«La situación no ha mejorado mucho; sigue habiendo muchas cancelaciones y aplazamientos por la incertidumbre»

Los profesionales de la fotografía también se han visto muy afectados por la drástica caída del numero de bodas. La pandemia, hace ya más de un año, llegó cuando tan solo restaban unas semanas para el inicio de la temporada fuerte para los fotógrafos, con las comuniones en mayo y las bodas en temporada estival. En cuanto a los enlaces matrimoniales, Tomás Hernanz reconoce que a ellos no les influye tanto la reducción de invitados porque hacen reportajes muy completos con tan solo 16 personas. «La situación no ha mejorado mucho con respecto al año pasado, sigue habiendo mucha cancelación y mucho aplazamiento debido a la incertidumbre», explica.

Los aforos, la falta de contacto físico y la obligatoriedad de llevar mascarilla son, según el fotógrafo, los motivos principales por los que los novios deciden posponer su boda. El hecho de llevar media cara tapada está afectado a su trabajo y es que en los reportajes «todos salen con mascarillas y es algo que a muchos novios no les gusta, sin embargo, otros lo ven como una manera de inmortalizar las particularidades del momento actual». En todo caso, se hace una sesión en exteriores solo con los novios para que puedan quitarse la mascarilla y tengan un recuerdo «lo más normal posible». Un reportaje que cada vez es más habitual también en las comuniones.

El tipo de boda ha cambiado y también el tiempo con el que se realiza la contratación de estos servicios, de momento, tiene alguna reserva nueva para este año, pero afirma que la mayoría son de las bodas que se pospusieron en 2020. Su negocio registró un descenso de actividad en este tipo de eventos de entre un 80 y 90% y suponen aproximadamente la mitad del trabajo de su estudio. No obstante, para este año espera mejores cifras debido al avance de la vacunación.

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