Sumergidos en la ola solidaria con Ucrania

La ola de solidaridad que se ha expandido durante los últimos días para responder a los llamamientos en auxilio de la población ucraniana que huye de la destrucción de la guerra iniciada por la invasión de Rusia inunda ya buena parte del almacén que se ha improvisado en una nave del antiguo parque de bomberos de la ciudad cedido por el Ayuntamiento. Durante este viernes, las idas y venidas de vehículos con material para intentar aliviar el drama de las personas desplazadas por el conflicto bélico han sido constantes.

Los promotores se deshacen en expresiones de gratitud hacia la sociedad segoviana, que con el paso de las horas ha hecho que la ola de generosidad crezca y crezca, como demuestra el acopio de cientos y cientos de cajas, bolsas y paquetes de todos los tamaños con medicamentos, ropa de abrigo, mantas, sacos de dormir, alimentos no perecederos, leche para bebés, pañales, compresas, material de primeros auxilios, artículos para la higiene personal y el aseo, pilas, cargadores, linternas y un sinfín de productos y enseres demandados en las diferentes llamadas a la ayuda humanitaria realizadas desde diversos frentes, tanto particulares como oficiales.

Gestos que sumados pesan toneladas de apoyo a la población ucraniana. Un pequeño ejército de voluntarios, incluidas algunas empresas, también están colaborando en el embalaje y etiquetado de los paquetes depositados y de las múltiples donaciones recabadas por la iniciativa del colegio de Nueva Segovia, cuyo espacio se quedó pequeño tras dos jornadas intensas de recogida de productos. La idea de esta campaña masiva que ha desbordado todas las expectativas partió de María Zalishchuk, una ucraniana que lleva veinte años en Segovia y que trabaja en el comedor del centro docente.

También el Banco de Alimentos ha arrimado el hombro en el dispositivo logístico que se ha tejido con el paso de las horas para el traslado y almacenaje de las toneladas de mercancía donada.

A lo largo de la mañana del este viernes comenzó el transporte de los bultos hasta el antiguo parque de Bomberos. Además de todos los efectos recolectados en el colegio de Nueva Segovia, se ha unido particulares que también han aportado su granito de arena y han dejado en el almacén sus aportaciones a la ayuda humanitaria que necesita Ucrania. Las instalaciones de la nave municipal también se han quedado pequeñas.

«La respuesta de la gente ha sido muy buena; no sabemos exactamente el número, pero estimamos unas 1.500 personas, además de envíos de furgonetas llenas de otros pueblos como Arévalo, Villacastín y Carbonero, así como la de las más de medio centenar de voluntarios que han estado clasificando los bultos y organizando las cajas», comentan los coordinadores de la iniciativa.

El objetivo que se han fijado es llenar un más de un camión el lunes o martes con destino a Madrid y desde allí a Ucrania mediante transportes autorizados por la Embajada del país invadido. Algunas empresas ya se han ofrecido para llevar gratis las toneladas de ayuda recabada a la Comunidad vecina. Además, la semana que viene se pretende hacer otra recogida.

Los participantes en la campaña piden la colaboración ciudadana porque el fin de semana se presenta con mucho trabajo por adelante para clasificar el material, embalarlo lo mejor posible para facilitar su transporte. Durante gran parte de este sábado e incluso el domingo habrá gente ayudando en el antiguo parque de bomberos de la capital segoviana, aunque «siempre se necesitan manos», insisten en la coordinación de la recogida.

También se hace un llamamiento para que se dejen cajas de cartón, palets, cinta de embalar y rotuladores negros para etiquetar los paquetes. Quien quiera poner su granito de arena, simplemente tiene que pasarse por las instalaciones y preguntar. La entrada a la nave de los antiguos bomberos es a través de la puerta que da al parque del Cementerio.

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