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El duelo entre dos equipos que llevaban un mes sin conocer la victoria terminó volteando una flecha, la de la Gimnástica Segoviana, que pasó en 90 minutos de su primera noche de la temporada en puestos de descenso a respirar en mitad de tabla y ... acercarse a un punto a su víctima, el Real Unión, un club con 122 años de historia, cuatro títulos de Copa del Rey y cuatro temporadas en Primera. La causa de su tercera victoria –la segunda en La Albuera, donde está imbatido tras cuatro partidos– fue la misma que en sus tres derrotas: el acierto. Tres ocasiones claras, tres goles. Y dos protagonistas. Tellechea, que exhibió sus cualidades de jugador total con dos asistencias y un gol. Y Davo, que sumó dos tantos más y ya pelea con cinco por el pichichi del grupo 1 de Primera Federación.
Segoviana
Carmona, Silva, Abel Pascual, Sergi Molina, David López, Manu, De la Mata, Berlanga, Javi Borrego, Tellechea y Davo.
3
-
0
Real Unión
Wright, Eimil, Olaortua, Quintana, Joseca, Vidorreta, Rivero, Dani Garrido, San Bartolomé, Aranzabe y Sergio Benito.
Cambios Segoviana: Fer Llorente por Borrego (min. 67), Rodrigo Sanz por Berlanga (min. 67), Diego Gómez por Davo (min. 76), Gabriel por Tellechea (min. 76) y Hugo Marcos por Rodrigo (min. 82).
Cambios Real Unión: Javi Domínguez por Olaortua (min. 46), Santos por Aranzabe (min. 57), Obieta por Eimil (min. 57), Cayarga por San Bartolomé (min. 57) e Iker Bilbao por Ander Vidorreta (min. 66).
Goles: 1-0 Davo, de penalti (m.45), 2-0 Tellechea (m.50) y 3-0 Davo (m.56)
Árbitro: Pol Gòdia Solé (comité catalán). Amonestó con amarilla a David López por la Segoviana y a Olaortua por el Unión..
Otros datos: Estadio municipal de La Albuera: 2011 espectadores
El Real Unión fue quien primero llamó a la puerta, una internada de Sergio Benito por el costado izquierdo que Abel Pascual desvió con el pecho a córner. De nuevo, los azulgranas fueron inmisericordes en balón parado: nada de concesiones. Replicó en un doble remate en desequilibrio de Silva, cada vez más proclive en las incorporaciones. Sin problemas para Wright, el portero cedido desde el Aston Villa fruto del convenio entre dos de los clubes más antiguos del mundo. Sí tuvo un buen susto con la presión de Davo tras una cesión algo confiada de su central. El gallego siempre corre como si supiera que el fallo de la defensa va a llegar. Con todo, fue una mejor puesta en escena de los irundarras en un partido sin tráfico en las áreas: dominio posicional visitante mientras la Sego buscaba romper con balones largos e intercambios rápidos.
Una relativa comodidad entre ambos equipos que amenazó la primera asociación entre Berlanga y Borrego: pase atrás del madrileño que el charro remató en semifallo. También probó suerte Manu voleando desde la frontal, el típico disparo entra una vez y se va fuera de la instalación las nueve veces restantes. Pero la idea era no dejar jugadas sin finalizar a un equipo que corre bien a la contra. La Segoviana iba a más y Davo estuvo cerca de cazar un pase al hueco y plantarse en un mano a mano con el portero, pero el corte de Olaortua fue providencial ante un nueve que siempre da guerra. Mientras, Borrego buscaba un pase de la muerte con el exterior tras una acción colectiva que siguió en pie pese a tres faltas visitantes indultadas.
Un partido en la balanza, un día más en la oficina en Primera RFEF. Que pudo romperse para el lado irundarra en un disparo de Víctor Eimil que se estrelló en David López. Y sobre todo en una demostración de fortaleza de Sergio Benito, que cazó un balón en área azulgrana, lo protegió de espaldas, se levantó del suelo sin pensar siquiera en pedir penalti y asistió la llegaba de San Bartolomé en el punto de penalti. Se salvó la Sego porque el rematador dio un toque de más: ni disparó de primeras ni aguantó el contacto con Silva tras su control algo largo. Y a la siguiente, la Sego no perdonó.
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Juan Martín / Gimnástica Segoviana
Tellechea fue creciendo con el paso de los minutos y se atrevió a trazar una pared preciosa partiendo desde el costado derecho con Manu, que asistió a su diagonal en el área con un envío perfecto desde la corona del área que pilló en un renuncio a la defensa. Wright salió para apagar el incendio, pero se llevó por delante al atacante gimnástico. Penalti de manual que ejecutó sin piedad Davo embocando a la izquierda mientras el portero se entregaba al otro lado. Una herida que escoció al Irún, que buscó las tablas en el minuto de añadido en otra internada de Benito que golpeó en su compañero.
Antes de que el partido se escapara definitivamente de las manos visitantes, San Bartolomé lamentó un fuera de juego que vio muy ajustado, La bandera frustró la cita de dos camisetas blanquinegras con Carmona y dos minutos después Quique Rivero perdía el equilibrio mientras intentaba sujetar de espaldas un saque en corto de Wright. El premio a la presión de Tellechea, que recogió el balón, tiró millas hacia la portería y marcó su primer gol como azulgrana con un disparo cruzado al palo largo.
En un duelo entre dos equipos que llevaban un mes sin victoria, la confianza del primer gol decantó la balanza
Davo, todo un incordio en la presión, exhibió acierto y su quinto gol le sitíua ya entre los máximos artilleros del grupo
Carmona aseguró su tercera portería a cero, la primera tras Ourense, y el equipo sigue invicto en casa tras cuatro jornadas
Con el Irún contra las cuerdas, la Segoviana, que acostumbra a perseguir marcadores hasta el final incluso en sus peores tardes –siempre llegó al último cuarto de hora a tiro del empate en sus tres derrotas–, tuvo el colmillo para aplastar a su rival antes de que recobrara fuerzas para soñar remontadas. Con la presión como fórmula, exponiendo las carencias de un rival tocado en su confianza mientras la suya estaba por las nubes. Otra jugada combinativa que fue a parar a los pies más calientes del partido, los de Tellechea, que condujo hacia el centro para trazar un pase de cirujano al espacio –un suspiro antes de ser segado de mala manera sin amarilla– que plantó a Davo ante Wright. Le bastaron décimas de segundo para controlar y batir a un guardameta vendido a su suerte. Si en otras ocasiones la Sego no pudo canjear sus minutos buenos, ayer lo hizo por partida doble en apenas cinco minutos.
La única esperanza de los irundarras para competir el partido era el tiempo, los 35 minutos que faltaban. Y la ocasión de Benito, incombustible, que se echó las manos a la cabeza tras estrellar al larguero su mano a mano con Carmona. Esa fue en la práctica su última declaración de guerra. Ramsés alivió a Borrego de sus visibles molestias y propició la reaparición de Fernando Llorente un mes después. También salió Rodrigo Sanz, que brilló en el cuarto de hora que tuvo entre su entrada y su salida en camilla: mandó a las nubes una contra propicia para el 4-0 y perdió otra por un mal control que inhabilitó su disparo. La única mácula a otro vermú feliz.
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