, donde incluso fue necesario rescatar a una mujer de edad avanzada.«Vivía en una planta baja sin garaje que se empezó a llenar de agua, por lo que no podía salir, tuvimos que actuar muy rápido», especificó el regidor espinariego.

En 24 horas, desde el amanecer del domingo, se contabilizan 159 litros de precipitación por metro cuadrado. Figueredo elevó este dato a 170. «Lo que iba a caer en Madrid, cayó aquí», insistió. «Son números que nadie se esperaba, no se pueden asumir», respondió ante ciertos testimonios que indicaban una falta de limpieza del cauce del arroyo como causa del desastre.

En este sentido, los destrozos son «tan importantes» que el Ayuntamiento se ha puesto en marcha para presentar cuanto antes una solicitud de declaración de zona catastrófica. «Volver a la normalidad va a ser muy costoso económicamente para mucha gente y creo que esta medida ayudaría a los vecinos a formalizar acuerdos con los seguros para rehabilitar sus casas», explicó el alcalde.

A ello se suma la caída de un árbol en la calle Violeta, que ha destrozado un coche; el derrumbe de una pared del cementerio, que ha matado al menos a dos caballos, y un cortocircuito eléctrico por la lluvia que ha provocado un incendio. Los efectos de la DANA también han alcanzado a Los Ángeles de San Rafael y a San Rafael, aunque este último en menor medida. La Junta confirma que no se han producido «desgracias personales», pero hay un alto grado de preocupación y desolación entre cientos de vecinos.