Escalón del Postigo donde se construirá una rampa de acceso, con las marcas ya hechas. El Norte

La supresión de barreras empieza por el escalón del mirador del Postigo

El Ayuntamiento habilitará todos los años una partida de 350.000 euros para hacer accesibles calles y edificios municipales

Carlos Álvaro

Segovia

Viernes, 13 de octubre 2023, 19:29

Los operarios empezarán a trabajar el lunes en el acceso al mirador del Postigo, junto al Acueducto, cuando el puente haya concluido y no resulte tan molesto cerrar el paso temporalmente. El Ayuntamiento transformará el escalón existente bajo el arco en una rampa, a ... fin de garantizar el acceso, desde la calle posterior, a personas con movilidad reducida.

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La intervención tendrá en cuenta la inclinación que marca la Ley de Accesibilidad, que nunca debe superar el 10%. Aunque ya se ha señalado el corte de la piedra en el escalón, el grueso de los trabajos no empezarán hasta el lunes. Durante el tiempo que dure la obra, será imposible acceder al recinto amurallado a través del Postigo.

«Es una actuación relativamente fácil que forma parte de un plan ambicioso encaminado a hacer de Segovia una ciudad más accesible y con menos impedimentos arquitectónicos en sus calles y edificios municipales. El Postigo es un lugar al que personas con movilidad reducida no pueden acceder. De esta manera, se les facilita el acceso, siempre desde el otro lado de la muralla, claro, porque salvar la escalinata que da al Azoguejo es imposible», explica el concejal de Obras, Servicios e Infraestructuras, José Luis Horcajo. El edil asegura que se utilizará el mismo tipo de piedra para la rampa, por lo que quedará «perfectamente integrada» en un entorno muy sensible.

Efectivamente, la obra forma parte del plan de accesibilidad que el Ayuntamiento quiere desplegar a lo largo de todo el mandato para ir borrando, poco a poco, barreras arquitectónicas de calles, plazas y edificios de titularidad municipal. «Afrontaremos esta intervención con los recursos que podemos movilizar ahora, pero el compromiso electoral que el alcalde adquirió es destinar 350.000 euros anuales a la eliminación de barreras arquitectónicas», informa el concejal. El cometido es responsabilidad de su departamento, pero también de la Concejalía de Servicios Sociales e Igualdad: es el Consejo de Accesibilidad el que determinará los puntos donde el Ayuntamiento puede y debe intervenir.

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El Consejo de Accesibilidad se constituirá, para el presente mandato, el próximo miércoles, 18 de octubre. Uno de los puntos del orden del día de la reunión es, precisamente, la accesibilidad en la ciudad. «En este órgano están representadas las entidades que tienen mucho que decir en materia de barreras arquitectónicas y también de accesibilidad cognitiva, pues están integradas por personas que se enfrentan a diario a un sinfín de barreras que les complican mucho la vida», dice la concejala de Servicios Sociales e Igualdad, Azucena Suárez.

«Trabajo para décadas»

Del Consejo de Accesibilidad saldrán las obras a incluir en los presupuestos municipales para 2024, donde ya figurará, por primera vez, una partida de 350.000 euros destinada a este capítulo. «Ahora mismo, Segovia es una ciudad muy poco accesible. Hay muchísimas barreras, muchísimas limitaciones. Tenemos que ponernos en el lugar de estas personas que no pueden acceder a edificios municipales, a comercios, que no pueden pasear con tranquilidad por una acera, porque es demasiado estrecha, o simplemente acceder a ella, porque el bordillo es demasiado alto. El plan es para cuatro años, pero hacen falta muchas intervenciones. Hay trabajo para décadas», afirma Suárez.

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Frater Segovia es una de las asociaciones que más ha reclamado una intervención global que haga de Segovia una ciudad más accesible. «Nadie piensa en las personas con discapacidad cuando se diseñan los edificios», se lamentan. El rodeo para acceder al Ayuntamiento de Segovia es una de las situaciones a las que han de enfrentarse personas con movilidad reducida cuando tienen que acudir a hacer alguna gestión: «Lo normal es que una persona pueda hacer todos los trámites que tenga que hacer sin pedir ayuda a nadie. Esto sería normalizar las cosas», dicen. El acceso a los comercios es otro martirio. Por poner un ejemplo, solo hay tres comercios en la Calle Real en los que se puede entrar con silla de ruedas, según un estudio de Frater.

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