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El nuevo depósito controlado de rechazos construido en Los Huertos ya está listo para comenzar a funcionar. La fecha de la puesta en marcha de ... la infraestructura estará determinada por el agotamiento de la capacidad del actual vertedero situado en Martín Miguel, que es el destino de la fracción de aquellos residuos domésticos de la provincia que no se ha podido recuperar para su valorización. El Consorcio Provincial de Medio Ambiente tiene previsto compaginar este traslado con la edificación de la planta para el pretratamiento de la materia orgánica, así como con la extensión del contenedor por Segovia, lo que supondrá el encarecimiento de la tasa de basuras.
La construcción del vaso del Centro de Tratamiento de Residuos (CTR) de Los Huertos, que recibirá las toneladas de basura de los municipios de la provincia que no puedan ser recicladas, era uno de los retos más urgentes que el Consorcio debía asumir. El tiempo apremiaba, ya que la vida útil del depósito de Martín Miguel está a punto de llegar a su fin al encontrarse al límite de su capacidad tras más de una década en funcionamiento. Es por ello que la ejecución de la nueva infraestructura fue tramitada como un proyecto regional por la Junta de Castilla y León con el propósito de agilizar los plazos. Es un decreto que declara el depósito de rechazos de interés para la comunidad, por lo que se procede a la ejecución «inmediata» de las dotaciones.
Una vez resueltas sendas alegaciones, algunas de ellas presentadas por el propio Ayuntamiento del municipio en el que iba a tener lugar la actuación, las obras comenzaron en marzo del año pasado con un plazo de ejecución máximo de nueve meses. El calendario «se ha cumplido», por lo que a principios de este año ya se pudieron visitar los trabajos completos. No obstante, el nuevo depósito de Los Huertos, que ocupa una superficie 60.800 metros cuadrados y está ubicado muy próximo al centro de tratamiento existente en la actualidad, no echará a andar al menos hasta el siguiente verano.
Mario Pastor
Presidente del Consorcio Provincial
«Antes tiene que llenarse el de Martín Miguel, que sigue abierto; cuando se agote, lo sellaremos y empezará a funcionar el nuevo», subraya el presidente del Consorcio, Mario Pastor. La llegada de residuos varía dependiendo la época del año y también está determinada por la concienciación de la población sobre el reciclaje. Aun así, «le queda poco; todo depende de lo que entre y cómo se acople», declara. Su tiempo de vida se ha ampliado significativa respecto a las previsiones iniciales, que situaban su clausura y la inauguración del vaso de Los Huertos a finales de 2024. «Calculo que aguantamos por lo menos hasta el verano», sostiene.
Esto no implica mayores modificaciones en las tasas, pero sí en la logística. «Es lo mismo de siempre pero en otro sitio», especifica. Al encontrarse el vertedero muy cerca de la planta de tratamiento, sí que se contempla un importante ahorro en concepto de transporte. Los camiones apenas tendrán que desplazarse unos metros para deshacerse de toneladas de residuos al cabo del año, cuando, antes, cada traslado desde Martín Miguel rondaba los doce kilómetros por carretera.
La inversión efectuada para llevar a cabo este proyecto ha superado los 3,8 millones de euros. El 70% del montante total se corresponde con el presupuesto base de licitación, mientras que la cuantía restante ha sido asumida por la Administración autonómica a través de un convenio de colaboración con Somacyl. Tendrá una vida útil aproximada de una década y, a partir de ese momento, habrá que buscar alternativas. «Lo ideal es encontrar una solución y no tener que hacer más vasos», confía Pastor.
Sin embargo, la maquinaria tardará en marcharse unos meses de los terrenos próximos al centro de residuos. Esto se debe a que justo hace un mes se contrataron las obras dirigidas a levantar en Los Huertos la línea de tratamiento específica para los biorresiduos domésticos. Los residuos orgánicos de esta fracción son los procedentes fundamentalmente de la alimentación, la poda de vegetación o los compuestos de fibras naturales, los cuales se deben tirar en el contenedor marrón, que solo está operativo en Segovia capital, aunque en los próximos años se extenderá por el conjunto de los municipios, según marca la legislación.
La planta de pretratamiento de esta materia se ubicará en la actual nave de tratamiento de envases ligeros y se sumará a la construcción de una línea de afino específica para la obtención de compost. El importe que se ha destinado a esta infraestructura es de 2,3 millones de euros, financiados en un 61% por la Junta con cargo a fondos europeos y en un 39% por el propio Consorcio Provincial.
Los trabajos, que serán realizados por la adjudicataria Vilor Infraestructuras -Martín Holgado Obra Civil, tienen un plazo de ejecución de diez meses, por lo que en el primer trimestre del año que viene estará operativa si no surgen imprevistos. «Es una infraestructura que tenemos que tener pagada y justificada en junio de 2026; no nos podemos dormir», advierte.
Las obras para este cometido «están licitadas y en los próximos días hemos quedado con la empresa, por lo que espero que empiecen en la primera o segunda semana de marzo», considera Pastor. El acta de replanteo ya está encima de la mesa y, aunque la implantación del contenedor marrón va «muy despacio» en la provincia de Segovia, «tenemos que cumplir la ley». Esto significa que el tratamiento de la materia orgánica debe realizarse por separado.
Los municipios han advertido en ciertas ocasiones sobre las dificultades que implica adaptarse a la normativa. Ya no solo por el gasto extra que supone la adquisición de nuevos contenedores, sino también por «los costes en el transporte», indica el presidente del Consorcio. A su juicio, los primeros años serán complicados y «vendrán los camiones casi vacíos», pero los habitantes «se irán concienciando poco a poco», remarca.
A día de hoy, la Junta supervisa cuatro proyectos de ampliación o mejora de la recogida separada de biorresiduos que tienen como escenario Cuéllar, el Real Sitio de San Ildefonso, la Mancomunidad de Municipios La Atalaya y la propia ciudad de Segovia. El proceso requerirá tiempo. Muestra de ello es que el Ayuntamiento de la capital anunció hace apenas dos meses que por primera vez se habían alcanzado los niveles mínimos necesarios para realizar compostaje tras un año desde la instalación del contenedor marrón.
El impuesto correspondiente a la recogida de residuos no será ajena a la implementación del servicio, ya que Pastor adelanta que «habrá que repercutirlo como pronto en la futura tasa de basuras». Esto significa que el recibo volverá a subir en 2026. «Todavía no se sabe en qué porcentaje, ya que antes hay que sacar el coste real», explica. Por ejemplo, los técnicos encargados averiguarán el tiempo que requiere el tratamiento de la materia orgánica, las toneladas que llegan y el funcionamiento de la propia planta.
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