El servicio de Correos en Segovia acusa los «severísimos ajustes» de la empresa

Esta gestión de no contratar se traduce en «la sobrecarga» de atribuciones que padecen los empleados activos, tanto en las oficinas como en la distribución y reparto, ya que son ellos los que asumen las tareas de los compañeros que faltan, con el consiguiente «deterioro del servicio».

La posición sindical es de «rechazo a los severísimos ajustes» que está llevando a cabo la dirección de Correos. El representante de CC OO llama la atención sobre las colas de usuarios que se forman en las ventanillas o los retrasos en las entregas. Al final, la calidad del servicio se resiente por ignorar la necesidad de más contrataciones para reforzar el personal.

En este sentido, se hace eco de los comentarios de ayuntamientos de muchos pueblos, que se quejan de que «no hay cartero porque no han cubierto la plaza dejada por el que se ha jubilado». Con Correos diezmado en la 'España vaciada', González deduce con tristeza la lógica de la despoblación. Subraya que la prestación postal es «pública», por lo que también apela al Gobierno de la nación para intervenga y rescate a la empresa de la «inacción» en la que se ha instalado desde hace años.

En la provincia, critica cómo «la falta de contratación redujo a la mitad los medios de distribución el pasado verano». Las rutas con problemas con el reparto varían, pero afectan a buena parte del medio rural de Segovia: Cuéllar, Cantalejo, San Rafael, Riaza, Hontoria o Carbonero el Mayor son víctimas las parcas sustituciones.

Otro de los males que aquejan a la prestación postal en la provincia es el «mal estado de los vehículos». Sergio González pone el grito en el cielo por el riesgo que corren los empleados cuando hay furgonetas «sin luces», como ocurre en San Rafael, o que «tienen los neumáticos lisos» porque no se recambian.

«La precarización de las condiciones laborales» es otro de los frentes a combatir. Las incorporaciones por jornadas parciales o solo por fines de semana y festivos «desmoralizan» al personal, critica el secretario de la Sección Sindical de CC OO. Por el momento, las inyecciones de financiación en una compañía que estaba «prácticamente en quiebra técnica no son suficientes». González se refiere al marco estratégico acordado el pasado julio con la actual directiva nacional de Correos y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el cual está orientado a «reposicionar y transformar» la empresa postal en un horizonte temporal que va hasta 2028. Este convenio sirvió para ingresar por primera vez una partida económica por ser un servicio de interés general. Pese a ello, el sindicalista insiste en criticar el bloqueo en el que se ha instalado la compañía.

Un ejemplo, «la empresa no quiere internacionalizarse». Otro botón de muestra es que únicamente gestiona el 17% de la paquetería en España. «Hay que evolucionar hacia el comercio electrónico» y los nuevos modos de distribución y consumo, reivindica frente a lo que tacha de «modelo conservador» en la operatividad actual de Correos. También aboga por redefinir las oficinas rurales en sedes de la Administración única para que los ciudadanos realicen otros trámites y gestiones, máxime cuando cada vez cierran más terminales bancarias en los pueblos.

Pero la reconversión que se trazó no llega. Tampoco en lo que atañe a las condiciones de los trabajadores. «El convenio colectivo tiene trece años de antigüedad», se queja González de las Heras. «Comisiones Obreras no va a aceptar que se congelen los salarios, ni que se conviertan los sueldos fijos en variables por objetivos, ni va a consentir que se quite el plan de pensiones», esgrime frente a «los ajustes» de Correos.