Sepúlveda inicia las fiestas de «las santas peñas»

Sepúlveda ha dado comienzo a sus fiestas con una multitud de personas con la ilusión desbordada por celebrar con sus vecinos un año más. Las festividades comenzaron a las 10:30 de la mañana, con la recepción a la reina y las damas por parte del grupo de danzas Virgen de la Peña en la plaza España, todas vestidas con el traje tradicional segoviano. Posteriormente, acudieron todas al santuario de a la virgen del municipio para bailar en su honor, donde se encontraban también los peñistas, realizando el saludo tradicional. Después, comenzó el desfile en dirección a la plaza, donde los vecinos esperaban refugiándose a la sombra.

Casi cuarenta peñas, divididas en tres bloques, se unieron al gentío luciendo con orgullo sus camisetas, pantalones, chalecos y pañuelos. Les acompañaron las charangas Cubalibre y OJayo poniendo ritmo al gran desfile. Cuando todas las peñas estaban organizadas en la plaza, se dio paso a las damas, acompañadas de nuevo por las bailarinas de Virgen de la Peña, que interpretaron una jota junto al grupo de dulzaina y tamboril Aljibes. Tras ellas, llegaron las majorettes que realizaron sus danzas divididas en tres grupos de edad. Durante los espectáculos se pudo sentir la emoción y la plaza se convirtió en una guerra por hacer el mejor video.

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Después del despliegue de talentos municipales, dio comienzo finalmente el pregón. Abel Sanz, miembro de la peña Las Pirañas, fue el encargado de conducir el acto. Comenzó alabando el papel de las peñas en las fiestas: «Dan comienzo las fiestas de los santos toros, pero bien podríamos llamarlas las de las santas peñas». Y añadió: «Sois el ejemplo perfecto de lo que en el fondo es Sepúlveda, un sitio en donde, cuando todos remamos en la misma dirección, se hacen cosas absolutamente increíbles». Después de su intervención, fue la alcaldesa, Irene Michelena, la encargada de presentar al pregonero del año, Antonio Cristóbal.

Antonio trabajó desde los 17 hasta este mismo año en su propio restaurante, Cristóbal, en Sepúlveda. El mesón cerró el pasado mayo y el pueblo quiso agradecer el más de medio siglo de trabajo que él y su familia han realizado. Durante el discurso, el sepulvedano bromeó: «Es la primera vez que voy a un pregón y resulta que lo doy yo». También agradeció al pueblo haber sido elegido para subir al balcón y ensalzó las costumbres y valores del municipio con orgullo.