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El objetivo de la presentación era «detallar tiempos en una problemática que ya existe, la dificultad para encontrar médicos en determinados sitios y centros de salud, que se va a complicar más en los años que vienen», explicó Enrique Guilabert, presidente del Colegio de ... Médicos de Segovia. Lo que presentó fue el análisis pormenorizado para la provincia del estudio 'Demografía Médica en Castilla y León 2016-2018', que se centra en los ámbitos rural y urbano y en la atención primaria y la especializada. La conclusión es la mencionada complicación para reponer las plazas de facultativos que se jubilarán en los próximos cinco y diez años, pues en la actualidad el 45% de los médicos activos tienen más de 55 años, y de aquí a 2029 se jubilarán 270 de los 605, casi la mitad.
La situación, sin que la organización colegial pretenda ser alarmista, es aún más compleja de resolver en los centros de salud rurales que en los de la capital, aunque en ambas áreas el porcentaje es parecido. El problema es acuciante en atención primaria, donde la media de los centros de salud rurales y de los tres de Segovia capital indica que algo más del 80% de los facultativos, ocho de cada diez en la práctica, tienen una edad superior a 55 años. Y la tasa de reposición, es decir, la cobertura de las plazas de los que se jubilan, no se produce con la cadencia necesaria.
El estudio lo presentó Guilabert junto a su autor, Dairo Gutiérrez, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria y Epidemiología, y entre los invitados estaban los representantes de los partidos que concurren a las elecciones autonómicas, pues la organización médica colegial considera que «hay que poner solución porque en cinco años la situación puede ser compleja y comprometida», si es que la hay, y para atajar esta problemática «es necesario un pacto por la sanidad».
Con los datos recopilados es muy evidente en los centros rurales, donde el porcentaje de médicos con más de 55 años es muy elevado, pero ocurre algo similar en los tres de Segovia capital. Así, en el centro de salud de Sacramenia son el 100% los facultativos que han cumplido los 55; en el de Segovia Rural, el 92,3% (y dos de ellos, de un total de 13, tienen más de 65); en el de Sepúlveda, el 87,5%; el 86,7% en el de Cantalejo, y después proporciones que bajan un poco en cada escalón en los centros de Fuentesauco, Nava de la Asunción, Riaza, Carbonero el Mayor, Villacastín, La Sierra-Navafría (todos los citados entre el 71% de este último y el 83,3%), el 61,5% en el de Cuéllar y el 50% en el de San Ildefonso (donde no es significativo porque solo tiene dos médicos) y el 20% en el centro de salud de El Espinar, en el que solo están próximos a la jubilación dos de sus diez facultativos.
Si se excluyen estos dos últimos centros de salud, la media de médicos que se podrán jubilar en los próximos diez años en la atención primaria rural es muy elevada, el 81,5% al final del periodo, en 2029, pues todos esos habrán cumplido o superado la edad de 65 años. Es lo mismo que decir que ocho de cada diez médicos de familia que trabajan en el medio rural se podrían jubilar en 10 años. Y hay una gran dificultad para reponerlos.
En Segovia ciudad la proporción es muy semejante: en el centro de salud Segovia 1, conocido como Ambulatorio de Santo Tomás, el 86,7% de los 15 médicos tienen más de 55, hay dos con más de 65 y 11 entre 55 y 64 años; en el centro de Salud Segovia III, de San Lorenzo, el porcentaje de más de 55 es del 81,8%, nueve de sus 11 médicos, y en el Segovia II, de La Albuera, son el 72,7%, ocho de los 11.
La dinámica temporal del estudio, explicó Gutiérrez, indica que el 45% de los médicos activos (excluidos los jubilados y los MIR) tienen más de 55 años y por tramos de edad muestra que con menos de 35 solo hay un 8,6%; el 22,8% están entre 35 y 44; el 24% tiene de 45 a 54 años; de 55 a 65 hay un 39,8% y un 4,8% tienen más de 65 años.
Una de las conclusiones del estudio es que la de médico es una profesión envejecida y cada vez más feminizada, pues en las nuevas generaciones de profesionales es mucho mayor la proporción de mujeres, mientras que ocurre lo contrario entre los que están próximos a la jubilación. La pirámide demográfica de la profesión médica en Segovia es una pirámide invertida, con pocos jóvenes abajo y una gran mayoría de profesionales próximos a la edad de jubilación. De acuerdo con el estudio, en los próximos cinco años se jubilarán el 54% de los facultativos de los centros de salud urbanos y el 56% de los rurales.
En los listados de preocupación de los españoles no aparece aún la salud. Pero si la situación no cambia, si no se dota al sistema sanitario público de más profesionales, esto cambiará y la sanidad será una de los cuestiones que más preocupen a los ciudadanos. Lo auguró ayer el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, pues el estudio sobre demografía médica apunta a una carencia de facultativos en pocos años, sobre todo en atención primaria, en medicina de familia y comunitaria. Porque en otras ratios Segovia está más o menos igual que en el estudio coordinado por el doctor Dairo Gutiérrez. La provincia concentra el 6% de los médicos colegiados en Castilla y León (con 871 en total) y de ellos 605 están en activo, 90 son MIR y 176, jubilados.
La proporción es de 395 activos por cada 100.000 habitantes (140 de ellos son médicos de familia), un 8,5% más que la media de Castilla y León, y en 20 de 39 especialidades la proporción de mujeres supera a la de hombres; Neurofisiología, Alergología, Geriatría, Hematología, Anatomía Patológica y Ginecología y Obstectricia son las más feminizadas, con porcentajes superiores al 75%. Entre los facultativos de menos de 55 años, dos de cada tres colegiados son mujeres.
El estudio indica que por ahora no es tan preocupante el número de jubilaciones que pueden producirse en la atención especializada y hospitalaria como en la primaria. Gutiérrez concluyó que, como en el resto de la región, las jubilaciones de pediatras tendrán más impacto en primaria que en atención hospitalaria (donde solo el 30% de los 23 que hay tienen más de 55 años), aunque si se ve la dotación de servicios del Hospital General y determinadas especialidades la situación es variopinta.
Así, en Urgencias la plantilla de médicos se reducirá un 19% (si no se produce el reemplazo de los jubilados) en cinco años, un 43% en diez años y un 48% en quince años. Además, hay especialidades en las que el 100% de los facultativos tiene más de 55 años (Estomatología, Medicina Preventiva, Medicina Legal y Forense, Angiología y Cirugía Vascular e Hidrología Médica), aunque en otras, como Psiquiatría, son solo el 68% o la mitad, como en Reumatología y Medicina Nuclear.
Las especialidades con la proporción de médicos más jóvenes (todos por debajo de 55) son Endocrinología, Oncología Médica, Dermatología, Neumología, Farmacología Clínica y Neurofisiología, y después Digestivo, Intensiva, Nefrología, Geriatría, Anatomía Patológica, Hematología, Urología y Oftalmología, mientras que en las demás entrarán en edad de jubilación en los próximos diez años alrededor de un tercio. En todas estas, el índice de reposición es mayor, y en el próximo decenio se formarán un número de especialistas mayor que el de los que se jubilarán, mientras que en Medicina de Familia solo se formarán el 36% de los especialistas requeridos para cubrir las jubilaciones previstas.
Y las preguntas de Guilabert y Gutiérrez como consecuencia de este estudio son «si seremos capaces de formar y contratar a nuevos médicos» y si se están formando suficientes MIR en una provincia que en muchas especialidades tiene que importar facultativos que no forma; es decir, si hay un número de plazas ofertadas en cada especialidad comparada con el de jubilaciones que se van a producir.
De hecho, precisó Gutiérrez, en medicina de familia y comunitaria (especialidad en la que la media es de 53,1 años) solo se formarán en los próximos diez años «el 36% de los especialistas requeridos para cubrir el número de jubilaciones previstas». Por eso es el momento de «paliar el déficit» que se va a producir, teniendo en cuenta que «el número de plazas ofertadas en cada convocatoria no es estable» y que, en general, «en Segovia solo se forma el 33% del personal necesario para asegurar el relevo generacional en la profesión médica».
Por eso manifestó Guilabert que es necesario que todos los partidos políticos se pongan de acuerdo para lograr un pacto por la sanidad que es «fundamental», sin que sea «un arma arrojadiza entre ellos» porque la realidad es que el sistema está en riesgo, y el problema es tanto de Castilla y León como del resto de España.
Ofertas atractivas
¿Qué hacer para atraer a jóvenes médicos que permitan el reemplazo? «Habrá que fidelizar a la gente joven, darles salidas profesionales que les haga apetecible quedarse aquí», destacó Guilabert. Ahora no les satisface el panorama porque son once años de preparación, seis de carrera, uno preparando elMIR y otros cuatro haciendo la especialidad «para tener la opción a opositar», y estos jóvenes, que están muy preparados, tienen posibilidades y no tienen compromisos familiares o hipotecarios, «tienen una movilidad muy grande» y se marchan donde hay «ofertas muy atractivas».
Y si Gutiérrez indicó que hay muchos factores para que los médicos jóvenes no se queden en provincias como Segovia, Guilabert precisó que la tendencia en atención primaria es que los facultativos del medio rural tiendan a trasladarse a la capital, pues en los pueblos hay menos gente y la profesión «es menos atractiva porque muchos cupos están por debajo de los ratios que le gustarían a un profesional», y hoy en día el trabajo es mucho de ir con el coche a los consultorios, «donde ven pocos casos y hay mucho trabajo burocrático con recetas». Esta opción no es atractiva, de modo que será difícil cubrir la demanda de médicos en el medio rural», en opinión de la organización colegial.
Según Guilabert, quizá en lugar de que el médico vaya al pueblo tendrían que ser los pacientes los que acudan a un consultorio bien dotado, donde los profesionales puedan ejercer una medicina de calidad. Pero esa es otra cuestión peliaguda, pues requiere un transporte colectivo, pero no como el actual: «Tendría que ser más cómodo, más accesible, con más frecuencia y que la gente pueda usarlo para ser atendido por su médico de referencia».
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