Sigueruelo recupera las hacenderas para conservar su patrimonio

«Las ganas de los más jóvenes suplen en parte la falta de especialistas en los oficios», revelan los promotores de esta actividad, quienes aseguran que «ni el calor, ni el madrugón dominical pueden con la voluntad de hierro y el amor por su pueblo» que profesan la treintena de habitantes este domingo se han puesto manos a la obra en la restauración de bancos de madera, columpios infantiles y en la reparación de vallas y otros desperfectos.

La hacendera de este año se enmarca en los actos organizados por la Asociación de Vecinos de Sigueruelo en dos fines de semana culturales -el anterior tuvo lugar a finales de julio- en los que se han celebrado campeonatos de bádminton, tenis de mesa, fútbol, catán, brisca o tute; además de cine infantil, ginkanas o aperitivos populares.

Para la hacendera, el Ayuntamiento de Santo Tomé del Puerto ha sufragado los materiales y los ingredientes de la posterior paella elaborada por los propios vecinos y que han degustado después juntos todos los participantes.

«Estos fines de semana de cultura y ocio han supuesto un reencuentro entre muchos vecinos tras los tiempos complicados que hemos vivido», subrayan en la asociación, cuya junta directiva trabaja intensamente en nuevas opciones en las que invertir el tiempo libre al aire libre en la sede para que los habitantes habituales y los que acuden de manera más aislada compartan momentos agradables. Por ejemplo, en ausencia de bar, cerrado hace unos años, ahora las partidas de cartas desde este verano tienen lugar en la sede del colectivo vecinal.

También hay cine para los niños, juegos de mesa... y hasta una pista de Scalextric. «Un pueblo sin vida implica que las nuevas generaciones prefieran pasar su tiempo libre en otros lugares», explica el presidente de la Asociación de Vecinos de Sigueruelo, Antonio Moreno.

Desde hace más de una década, las hacenderas populares han marcado el verano de la localidad -ahora enriquecido con muchas más actividades- y numerosas mejoras se han acometido gracias a la buena voluntad de los residentes. La reconstrucción del histórico potro, mesas de picnic en la Fuente Honda, muros de contención para la nieve, construcción de una barbacoa pública, el lavadero de El Chorrillo son algunas de las obras que se han llevado a cabo desde 2008.