Mucha música, muchas ganas de diversión y una exhaustiva vigilancia policial. Miles de jóvenes (y no tan jóvenes) volvieron abarrotar la Plaza Mayor, la tarde del 24 de diciembre, para festejar la Tardebuena, una suerte de prolongación del vermú o tardeo que empezó a hacer ... fortuna hace unos años y hoy ya es algo institucionalizado, pues el Ayuntamiento de Segovia ha tomado cartas en el asunto y ha asumido la organización con un horario acotado, de tres a siete de la tarde.
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Han sido dos años sin Tardebuena, a causa de la pandemia de covid-19, y había verdaderas ganas por volver a celebrarla. El sol y la buena temperatura favorecieron la asistencia de público. Según la concejala de Seguridad del Ayuntamiento de Segovia, Raquel de Frutos, en el momento álgido de la celebración había más de 5.000 personas.
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La fiesta dio comienzo a las tres de la tarde, cuando la Plaza Mayor y sus calles aledañas empezaron a recibir grupos de personas, la mayoría jóvenes. Muchos iban con bolsas de botellas y vasos, aunque se topaban con los agentes de la Policía Local, que controlaron los accesos a la plaza y trataron de frenar cualquier atisbo de botellón, en un operativo muy parecido al desplegado durante las verbenas de las últimas Ferias y Fiestas de San Juan y San Pedro. «Esto no quiere decir que no se colara gente con bebidas alcohólicas; pudo pasar, pero en ningún momento hubo botellón en la Plaza Mayor», señala De Frutos.
Concretamente, se dispusieron siete controles en los que se vigiló e impidió la entrada al recinto con objetos contundentes, vidrios y comida y bebida en envases peligrosos. La celebración discurrió sin incidencias dignas de mención, salvo algunos comportamientos incívicos. La Policía Local multó a varios jóvenes por no utilizar los urinarios portátiles habilitados por el Ayuntamiento y hacer sus necesidades en la vía pública. De Frutos no concretó el número, a la espera del informe final de los agentes.
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Tras la Tardebuena, el Ayuntamiento de Segovia desplegó el dispositivo especial de limpieza. El objetivo era dejar la Plaza Mayor completamente limpia lo antes posible, lo que se consiguió antes de la diez de la noche. El concejal de Medio Ambiente, Ángel Galindo, valoró el esfuerzo de los trabajadores de FCC, la empresa adjudicataria del servicio de limpieza, que alargaron su jornada en una fecha tan señalada. Agentes de la Policía Local los acompañaron mientras limpiaban para facilitarlos la labor.
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