La segunda vida de Domingo García como segunda residencia
MUNICIPALISMO 2024 ·
Pese a un modesto padrón de 34 vecinos, las rehabilitaciones de viviendas por el encanto del medio rural han dado al pueblo un nuevo empujeSecciones
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MUNICIPALISMO 2024 ·
Pese a un modesto padrón de 34 vecinos, las rehabilitaciones de viviendas por el encanto del medio rural han dado al pueblo un nuevo empujeDomingo García es ejemplo de cómo la despoblación puede herir a un pueblo, pero también de la resistencia de tantos lugares de padrón escaso que encuentran medios para seguir a flote. El turismo rural y las segundas residencias han premiado la fidelidad de los vecinos de siempre, los que decidieron quedarse, y han dado al lugar una segunda vida.
La mecanización del campo marcó el éxodo rural de Domingo García hacia Segovia o Madrid. La propiedad agrícola se concentra en un agricultor local , mientras otros terrenos están arrendados a otros propietarios. Basada en el cereal, sigue existiendo, pero da de comer a una o dos familias, no a 40 como el pasado. A eso se suma una granja de porcino y dos licencias más solicitadas a la espera de verificar su impacto ambiental. La postura del Ayuntamiento es exigir el cumplimiento escrupuloso y que las granjas no se concentren para evitar molestias en los vecinos.
La movilidad y el gusto por la naturaleza han hecho que los vecinos históricos –o sus descendientes– rehabiliten sus viviendas como segunda residencia, una oportunidad que también han aprovechado otros nuevos habitantes que no tenían mayores vínculos con el pueblo. Una tendencia que mueve los servicios locales –el municipio suma una casa de turismo rural– mientras sobrevive, en otro contexto la actividad anterior. Domingo García mantiene una comunidad de pinares con Migueláñez y Ortigosa de Pestaño, un pinar de 1.200 hectáreas que da rendimientos al pueblo.
Esa veintena de casas rehabilitadas por nuevos pobladores en lo que va de siglo evidencia la segunda vida del pueblo. Rara es la vivienda que no ha tenido mejoras, independientemente de que sus propietarios sean residentes fijos o de verano y fin de semana. Entre sus atractivos, el pueblo tiene el yacimiento de Petroglifos, un conjunto de arte rupestre al aire libre declarado Bien de Interés Cultural que atrae visitas. Y mantiene sus orígenes repoblando su arboleda con especies autóctonas, una forma indirecta de conservar su fauna.
Así es como un municipio con apenas 34 personas censadas llega a superar en verano los 200 vecinos. Una población semi-fija de gente principalmente mayor que pasa los inviernos en la ciudad, pero vuelve en cuanto asoma el buen tiempo. Un déficit entre ingresos y gastos –basura o agua– que el Ayuntamiento compensa en parte con las licencias de esas rehabilitaciones. La segunda vida.
La economía
Sector primario. Un gran propietario agrícola, una granja de porcino y un pinar de 1.200 hectáreas suman a la economía local
La arqueología como activo. El yacimiento de Petroglifos, un conjunto de arte rupestre al aire libre, es un motivo para sumar visitantes al pueblo
www.domingogarcia.es
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