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Las previsiones oscurecen el futuro del sector de la resina. Antes de que la bajada de los precios golpee a estos profesionales, unos trescientos en toda la provincia, los municipios resineros por excelencia han reconocido la amenaza y se han aliado para ... frenarla. Hoy, siete municipios acuden a la sede en Valladolid de la Consejería de Medio Ambiente y Fomento para advertir a su titular, Juan Carlos Suárez-Quiñones, de que la pervivencia de esta actividad forestal corre peligro. Los responsables de estos ayuntamientos matizan que son solo «una representación» de otras localidades del entorno pinariego donde la resina también está muy presente en sus economías.
La desaparición de estas tareas «sería fatal si queremos fijar población», avisa el alcalde de Coca, Mariano Herrero. Junto a él, está previsto que participen en el encuentro de hoy en la Junta de Castilla y León los regidores de Cuéllar, Zarzuela del Pinar, Turégano, Cantalejo, Aguilafuente y Navas de Oro, que son quizás los municipios donde el acervo resinero es mayor. En esta ofensiva encabezada por las trincheras locales no hay diferencias de color político. Hay consistorios en manos de regidores socialistas (Coca, Cuéllar, Aguilafuente y Navas de Oro) y otros en los que gobiernan las huestes del Partido Popular (Turégano, Zarzuela del Pinar y Cantalejo).
El sector resinero puede estar al borde del precipicio de una nueva crisis si se cumplen las previsiones de una bajada del precio de la materia prima. La incertidumbre se ha instalado desde finales del año pasado entre los trabajadores. Los autónomos ha estado percibiendo algo más de un euro por cada mil gramos recogidos y entregados. El descenso temido situaría el precio en torno 85 céntimos el kilo, calcula Mariano Herrero. Se trata, pues, de una pérdida para los resineros de un 20% aproximadamente. La inestabilidad de estas tarifas y la fragilidad del sector se han visto agitadas por la competencia creciente de los derivados del petróleo; aunque también ha habido mensajes de tranquilidad en la zozobra de la recta final de la pasada campaña.
Entonces, cinco industrias de la provincia –Resinas Alfonso Criado, Industrial Resinera Valcan, Resinas de Navas de Oro, Luresa Resinas y Resinas y Maderas Eleuterio Criado– emitieron un comunicado conjunto en el que aseguraban que iban a mantener todas las condiciones establecidas en los contratos de compra de materia prima firmados para la campaña de 2019.
El presidente de la Asociación Nacional de Defensa y Vertebración del Sector Resinero, el segoviano Juan Carlos Álvarez, reclama al consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, la puesta en marcha de los llamados contratos territoriales. Según la definición del alcalde de Coca, Mariano Herrero, estas vinculaciones laborales consisten, a grandes rasgos, en que los resineros puedan seguir trabajando «a lo largo de todo el año y no solo ocho o nueve meses». La aplicación de esta medida intentaría compensar las pérdidas de los jornaleros si se abarata el precio de la resina recogida y entregada.
Álvarez, por su parte, insta a la Administración autonómica a buscar las herramientas necesarias para conseguir que la figura del resinero sea considerada como «un elemento permanente integral insustituible dentro de la gestión de los montes de la región». El presidente de la Asociación Nacional de Defensa y Vertebración del Sector Resinero asegura que para poder suscribir contratos territoriales, los resineros titulares de explotación interesados tendrían que solicitarlo antes según lo estipulado en las convocatorias que la comunidad estableciera, de forma que dichos criterios «pudieran contener la realización de trabajos forestales». En opinión de Juan Carlos Álvarez, estas tareas redundarían en la conservación de los montes, la prevención contra los incendios y en el aumento de los beneficios ambientales, informa Ical.
Lo cierto es que las resinas procedentes de los hidrocarburos ha ido ganando terreno a las que se extraen de los pinos debido a esa debilidad de la política de precios que tiene en vilo a las de origen vegetal. Paulatinamente se está sustituyendo la materia prima para la elaboración de colofonia o aguarrás, principales productos que se extraen de la resina natural.
El precio de la colofonia que se produce a partir de la resina vegetal suele estar en un constante vaivén; pero ahora la inquietud es mayor porque a ello se junta el agotamiento de recursos al haber llegado más o menos al máximo de la explotación, que es lo que ocurre, por ejemplo, en la provincia segoviana. Los ayuntamientos que acuden hoy a la Consejería de Medio Ambiente y Fomento en representación de los pueblos resineros de Segovia van a plantear este escenario poco halagüeño y van a pedir ayuda a Suárez-Quiñones, que la Junta interceda y mueva ficha para salvaguardar los trescientos empleos que dependen de la extracción de la resina natural en los pinares segovianos, un mercado laboral que en el conjunto de la comunidad autónoma genera unos novecientos puestos de trabajo.
No hay que olvidar que la provincia aglutina aproximadamente la mitad de los pinos en resinación de toda Castilla y León, como subraya el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Segovia, José Luis Aceves. Esto quiere decir que la provincia lidera la clasificación nacional en esta actividad económica forestal, por lo que «se hace necesaria la toma de decisiones de apoyo si se quiere paliar la situación», ha apelado recientemente el también diputado nacional.
El alcalde caucense avanza que el viaje a Valladolid también servirá para entablar contactos con representantes empresariales e intentar buscar una alianza mayor para demandar ayudas que «pueden ser estatales o europeas».
Las medidas económicas de apoyo no son las únicas que pondrán los ayuntamientos encima de la mesa de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Herrero, que defiende los productos «ecológicos» elaborados a partir de las resinas naturales por ser «de mejor calidad» que los derivados del petróleo, revela la puesta en común realizada en anteriores encuentros por varios consistorios de «estudiar una bajada en el alquiler del pino para intentar paliar el descenso de los precios». Sin embargo, los representantes municipales se han dado cuenta de que esta solución «no cubre» la pérdida que acumularían los resineros.
«Vamos a plantear la necesidad de que se dé una solución», insiste el regidor de la villa caucense, quien esgrime que, «los ayuntamientos, como propietarios de bastantes montes, tenemos interés en ayudar a las familias y a los trabajadores para que puedan seguir resinando».
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