María Teresa Fuentetaja, en la toma de posesión como nueva presidenta de Cruz Roja Española en Segovia. Óscar Costa

«El sufrimiento de las mujeres confinadas con su agresor ha sido terrible»

María Teresa Fuentetaja, presidenta de Cruz Roja en Segovia, asegura que «estamos mucho más preparados» si se da una segunda oleada de la pandemia de coronavirus

claudia carrascal

Segovia

Miércoles, 12 de agosto 2020, 08:22

Con agobio por la situación, preocupación y muchas peticiones urgentes que atender han trabajado los voluntarios y empleados de Cruz Roja en Segovia durante los meses de confinamiento y desescalada. Ahora ellos también tratan de recuperar la normalidad, pero la delicada situación social que ha ... dejado la pandemia del coronavirus hace que su intervención sea más necesaria que nunca. «Los constantes rebrotes nos hacen temer que la crisis sanitaria pueda agravarse de nuevo, por eso ya estamos preparando todos los recursos y servicios que gestionamos con el fin de que no nos pille desprevenidos una nueva oleada», asegura la nueva presidenta de Cruz Roja Segovia, María Teresa Fuentetaja.

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«Cada vez demandan ayuda más jóvenes y familias con hijos»

El número de usuarios atendidos ha aumentado de forma considerable, más de 11.000 en los seis primeros meses del año, la misma cifra que en todo 2019; y un total 14.000 solicitudes atendidas. María Teresa Fuentetaja admite que la ayuda también ha sido mayor porque la cifra de voluntarios ha crecido en estos meses cerca de un 11% hasta los 918. Subraya que «ante circunstancias críticas la gente se vuelve más solidaria». El perfil de los demandantes de servicios de Cruz Roja ha variado con la crisis sanitaria. «En una ciudad como Segovia la mayoría de usuarios eran personas mayores o en riesgo de exclusión social; ahora cada vez hay más jóvenes y familias desprotegidas con hijos a cargo que requieren ayudas sociales para sobrevivir», revela.

Durante el estado de alarma, la organización ha llamado a los usuarios para informarles de las medidas preventivas que debían cumplir. Una función que siguen desempeñando porque, como indica, ayuda a concienciar, pero también a detectar nuevas necesidades, en especial en la población mayor o con discapacidad.

El económico es uno de los mayores problemas que ha dejado la pandemia del coronavirus en la sociedad. El número de parados subió en junio en la provincia en más de 5.100 personas, el mayor incremento desde 2008, según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. En julio experimentó una ligera mejoría, ya que 546 personas lograron un empleo, aunque todavía son más de 7.700 los demandantes de un trabajo. Esto ha provocado que muchas familias se encuentren en riesgo y busquen ayudas de emergencia como el Ingreso Mínimo Vital.

Sin embargo, las instituciones están colapsadas y no pueden atender todas las peticiones de información que les llegan. Por eso, Cruz Roja también ha formado personal para que pueda asesorar sobre estos y otros recursos a los que pueden recurrir.

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Las víctimas de violencia machista también han sufrido este confinamiento de un modo más duro. Fuentetaja, que ha sido durante doce años jefa de la Unidad de Violencia de Género de la Subdelegación del Gobierno en Segovia, indica que «el sufrimiento que han padecido estas mujeres al estar confinadas con su agresor ha sido terrible». Añade que el número de denuncias descendió entre marzo y junio porque apenas se podía salir de casa, pero las llamadas al 016 aumentaron un 47% porque «la violencia física y psicológica ha seguido existiendo y más acusada al estar encerrados». Ante esta situación, pide a todas estas mujeres que recuerden que no están solas,

No obstante, el grueso de la actividad durante el confinamiento se ha centrado en proporcionar ayudas directas a las personas que más lo necesitaban porque este virus «no solo ha traído enfermedad, también desigualdad social y económica», advierte Fuentetaja. Medicamentos y alimentos han sido los productos más demandados, aunque en algunas ocasiones de extrema vulnerabilidad la organización también se ha hecho cargo del alquiler de la vivienda o del pago de los suministros básicos de algunos usuarios. Además, han seguido funcionando los equipos de acompañamiento a personas mayores, el servicio de teleasistencia y con más intensidad el de apoyo psicológico.

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«Son momentos en los que ves el sufrimiento mucho más cerca y empatizas, por lo que son más las personas que se dan cuenta que pueden contribuir a crear una sociedad más humanitaria a través del voluntariado», expone la nueva presidenta provincial. Los voluntarios «son el alma de la organización y sin ellos no sería posible llegar a tantas personas ni desarrollar proyectos tan importantes como los que tiene en marcha Cruz Roja en la actualidad». Asimismo, incide en que es decisiva la colaboración económica o en especie de empresas, instituciones y particulares.

Una nueva oleada masiva de contagios debilitaría todavía más la economía del país y de los ciudadanos. Reconoce que en caso de volver al punto de partida, Cruz Roja está mucho más preparada a nivel de profesionales y voluntarios, pero también de sistemas de protección para el personal y de recursos para atender a los nuevos usuarios. «Estamos haciendo acopio de productos no perecederos, formando al personal de los diferentes departamentos y coordinando a los voluntarios que llevan programas concretos como el de menores para que nada falle».

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La vuelta al colegio requerirá de una atención especial porque se prevé que el curso no empiece en las condiciones habituales y «habrá muchos niños que necesiten apoyo educativo, psicológico o tecnológico». Otra de las líneas de trabajo serán los planes de empleo para parados de larga duración, jóvenes o mujeres, que son los colectivos más afectados.

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