Una 'Tardebuena' en Segovia no tan buena por los regueros de orina y la basura

Los lugares más frecuentados desde primera hora de la tarde fueron la Calle Real o la de la Infanta Isabel y Travesía del Patín, zona conocida como la calle de los bares. Está parte estuvo repleta durante varias horas, lo que hizo difícil la circulación de los escasos vehículos que pasaban a cuentagotas por el lugar. Pero donde más gente permaneció fue en la Plaza Mayor, junto a los bares que, en pleno diciembre, hicieron el agosto.

De hecho, algunos negocios de la calle de los bares cerraron antes de lo previsto al quedarse sin productos que servir. «Ya no nos quedan vasos de plástico», decía la camarera de uno de los establecimientos sobre las siete de la tarde a los clientes que se acercaban a por una consumición con intención de sacarla a la calle. Otros, sin embargo, veían como la gente que se agolpaba detrás de la barra era cada vez mayor hasta que, sobre las ocho y media, la Plaza Mayor fue despejándose según se acercaba la cena de Nochebuena.

Los jóvenes –pues la mayoría de personas que acudieron a la 'Tardebuena' lo eran–, hicieron un descanso de la fiesta con los amigos para pasar un rato con la familia.

Pero este tipo de eventos no es del gusto de todos. Más aun cuando, al no estar organizado por ninguna entidad pública o privada, la recogida de basura y el control de desperfectos corre a cargo de cada uno. Por ello, algunos vecinos se han quejado durante los dos últimos días por la cantidad de basura que se genera en este tipo de actividades. Vasos, bolsas o botellas desperdigados por el suelo.

Además de los múltiples desechos, otra de las quejas fue el hecho de que en ciertos puntos se convierta en costumbre acudir a orinar en lugar de hacerlo en los baños de los bares. Las calles más afectadas fueron la de Valdeáguila o la de Marqués del Arco, junto a la Catedral.

Otra queja tuvo que ver con la circulación del tráfico, pues la gran afluencia de personas no solo complicó el encontrar aparcamiento, sino que algunos vecinos del recinto amurallado denunciaron la dificultad para acudir a sus propios garajes particulares.