Los sindicatos denuncian «recortes» en las oficinas de reparto postal del medio rural

Actualmente, en la provincia hay 8 centros de reparto ubicados en Segovia capital, Hontoria, Carbonero, Cuéllar, Riaza, Cantalejo, San Rafael y Santa María la Real de Nieva. Las oficinas, además de en estos municipios, se sitúan también en Villacastín, Valverde del Majano, El Espinar y La Granja. En total, la plantilla está compuesta por 172 personas en territorio segoviano, una cifra que se ha visto muy reducida si la comparamos con la del año 2008, cuando había 225 trabajadores en el empresa.

En opinión de Nacho García, secretario de Comisiones Obreras del sector de Correos, desde que Juan Manuel Serrano llegó a la presidencia de la entidad pública en 2018 se están produciendo cambios en la empresa de mensajería que afectan negativamente a los trabajadores de toda Castilla y León. García sostiene que esta dirección empezó una «política de reestructuración brutal» basada en «recortes» que provocó el cierre de oficinas en, por ejemplo, zonas rurales de Ávila y León.

En el caso de Segovia, el secretario de CC OO para Correos lamenta que hace tres años la empresa ya comenzó un proceso de reducción de horarios en algunos centros de reparto de zonas rurales. Los trabajadores de las oficinas de Villacastín y Sepúlveda pasaron de tener jornadas completas a jornadas parciales de cuatro horas. En Sepúlveda, García cree que cerrar la oficina es más difícil porque «causaría más revuelo» al ser una localidad grande, aunque recuerda el caso de Ayllón, que también es un municipio que supera los mil habitantes y cuya oficina, sin embargo, desde hace dos años solo abre una hora al día. La última oficina de Correos que cerró definitivamente en la provincia fue en la localidad de Mozoncillo, a principios de 2020, donde trabajaba una única persona que ejercía de «enlace rural». Cuando esta se jubiló, la empresa aprovechó para no renovar el puesto y cerrar la oficina, según cuenta García. «En Segovia se han ido cerrando muchas oficinas por las personas que se han ido jubilando años anteriores», afirma.

Julia Valverde, responsable provincial del sector postal de UGT, trabajó precisamente en esta oficina de Mozoncillo entre 1993 y 1996. En aquella época, ella únicamente cubría esta localidad, pero poco a poco se fue ampliando la zona de reparto a otros pueblos cercanos. «Se multiplica el trabajo a cada cartero, porque a medida que se van jubilando, ese puesto lo tienen que absorber los que van quedando», explica.

Valverde cree que los centros de Correos situados en municipios grandes «igual aguantan un poquito», pero sospecha que algunos desaparecerán. «Tememos que acaben por suprimirlos. A medida que va jubilándose la gente, van suprimiendo los puestos. No se va incorporando gente nueva a esos puestos, sino que directamente los suprimen», defiende. «Dicen que no están haciendo ERES, pero los están haciendo».

La consecuencia de todos estos recortes es el «deterioro del servicio y la calidad» y el incumplimiento «de forma flagrante» de la Ley Postal de reparto del correo cinco días a la semana, según ha denunciado recientemente CC OO en un comunicado. Para el sindicato, Correos debe ser uno de los «activos fundamentales en la estrategia de implementación de servicios de marcada necesidad para la ciudadanía en entornos rurales», asegura el comunicado, «por la capilaridad de su red postal y por su presencia en todo el territorio».

Sin embargo, critican la «hipocresía» del presidente de la entidad que «alardea de implementar medidas como la instalación de cajeros automáticos o la digitalización de un gran número de oficinas del mundo rural para que la ciudadanía tenga las mismas prestaciones que se dan en oficina urbanas, mientras recorta la red postal pública como nunca antes se ha visto, suprimiendo más de 240 puntos postales de atención a la ciudadanía (oficinas, servicios rurales) y centros de reparto».

Para Nacho García, la empresa está evolucionando hacia una privatización de los servicios «aunque se niegue a reconocerlo», y lamenta que la comunicación entre sindicatos y patronal es cada vez más deficitaria, algo en lo que coincide también Julia Valverde. «Pasan olímpicamente de los sindicatos. Nos contestan tarde, o mal, o no contestan», asevera.

La empresa postal, por su parte, niega que se estén cerrando oficinas ni realizando despidos. Los responsables del área Noroeste de Correos insisten en que en Segovia se han incorporado recientemente 8 trabajadores con contratos fijos, en lo que consideran una apuesta por el empleo estable «como garantía del mejor servicio». No obstante, matizan que, «como compañía pública, Correos tiene la obligación de asignar eficientemente sus recursos, por lo que adecúa su plantilla al nivel de actividad real».

Además, la empresa asevera que está trabajando en «acciones concretas para paliar el problema de la despoblación y contribuir al desarrollo del mundo rural». Una de las últimas iniciativas que ha anunciado la compañía estatal de mensajería ha sido la instalación de 110 cajeros automáticos en oficinas de Correos de toda la región. El presidente de Correos, Juan Manuel Serrano, y el delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, se reunieron el pasado 6 de octubre en Valladolid para abordar esta y otras soluciones a la exclusión financiera de las zonas rurales.

Como afirman fuentes de la empresa postal, serán 50 los cajeros automáticos que próximamente se van a instalar en oficinas y localidades rurales de Castilla y León, 2 de los cuales estarán situados en la provincia de Segovia, aunque aún se desconoce la ubicación exacta. También la plataforma Correos Market es una estrategia de la compañía para luchar contra la despoblación y promocionar los productos locales. Ya hay ocho empresas segovianas que forman parte de este proyecto. «Todo lo que sea aportar a la España vaciada o facilitar la vida a la gente de las zonas rurales, nos parece bien», manifiesta García. «Lo que pasa es que a veces son campañas publicitarias que son más el titular que el fondo», prosigue.

Otra promesa de Correos es la de digitalizar las oficinas postales suministrando a la plantilla los conocidos como PDA, dispositivos que permiten realizar gestiones electrónicamente y de inmediato. En la provincia de Segovia, han sido 78 PDA las que se han repartido a los carteros recientemente. García, aunque en principio se muestra a favor de este tipo de iniciativas, declara que «luego resulta que en las zonas rurales no tienes cobertura» y añade: «Hay una serie de cosas que han vendido muy bien pero que realmente en la práctica no se pueden hacer».

Por su parte, en relación al 'boom' de la paquetería, la portavoz de UGT entiende que Correos debería contar con más plantilla al haber más envíos y, en consecuencia, más trabajo. «La gente solicita más el servicio de paquetería y sobre todo en el medio rural», asevera Julia, quien constata, además, que la gente se ha acostumbrado a comprar 'on-line'. «Hoy por hoy es muy cómodo el servicio a domicilio de entrega de la paquetería», sostiene.