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Suena a tópico pero va de veras. Los sindicatos auguran un otoño «calentito, calentito» si las patronales no acceden a subir «adecuadamente» los salarios en la negociación de los convenios colectivos pendientes de renovación. La subida desorbitada de los precios mantiene bloqueadas las negociaciones en ... todos los sectores, incluido el de hostelería, donde el acuerdo parecía inminente. Comisiones Obreras (CC OO) prevé un otoño duro y no descarta movilizaciones, y UGT da por descontadas las protestas si no hay un mínimo avance. «Los trabajadores no pueden pagar el pato de la crisis, con todo lo que llevan ya pagado desde que empezó la pandemia», advierten.
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Las mesas de negociación están abiertas en todos los sectores, aunque la coyuntura actual, muy difícil, las mantiene paralizadas, al margen del verano, tiempo poco propicio para la negociación colectiva. «Es en los incrementos salariales donde está el bloqueo. Ocurre en la hostelería, en la construcción, en la madera, en la limpieza de edificios y locales... La subida de los precios exige un aumento de los salarios, pero la patronal, deliberadamente, ha puesto ahí la pared y no se quiere mover. Las empresas suben los precios y no repercuten esas subidas en el sueldo de sus trabajadores. Se está viendo en la hostelería... Es una actitud poco responsable, por decirlo de una manera muy suave, con todo lo que nos está tocando vivir en nuestros días», señala el secretario general de CC OO Segovia, Álex Blázquez.
Es precisamente el convenio colectivo de hostelería el que, a priori, parece más encauzado, pues está listo incluso el borrador. «Todos –patronal y trabajadores– tenemos que hacer un esfuerzo grande para darle el último empujón. Personalmente, es en el que más confianza tengo. Habrá que verlo. Es verdad que la cuestión del Índice de Precios al Consumo (IPC) es un lastre que dificulta muchísimo la negociación, pero no vamos a negociar convenios colectivos para perder poder adquisitivo y dejar todavía más endeudados a los trabajadores. Ahora mismo, si consigues un día libre más por la operación de un familiar es completamente secundario; importante, pero secundario, porque lo prioritario es la subida salarial», subraya Blázquez.
Para Miguel Ángel Mateo, dirigente de UGT Segovia, la situación «es complicada» porque los sindicatos defienden una subida del 10%, conforme a la inflación, y las patronales solo están ofreciendo subidas de entre el 2,5 y el 3%. «Trasladado al ámbito provincial, peor», afirma Mateo. «La clave puede estar en firmar un pacto de rentas con la CEOE porque, cuando te sientes a negociar, ya habrá mucho camino andado». En cualquier caso, lo que se cocine en Madrid será decisivo y repercutirá en todo. «Nuestro convenio de hostelería, por ejemplo, está medianamente bien enfocado, pero las centrales sindicales pueden decir en Madrid que no se firme ningún convenio por debajo de... Estamos pendientes de lo que se acuerde en Madrid», insiste Miguel Ángel Mateo.
Los sindicatos creen que la subida de los precios no solo se debe a cuestiones externas, como la guerra en Ucrania, pues temen que determinadas empresas están encareciendo «deliberadamente» sus productos tornando insostenible la situación: «Vas a un supermercado y compruebas que la cesta de la compra mensual se dispara en 30 o 40 euros. No somos los trabajadores los únicos que tenemos que pagar esto. Se trata de buscar fórmulas imaginativas, introducir en los convenios cláusulas de revisión salarial que impidan esa pérdida de poder», dice el secretario provincial de Comisiones Obreras.
La negociación colectiva necesita certezas, certidumbres y la situación no favorece. «Nadie es capaz de comprometerse a firmar un convenio colectivo cuando el IPC está subiendo un 8%», añade el representante provincial de CC OO. Ante el bloqueo de la negociación colectiva, la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)anunciado ayer por la ministra de Trabajo y vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz, se antoja indispensable, en opinión de los sindicatos. «No queda otra que darle un empujón más porque la gente tiene que seguir viviendo. Las hipotecas van a subir, la luz acaba de alcanzar otro máximo histórico... El Gobierno debe intervenir empezando por decretar una subida del Salario Mínimo Interprofesional que sea capaz de arrastrar el resto de los convenios.
En Segovia, el sector de la limpieza de edificios y locales tiene un convenio muy bajo, de manera que las subidas del SMI son, cada vez que se producen, una tabla de salvación para sus trabajadores. «Siempre necesitamos ese empujón porque la patronal se cierra en banda y no hay manera. Es vergonzoso que una trabajadora de la limpieza tenga que esperar a que se produzca una subida del Salario Mínimo Interprofesional para ver mejorado un poquito su sueldo. Es un sector que en Segovia tiene un peso muy importante. Se pudo comprobar durante la pandemia, que estuvieron en primera fila», recuerda Blázquez. UGT defiende una subida del Salario Mínimo Interprofesional del 10% (de 1.000 a 1.100 euros) y corrobora las intenciones de Yolanda Díaz. «En Segovia hay convenios en los que no habría ni que negociar esa subida», subraya Mateo en referencia a la limpieza de edificios y locales, ayuda a domicilio o residencias de la tercera edad.
Así las cosas, los sindicatos no descartan pasar a la acción. La previsión de un otoño caliente está más latente que nunca. «O hay subida de salario o hay conflicto. No hay otra. Seguramente entren en juego directrices generales, pero supongo que en Segovia, tendremos que hacer algo local. En convenios bajo mínimos, como el de la limpieza de edificios y locales, es preciso alcanzar acuerdos en condiciones», apunta Blázquez. «Las movilizaciones están aseguradas. Trabajadores y autónomos no pueden pagar la crisis cuando hay unas ganancias tan claras en los bancos o las energéticas», añade Mateo.
El conflicto laboral en los centros de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) de la provincia de Segovia quedó solventado hace unos días, tras el acuerdo alcanzado entre trabajadores y patronal por el que se reconocía el plus de cualificación que los sindicatos reclamaban. El acuerdo favorece a casi sesenta trabajadores de los centros situados en Valverde del Majano, El Espinar y Cuéllar. «Pedíamos un reconocimiento de la acreditación que los empleados poseen dependiendo de su formación. No todos los trabajadores pueden pasar la revisión de un autobús, por ejemplo. Cada uno tiene su cualificación, y esa cualificación debe quedar reconocida en un plus. Afortunadamente, se llegó a un acuerdo de cuantía a tanto alzado. Para algunos trabajadores, ese reconocimiento puede suponerles 800 o 900 euros más al año», desvela el secretario provincial de CCOO, Álex Blázquez. La demanda de los empleados, que amenazaron con la huelga, llegó al Serla, e hicieron falta numerosas reuniones para resolver el conflicto satisfactoriamente para las partes.
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