«Hay que romper con la idea de que la teleasistencia es solo para los mayores, los jóvenes también tienen problemas de salud»
1.200 usuarios utilizan en la provincia este sistema, gestionado por Cruz Roja
claudia carrascal
Segovia
Domingo, 31 de marzo 2019, 20:03
Cada vez son más los mayores que viven solos en la provincia y con la edad llegan las inseguridades. Aunque normalmente prefieren vivir en sus hogares antes que trasladarse a casa de familiares o a una residencia, el paso de los años provoca pérdidas de memoria, disminución de la agilidad y la capacidad de movimiento o enfermedades que pueden tener episodios más complejos. Para combatir todas estas situaciones, Cruz Roja proporciona a los habitantes de Segovia y provincia el servicio de teleasistencia domiciliaria, que ya utilizan 1.200 usuarios. No obstante, cada año aumenta el número de personas más jóvenes que se suman a esta iniciativa y es que, según la trabajadora social y responsable del programa de teleasistencia en Segovia, Ana Mínguez, «hay que romper con la idea de que es un servicio destinado a mayores». En este sentido, explica que la sociedad ha evolucionado, al igual que el modelo de familia, y cada vez son más las personas que viven solas y tienen a sus seres queridos en otras provincias.
Por eso, «es necesario un cambio de mentalidad y entender que la población joven también sufre problemas de salud», como ictus, derrames cerebrales o parálisis, en gran parte, debido al estrés y al ritmo de vida actual. Hasta el punto de que «cualquiera podemos tener sustos, no hace falta tener 90 años», advierte.
La teleasistencia no deja de evolucionar para adaptarse a las nuevas necesidades de todos los grupos de población. Mínguez apunta que se trata de un sistema sencillo para pedir ayuda cuando una persona se encuentra mal o tiene problemas de salud en cualquier momento del día o de la noche durante los 365 días del año. Funciona a través de un terminal que sirve de enlace entre la casa del usuario y la central de Cruz Roja, ubicada en Valladolid. Para contactar con el personal tan solo es necesario pulsar un botón que el beneficiario puede llevar colgado al cuello en todo momento a modo medallón.
Cuando lo presiona el equipo de profesionales recibe la llamada y tiene acceso a una ficha con toda la información necesaria, desde sus datos personales, las medicinas que toma, las patologías o el médico de referencia, hasta las personas de contacto. Una vez activa la conexión, en tan solo unos segundos y sin emplear ningún tipo de teléfono, ya que se comunican a través de un altavoz, el usurario puede mantener una conversación desde cualquier punto de la casa con el personal especializado. De este modo, puede explicar el problema y Cruz Roja moviliza de inmediato los recursos más oportunos.
Avances tecnológicos
Aunque este es el sistema básico, las novedades no cesan en este servicio, por ejemplo, ahora es posible instalarlo en los hogares en los que no hay línea telefónica, ya que existen dispositivos inalámbricos con la línea incluida. También son de gran utilidad para las personas que cambian de domicilio por temporadas porque les permite llevar el equipo con ellos y ser atendidos ante cualquier emergencia, eso sí, Mínguez informa de que tienen que avisar con antelación de los cambios de residencia. Otra de las mejoras que se han incorporado es la aplicación móvil para personas que desean contar con este servicio también cuando están fuera de casa. En caso de incidencia deben de presionar el botón para ponerse en contacto y pueden acceder a las mismas prestaciones.
La modalidad más avanzada es la denominada Cuídate+, una versión más proactiva que se adapta a las diferentes situaciones con una vía dirigida a la salud, otra vinculada a la seguridad o el modelo combinado.
Ana Mínguez comenta que este sistema posibilita el seguimiento de la persona en función de sus hábitos y necesidades diarias. De modo, que emite alertas de forma automática en caso de detectar alguna anomalía. Es útil para quienes tienen que tomarse la tensión o controlar su peso de forma periódica, tomar medicación o para aquellos con pérdidas de memoria, ya que incluyen en función del modelo, báscula y tensiómetro, para controlar los parámetros establecidos por el médico. Además, pueden instalarse detectores de movimiento que permiten controlar si el beneficiario sale de casa, de la habitación o realiza determinadas actividades y para garantizar su seguridad cuenta con otros dispositivos como detectores de presencia, de humo o gas.
Por último, está el servicio LoPe, dirigido a personas con deterioro cognitivo, en este caso, tiene un localizador que permite conocer la ubicación geográfica, delimitar zonas de peligro y seguridad y aporta otros datos como el incremento de velocidad en caso de subir a un vehículo. Este dispositivo pretende evitar sustos en personas que tienden a perderse o desorientarse, favoreciendo su autonomía y permitiéndoles realizar sus actividades cotidianas con todas las garantías de seguridad para ellos y sus familias.
En Segovia hay dos instaladores y dos trabajadoras sociales dedicados a la teleasistencia, además, del equipo disponible 24 horas que contacta con los usuarios, que están en la central de Valladolid. También la provincia cuenta con un grupo de 30 voluntarios que realizan visitas a domicilio a los usuarios, actividades complementarias o diferentes trámites y gestiones.
En el caso de las personas que reciben el servicio por concesión municipal el coste depende de los baremos, que se establecen en función de los recursos. No obstante, Cruz Roja lo oferta para cualquier tipo de persona de forma directa a un precio de 10 euros al mes la aplicación de teleasistencia para el teléfono móvil, 25 euros al mes el sistema tradicional, 27,5 euros en caso de tratarse del modo inalámbrico y Cuídate+ con dispositivos especializados por un coste de unos 40 euros mensuales. La versión más utilizada sigue siendo la tradicional, aunque cada vez son más los que buscan una ayuda más integral y adaptada a sus necesidades. Por ejemplo, los pisos de refugiados de la provincia, a través de una subvención de la Junta de Castilla y León, disponen del sistema Cuídate+, que ofrece a los solicitantes de asilo una mayor seguridad y una atención mucho más personalizada, según Mínguez.
Cruz Roja cuenta con 1.200 usuarios de este servicio en Segovia capital y provincia. Además, de las personas a las que atiende de forma particular en esta cifra están incluidas las más de 400 derivadas del Ayuntamiento de Segovia, que adjudicó este servicio a Cruz Roja en mayo de 2018 por un importe de 60.000 euros.
El perfil mayoritario de beneficiarios sigue siendo el de los mayores, más cerca de los 90 años que de los 65, porque Segovia cuenta con una población muy envejecida. No obstante, la responsable del servicio reconoce que cada vez hay más personas con discapacidad que hacen uso del servicio, así como jóvenes y personas de mediana edad que padecen enfermedades crónicas o patologías como diabetes o epilepsias, que lo utilizan. Asimismo, especifica que también es útil para cualquiera que padezca intolerancias, perdidas de conciencia, embarazos de riesgo, personas con obesidad o convalecientes.
Combatir la soledad
La vertiente preventiva y sanitaria del servicio de teleasistencia es la más conocida por la sociedad, sin embargo, detrás de este pulsador existe un lado mucho más humano, que en gran parte de las ocasiones se vuelve incluso más necesario. A veces lo más importante para estas personas es «tener la tranquilidad de que hay alguien que está siempre disponible y se preocupa por ellos», afirma Mínguez.
Por este motivo, el equipo de Cruz Roja realiza llamadas de seguimiento cada quince días o un mes a todos los usuarios, aunque la frecuencia varía en función de las necesidades de cada persona. A través de estas llamadas se hacen comprobaciones técnicas que les ayudan familiarizarse con el equipo y perder el miedo a lo desconocido, pero sobre todo se pretende conocer el estado de salud y anímico de quien está al otro lado del aparato. «Nosotros insistimos en que llamen cuando haga falta, en cualquier momento, y no solo porque se encuentren mal o hayan tenido alguna emergencia», insiste. La soledad es un problema cada vez más frecuente y afecta de forma negativa a autonomía, la salud y el estado de anímico de un elevado número de personas en el país, por eso, desde Cruz Roja también quieren ser un apoyo y una herramienta para combatirla. Al respecto Mínguez cuenta que a veces lo más importante no es estar cuando hay una emergencia, sino que la persona sienta que tiene alguien con quien charlar y a quien contar las preocupaciones, las discusiones, disgustos o las buenas noticias. Hasta el punto de que los profesionales de este servicio se convierten en ocasiones «en el enlace con el mundo exterior» y los usuarios valoran y utilizan este contacto «mucho más de lo que cabe esperar».
Como no hay horarios también hay gente que recurre a este contacto cuando tiene problemas de sueño. «Cuando tienen una mala noche nos llaman, aunque solo sea para contarlo, despejarse y cambiar el chip», unos minutos que les sirven para aclarar la mente, relajarse y conciliar el sueño. También pulsan el botón para que les ayuden a localizar a un familiar porque no encuentran el teléfono o no logran que les responda a la llamada y la situación les genera ansiedad. A su juicio, este tipo de interacciones son las más gratificantes del servicio porque «va mucho más allá de la ayuda sanitaria, es un servicio social. Saben que pueden contar con nosotros y para muchos somos parte de su vida, e incluso, pasamos a ser una pequeña familia», subraya.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.